No es un secreto para nadie que Gobierno y autoridades del sector público y privado se conducen mediante acuerdos políticos y financieros con el objeto de establecer beneficios mutuos, en los que jamás cabe considerar el bienestar de la población. Si el país está en problemas, es sin duda responsabilidad del gobierno.
"Si no hay justicia para el pueblo, que no haya paz para el gobierno", es la leyenda de un cartel de los maestros que se manifestaron en días pasados en la Ciudad de México cerca del Palacio de Bellas Artes. (La leyenda, me gusta para dedicarla en cada decisión que ha tomado y continúa ejerciendo el Gobierno mexicano violentando cada vez más la sensible economía del pueblo).
La Reforma educativa que promueve el Gobierno de la República de México, ha generado que maestros, padres de familia, alumnos, gobierno y sociedad entren en una dinámica de descomposición social que afecta a todo el país en sus diferentes sectores y especialmente al educativo, a los miles de niños y maestros que en medio del conflicto quedan inactivos.
El presidente Enrique Peña Nieto promulgó tres leyes secundarias, pese a la oposición de grupos magisteriales, se firmó en días pasado en la residencia oficial de Los Pinos, la Ley General de Educación, la Ley del Instituto Nacional para la Evaluación de la Educación y la Ley General del Servicio Profesional Docente.
La Ley del Servicio Profesional es rechazada por la Coordinadora Nacional de la Educación (CNTE), un grupo disidente del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE), porque sostienen que esa legislación no toma en cuenta factores económicos y sociales de los maestros y atenta contra sus derechos laborales como trabajadores del sector educativo.
El Gobierno sostiene que esta norma modifica las reglas para la asignación de plazas e incluye una evaluación obligatoria con sanciones para los reprobados y en ese sentido, el Presidente ha dicho que la reforma educativa sí respeta plenamente los derechos laborales de los profesores que ya tienen una plaza, pero se establecen nuevos estándares de calidad para los de nuevo ingreso.
El líder del Partido de la Revolución Democrática (PRD), Jesús Zambrano, dijo que "Nadie que no tenga que ver con actividades docentes recibirá percepciones a cargo del Estado", y que se acabará con el pernicioso lastre de 'los comisionados' (docentes asignados a labores sindicales que conservan sus sueldos), que se estiman en 100,000 en todo el país.
Gustavo Madero, líder del PAN, también celebró la reforma a reserva de revisar la transparencia de la evaluaciones que se aplicaran a los docentes y de supervisar el desarrollo de actividades de las escuelas normalistas para docentes a de las evaluaciones, la revisión del modelo de escuelas normales (para profesores) y la transparencia sindical.
El presidente del Partido Revolucionario Institucional (PRI), César Camacho, también apoyó la reforma calificándola como oportuna y trascendente.
En tanto que los miembros de la CNTE organizan a los maestros a nivel nacional para realizar manifestaciones y paros laborales en contra de la Reforma Educativa ya aprobada.
Al parecer, no hay marcha atrás por parte del Gobierno, la Reforma Educativa ha sido aprobada y se llevará a cabo a pesar de la oposición del Sindicato y los maestros.
¿Qué queda entonces? Mi opinión como ciudadana, es que lamentablemente la educación en México está en crisis, la operación administrativa de la Secretaría de Educación Pública y del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE), se ha convertido a través de los años en una mafia terrible y poderosa, en un nudo enorme de corrupción, difícil de desbaratar.
Pero es un cáncer que no sólo padece el sector educativo, en la misma condición se encuentra el sector industrial y petrolero con PEMEX al frente, la Comisión Federal de Electricidad o el empresarial con montón de Bancos Comerciales y empresas que respalda el Gobierno para reducir impuestos y enriquecerse un poco más a cambio de aplicar a los consumidores políticas de servicio y cobranza, que trasgreden en forma abusiva y ventajosa sus finanzas. No hay país en el mundo en el que los ciudadanos paguen más impuestos que en México.
En la educación, sólo en México es posible ver que no existe un padrón real y fiel de la cantidad de maestros que existen en el país pues en el jaloneo de plazas se ha perdido el control, es verdad la compra-venta de plazas docentes, sí existen los maestros aviadores, y también aquellos que cobran el equivalente a dos o tres sueldos porque son titulares de más de una plaza.
No sería posible maniobrar en tal forma si la normatividad, supervisión y ejecución de las reglas operativas del gobierno se sujetaran estrictamente a las leyes, sostengo entonces que el gobierno es responsable, lo ha sido siempre al acceder o proponer continuamente negociaciones de interés personal o de conveniencia financiera, el gobierno inició y ha mantenido a través de la historia la interminable cadena de corrupción en México.
Ya no es un secreto para nadie que Gobierno y autoridades del sector público y privado toman acuerdos para obtener beneficios mutuos lacerando a la mayoría de la población, no es historia nueva, mi papá, mi abuelo y sus antecesores, se indignaban por las mismas situaciones.
El país está en crisis en el sector educativo y en todos los sectores progresivamente decae sin mejoras sustantivas.
Las condiciones son injustas y arbitrarias y deben ser cesadas, y en el tema que me ocupa, es parte de lo que propone la Reforma educativa, además de capacitar a los docentes que lamentablemente lo requieren porque muchos de ellos carecen incluso de lo elemental: una correcta ortografía.
Ignoro si la Reforma educativa será una medida eficaz para corregir los vicios del sector, pues cualquier ley en México es fácilmente corrompida, pero sin considerar lo anterior, supongo que como país nos conviene impulsar y apoyar la Reforma educativa tal cual como nos la están planteando y dando a entender, pues el país requiere progreso con urgencia y éste no viene sin una buena educación.
