Hay personas que impactan tu vida, y te empoderan como ser humano moviendo, tocando y transformando algo en ti, y con sólo escucharlas hablar momentáneamente, no vuelves a ser la misma. Esa fue mi experiencia con Sandra Cisneros, aquella tarde, un domingo de julio, cuando sentada en el público de un salón abarrotado de miles de mujeres emprendedoras, yo una más dentro de la multitud, tuve la oportunidad de escucharla hablar. No por una hora, o como parte de un extenso taller de capacitación para el mejoramiento personal, sino por unos cortos pero refrescantes cinco minutos.
Y no fueron sus reconocidos trabajos literarios como escritora y poeta, su extensa labor cívica a favor de las comunidades latinas en los Estados Unidos, o sus múltiples premios recibidos lo que me impactaron de esta mujer, sino el hecho de que su sola presencia inundara y estremeciera con tanta facilidad aquel cuarto con una inmensa paz, transmitida sólo, por un ser en completa armonía consigo misma.
Sandra había sido llamada para hablarle a aquellas apasionadas mujeres como parte de la iniciativa Adelante, durante las conferencias del Concejo Nacional de La Raza, sobre cómo encontrar su propia voz, su propio balance emocional, y su propia fuerza interior. Para comenzar, dio la bienvenida a todas las "chingonas" que se encontraban en el lugar, cosa que me pareció inmensamente graciosa, ya que de donde vengo (Puerto Rico), la palabra es completamente asociada con el acto sexual. Pero instantáneamente, algo en mí, hizo una mágica e inesperada conexión entre el término "chingona", y la descripción exacta y precisa de su significado: una mujer con poder, con agallas, de la cual emana vida, y fuerza para sostenerla. Entonces me sentí orgullosamente "chingona".
Pero mi experiencia no quedó ahí, y fueron muchos otros los conocimientos que tuve el placer de recopilar y llevarme conmigo de parte de esta magnífica mujer, y que aquí les comparto:
- Vive por tu aceptación personal: "Buscar la aceptación, de tus padres, tus familias, tus amigos, sólo trae tristeza, un sentimiento de inquietud y de que algo nos falta".
- Tu tiempo es tu regalo más preciado: "El dinero lo puedes perder y recuperar, pero el tiempo, ese no vuelve. Si brindas tu tiempo a una persona, y esa persona no lo respeta, no vuelvas a invertirlo en ella nunca más".
- Busca perdón para ti misma: "Muchas veces tenemos mucha compasión por otros, pero nos maltratamos y olvidamos de nosotras mismas".
- Crea arte: "El arte mantiene tu corazón saludable, y transforma la oscuridad en luz."
- Combate la depresión: "La depresión es una enfermedad, afróntala. Si tuvieses una herida, luego de algunos días de ver que no se cura, irías inmediatamente al doctor. Así mismo debes hacer para atender la depresión, hay especialistas que pueden ayudarte a superar ese momento".
- Trata a todos bien: "Trata a todas las personas como si fueran alguien importante, presta atención a lo que tienen que decir, escúchalos realmente".
- Ten un santuario: "Ofrécete a ti misma un espacio de santuario, toma el día para ti. Dile a las personas, 'no tengo tiempo para ti hoy, o mañana, o nunca'. Date el espacio que necesites".
- Medita: "La meditación puede ser tan sencilla como pensar en alguien que sepas que te ama incondicionalmente y la visualizas sonriéndote. Luego envía esa sonrisa hacia tu corazón y respira".
- Pide coraje y humildad: "El ego y el miedo sólo bloquean la luz para ver mejor el camino".
Y pienso que como Sandra Cisneros, somos miles y millones las mujeres que tenemos algo que decir, que deseamos encontrar y alzar nuestra voz para que retumbe sobre el silencio, sobre las injusticias, o incluso para destacar las bellezas de la vida. Mujeres que podemos proponernos hoy a sentirnos, vivirnos, olernos, disfrutarnos nuestro rol como entes de cambio, "chingonas" en todo nuestro esplendor.
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