Pagar un favor hacia adelante

En el mundo no hay ideas pequeñas, ni sueños inalcanzables, ya que cuando la fibra de la humanidad es acariciada por el simple hecho de hacer una diferencia, las energías, los pensamientos y el amor se mezclan para que sigamos evolucionando en nuestro caminar.
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¿Será posible que una idea cambie al mundo?

Esa fue la pregunta que le hizo el maestro de estudios sociales de una escuela en Las Vegas, Nevada a sus estudiantes en la película llamada "Paying it Foward", que se exhibió en el cine en el año 2000.

El propósito principal de este ejercicio era que cada uno de los estudiantes se convirtiera en agente de cambio en sus comunidades. Entre los que estaban en la clase escuchando lo que el maestro decía había un joven inquieto que miraba al mundo de una forma diferente y pensaba cuál sería su proyecto.

En el transcurso de explorar lo que sería su proyecto para "transformar al mundo", se ingenió una fórmula ganadora, basada en ayudar a tres personas directamente, con una situación en específico que ellos mismos no pudiesen hacer.

Aparte de hacer esos actos de generosidad desprendida, le añadió un elemento inusual al proyecto, que después de haber recibido ayuda, deberían ayudar a otras tres personas. El proyecto, aunque ambicioso, era uno que él entendía que podía cambiar al mundo un acto a la vez.

A su vez, este joven de escuela intermedia entendía que el proyecto desataría una cadena sin precedentes de actos no planificados, pero que ayudaría a cientos de miles personas que están en necesidad, por ende impactaría a una cantidad indeterminada de personas.

Todos en su clase se rieron de su idea, ya que entendían que era imposible medir algo intangible como un acto que impacta a una persona.

El término o concepto conocido hoy día en inglés como "Pay it forward" fue utilizado por primera vez por el escritor y poeta Ralph Waldo Emerson en 1841, cuando, en uno de sus escritos, escribió:

"En nombre de la naturaleza no podemos devolver los beneficios de quienes lo recibimos, o raras veces. Pero los beneficios que recibimos deben ser devueltos nuevamente, línea por línea, acto por acto, centavo a centavo a alguien más".

Luego en 1916 la escritora Lily Hardy Hammond escribió "uno no puede pagar amor de vuelta, uno lo paga hacia adelante" y desde entonces muchos otros escritores han abundado sobre el tema.

Lo que fue una película hace trece años hoy es una realidad y uno puede leer las historias diariamente en las páginas de las redes sociales, como "Keep On Truckin Team Jayden" en la que, una familia a nombre de su hijo que murió de cáncer en noviembre del 2012, comenzó a duplicar el proyecto de la película.

Existen en la página más de 39,000 personas que diariamente leen o escriben las historias en las que la generosidad entre dos extraños es la norma, y sobre cómo están impactando y devolviendo el sentido de humanidad a cientos de miles de personas.

Las grandes transformaciones en el mundo siempre comienzan por una simple idea que alguien se planteó y la compartió con otras personas, lo que crea una cadena de pensamientos, sentimientos y acciones ineludibles, que toman forma y se manifiestan de miles maneras.

En el mundo no hay ideas pequeñas, ni sueños inalcanzables, ya que cuando la fibra de la humanidad es acariciada por el simple hecho de hacer una diferencia, las energías, los pensamientos y el amor se mezclan para que sigamos evolucionando en nuestro caminar.

La respuesta a la pregunta inicial podría decirse que es sí, ya que una idea puede cambiar al mundo y diariamente somos testigos de esa transformación; no solo de nuestro entorno, sino de nuestra humanidad.

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