Creer en Dios es definitivamente una decisión personal y de creer en Él, cada persona asume su existencia de acuerdo a sus propias creencias.
Pasamos la vida intentando descubrir cuál es nuestro propósito, supongo que como especie, el objetivo es proyectar a Dios en nuestras vidas a través de nuestros actos.
Recuerdo las muchas ocasiones en que he cuestionado la existencia de un Dios y Creador del Universo, aseguro que cada persona consciente en este planeta, al menos una vez se ha enfrentado a la angustiante incertidumbre.
¿Qué es lo que nos motiva a creer en un poder sobrehumano? Es parte de nuestra naturaleza buscar explicación a todas nuestras incógnitas, especialmente a aquellas relacionadas con la vida y el origen del hombre como especie.
Teorías hay muchas pero hasta ahora ninguna convincente, mucho menos comprobada, es entonces que todo aquello que no tiene una explicación lógica o certificada se le atribuye a un poder divino.
Y ya que tampoco se conoce respuesta alguna para la pregunta ¿quién creó a Dios?, se concluye que creer en él como Creador de todo el Universo es una tradición que se transmite de generación a generación y de cultura a cultura.
Creemos en Dios porque necesitamos una explicación al origen del mundo y del universo, también por nuestra necesidad de sentir que alguien de suma importancia aprueba nuestros actos, una razón más es que requerimos un sistema de justicia superior al que el humano ha creado para dar a cada quien lo que merece y que con frecuencia resulta perjudicado por los vicios y corrupción que siempre le han acompañado, de manera que la creencia en la justicia divina constituye un consolador recurso del que no se puede escapar.
A final de cuentas, creer en Dios es definitivamente una decisión personal y de creer en Él, cada persona asume su existencia de acuerdo a sus propias creencias.
Personalmente pienso que la espiritualidad es la necesidad consciente de Dios, es una necesidad del alma y es mediante la espiritualidad que la vida nos da la oportunidad de crear y probar que todos nosotros podemos ser realmente semejantes a Dios en cuanto a su grandeza espiritual si preparamos nuestro espíritu para ello.
Pasamos la vida intentando descubrir cuál es el propósito de nuestra existencia, y aunque cada persona determina objetivos particulares, supongo que como especie, el propósito de nuestra existencia es encontrar la unidad del pensamiento, conciliar nuestros conceptos de felicidad y verdad, proyectar a Dios en nuestras vidas a través de nuestros actos.
Blaise Pascal (1623-1662) Científico y filósofo, dijo: "Prefiero equivocarme creyendo en un Dios que no existe, que equivocarme no creyendo en un Dios que existe".
La experiencia de alimentar nuestra vida espiritual con proyectos y sentimientos positivos hacia nosotros y hacia aquellos que nos rodean, puede brindarnos un estado de felicidad y bienestar constante que inesperadamente y de manera mágica se manifiesta en una cascada de bondades que comúnmente conocemos como bendiciones.
Es mediante la espiritualidad que se camina hacia la unidad universal, ésa es la experiencia de los maestros espirituales de todos los tiempos que han buscado el camino de la verdad y la paz interior.
Y para quienes desean ingresar al mundo espiritual, sólo me resta precisar que existen miles de libros que abordan a profundidad el tema, pero no es en ellos ni acudiendo a la iglesia en donde podrás iniciar tu experiencia espiritual.
La espiritualidad reside en tus pensamientos, en tu voluntad, en tus ideas, debes escuchar lo que te dicta tu alma y fortalecerla para que los temores, las dudas y opiniones del mundo terrenal no trasgredan el camino hacia tu verdad.
Lo único necesario para comenzar una vida espiritual es el deseo y la decisión determinante de mejorar tu vida en torno a la felicidad que te puede brindar la paz interior, la armonía familiar, la rectitud de tus actos, la tolerancia y aceptación hacia las diferencias con otras personas, con el aprendizaje y desarrollo de todas las virtudes que implica tal progreso humano.
En resumen, en el momento en que tu voluntad te encamine a vivir dentro de la disciplina espiritual cubrirás tu vida de experiencias milagrosas.
Reiki para la salud y la armonía
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