No juzgarás: la vida de Angelina Castro, una estrella porno

Siempre he dicho que mi vida como reportera es un tanto "bizarra" y lo que me sucedió hace unos días me lo comprobó. Me asignaron entrevistar a una actriz del cine porno. Pensé que sería una entrevista difícil y divertida. Difícil, porque aunque pienso que soy bastante abierta a múltiples temáticas, el tema del porno no acaba de cuadrarme. Divertida, precisamente por lo mismo. Pero la realidad fue otra. La entrevista se convirtió en un reencuentro emotivo.
This post was published on the now-closed HuffPost Contributor platform. Contributors control their own work and posted freely to our site. If you need to flag this entry as abusive, send us an email.

diana y amiga porno

Siempre he dicho que mi vida como reportera es un tanto "bizarra" y lo que me sucedió hace unos días me lo comprobó. Me asignaron entrevistar a una actriz del cine porno. Pensé que sería una entrevista difícil y divertida. Difícil, porque aunque pienso que soy bastante abierta a múltiples temáticas, el tema del porno no acaba de cuadrarme. Divertida, precisamente por lo mismo. Pero la realidad fue otra. La entrevista se convirtió en un reencuentro emotivo.

-¿Te acuerdas de mí? Me dijo Angelina Castro, una actriz del cine porno, cubana y madre de un hijo.

-"Ah caray - pensé "y ¿de dónde la conozco?"

-"Soy yo" me dijo emocionada.

Resulta que "Angelina" era una amiga mía a la que le perdí la pista hace casi 12 años. La conocí cuando ella tenía 18 años, estaba recién casada, recién llegada de Cuba y se estrenaba como mamá, su bebé tenía 6 meses. No podía creer que aquella jovencita inocente, a la que le encantaban los girasoles que adornaban mi cocina, se había convertido en una "bomba sexual".

-"Me divorcié de mi marido. Unos amigos me invitaron a hacer una película porno y quise probar. Al principio no me gustó la experiencia, pero después me adapté. Yo no fui víctima de abuso sexual o infantil, no uso drogas ni bebo. Decidí dedicarme a esto simplemente porque le vi muchas ventajas, no sólo económicas sino de todo tipo".

Me contó que su hijo ya tenía 12 años y que sabía perfectamente a qué se dedica su madre. "Yo no le miento a mi hijo. Lo estoy educando para que tenga una mente abierta y respete a todas las personas, tengan el estilo de vida que tengan".

Entre risas nos pusimos al tanto de nuestras respectivas vidas. Y la conversación, ya entradas en confianza, se puso más picante.

-Tengo curiosidad... ¿Cuándo finges más? En un orgasmo de película...o en uno de la vida real....
-"Ay, ¿te digo la verdad? Me ha tocado fingir en ambos. Me casé a los 15 años, sólo tuve sexo con un hombre hasta que me divorcié y mi primer orgasmo lo tuve a los 22. Mi mejor experiencia sexual la tuve hasta que logré una eyaculación femenina. Un buen amante me encontró el punto 'g'".

Simpática, no dejaba de responder a mis preguntas que iban subiendo y subiendo de tono.
-Oye, ¿y cuál es la gran diferencia a nivel de sensaciones, entre hacerlo con tu pareja o con un actor?
"Que en la película el orgasmo y la relación duran muchísimo, varias escenas...en la vida real...todo es más rápido".

Me contó también que había sido víctima de los estereotipos, pero que contrario a lo que se creía, ella no era prostituta, ni drogadicta, ni enferma mental. Lava 5 años de feliz matrimonio con un hombre que ha sido un padre para su hijo, que la entiende y la acepta como es.

"Mi esposo era militar. El me conoció en este mundo de la industria porno, así que no hay sorpresas. El me ayuda mucho, me atiende, me graba, me apoya y me defiende. Me causan gracia las críticas. Mi marido estuvo en Irak donde le tocó matar al enemigo, literalmente podríamos decir que es un 'asesino' pero cuando vino, todos lo recibieron con ovaciones y condecoraciones, sin embargo a mi me pretenden juzgarme como la gran pecadora porque tengo sexo en cámara, dime, ¿quién peca más?".

Preferí no responder porque en realidad no tenía una respuesta lógica. Me di cuenta que efectivamente juzgamos a la gente por la fachada, no por lo que realmente hay dentro de ellos. Nos guiamos por estereotipos y dogmas y pocas veces tenemos la oportunidad de indagar en el corazón de los demás.

Me daba gusto estar frente a mi amiga, quien al igual que yo ha sufrido, amado, llorado, se ha decepcionado, pero al final disfrutamos de la maravillosa aventura de ser mujer.

"En realidad, Diana...cuando estoy a solas con mi pareja, soy como cualquier otra, entregada, apasionada, cariñosa, de un solo hombre...vuelvo a ser esa jovencita que conociste hace tantos años y que sigue siempre, dentro de mí".
Y con esa imagen, me quedo.

Popular in the Community

Close

What's Hot