Inicia el Ramadán en el Mundo Islámico

Uno de cada cuatro seres humanos en el planeta ha comenzado sus ayunos y oraciones dado el comienzo del mes de Ramadán.
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Uno de cada cuatro seres humanos en el planeta ha comenzado sus ayunos y oraciones dado el comienzo del mes de Ramadán.

Este mes sin duda representa el período más especial del calendario islámico pues se conmemora el inicio de la revelación coránica... la primera visita del Ángel Gabriel al profeta Muhammad revelándole la palabra del Creador.

Durante todo el mes los musulmanes se abstendrán de toda comida y bebida desde el alba hasta la puesta del sol para la complacencia de Dios. Sus rutinas diarias cambian significativamente pues comienzan sus días con un desayuno o 'suhur' que procuran terminar antes de que asome la primera luz del día.

Luego retornan a sus rutinas de estudio o trabajo pasando el resto del día con hambre, sed y cansancio.

Cada día esperan ansiosamente la hora de la puesta del sol para sólo entonces saciar su hambre y sed en la ceremonia de romper el ayuno o 'íftar' en alguna cena con familiares y amigos; o con su comunidad en la mezquita.

Tienen la firme creencia de que el ayuno sensibiliza el alma y corazón del musulmán, lo hace más receptivo a la advertencia y recuerdo del Creador. El libro sagrado del Corán, que según el Islam contiene la palabra literal del Creador revelada lee:

"¡Oh vosotros que habéis llegado a creer! Se os ha prescrito el ayuno como se les prescribió a los que os precedieron, para que os mantengáis conscientes de Dios..." (Corán 2:183).

Para el musulmán el ayuno en Ramadán envuelve cuerpo, alma y corazón. Es más que sólo restringir el estómago y las partes íntimas de comer, beber y de sostener relaciones sexuales en las horas del ayuno. Envuelve igualmente la lengua, guardándola del chisme, la mentira y la cosa frívola.

Igual protegen los ojos de mirar lo prohibido por Dios; y el oído de escuchar la trivialidad y suciedad que el Creador aborrece pues ello podría conducir a arruinar la intención del ayuno. Por último, el musulmán entiende que el corazón y la mente deben limitarse de permitirse indulgencias en cosas que no sean el recuerdo del Creador.

¿Y qué tal de los menores o enfermos... ayunan?

No todos están físicamente capacitados para el ayuno físico; a éstos Dios les indica en el Corán: "Pero, si alguno de vosotros está enfermo o de viaje, ayunará igual número de otros días; y en tales casos aquellos que se lo puedan permitir, que alimenten a un pobre como rescate". (Corán 2:184).

Durante el Ramadán el musulmán procura agradecerle al Creador Su misericordia porque entiende que de entre toda la humanidad los ha hechos de aquellos que creen y recapacitan en Sus signos; a diferencia de aquellos injustos que aún viendo Sus Signos están en tinieblas, no los entienden y los niegan.

Así lee el Corán al respecto: "En verdad, para quienes desmienten Nuestros mensajes y se burlan arrogantemente de ellos, no se abrirán las puertas del cielo; y no entrarán en el paraíso como no entra una soga trenzada por el ojo de una aguja: pues así retribuimos a quienes están hundidos en el pecado". (Corán 7:40)

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