Los defectos de los demás

Hay una famosa cita que dice más o menos, uno no debería de mirar los defectos de los demás, uno debería de ver los suyos. Automáticamente que escuchamos esa cita en estos días nos preguntamos ¿cuál es la obsesión diaria de la inmensa mayoría de la sociedad en conocer, saber y auscultar los detalle de la vida del que está al lado?
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peleagetty

Hay una famosa cita que dice más o menos, uno no debería de mirar los defectos de los demás, uno debería de ver los suyos.

Automáticamente que escuchamos esa cita en estos días nos preguntamos ¿cuál es la obsesión diaria de la inmensa mayoría de la sociedad en conocer, saber y auscultar los detalle de la vida del que está al lado?

En donde fue que nos perdimos o tomamos una salida que no era la apropiada como sociedad, que no solo estamos viviendo en un mundo sobrecargado con tecnología, guiados por el síndrome de la inmediatez que vivimos en mundos cibernéticos, queriendo saber que está haciendo el vecino.

Desde que el mundo es mundo, siempre ha sido mucho más fácil el mirar hacia el del lado y criticar, señalar y hasta ajusticiar cualquier tipo de acción que no sea vista como normal, para aquellos que entienden que la vida es tal y como ellos la ven.

Es interesante como cuando éramos pequeños no teníamos ningún tipo de juicio ante la vida y sus circunstancias a nuestro alrededor. Nuestro entorno era simplemente un gran patio de juguetes y literalmente un mundo lleno de grandes posibilidades que significaban todo y nada a la vez.

Vivimos en un mundo en donde si sucedía algo, no nos dábamos cuenta, ya que para nosotros eso no tenía valor algún, ni sentimental, ni espiritual o físico, al menos que nos diéramos con algo.

Era esa misma actitud de "inocencia" quien era el eje central de toda nuestra felicidad absoluta e infinita que traemos en nuestro ADN.

Pero agraciadamente o desgraciadamente esa inocencia la perdemos con los pazos recorridos en el camino de la vida. Comenzamos a entender que lo que nos rodea no es el país de las maravillas, que los personajes que vemos diariamente no son los súper héroes, y mucho menos que somos invencibles.

En ese transitar por el mundo en donde exploramos todo lo que tenemos a nuestro alcance, no perdemos y dejamos que entre en nuestra mente las opiniones de los demás a formar parte de nuestro pensar.

Es en ese preciso momento en donde perdemos el sentimiento genuino de la "maravilla" y decidimos automatizarnos y unirnos a la sociedad, al que dirán, al seguir sin preguntar, el repetir sin cuestionar, el mirar y criticar sin un fundamento.

Nos perdemos en el mar de opiniones y nos unimos a una fuerza incontrolable, que si no despertamos seguiremos colectivamente perdiendo nuestra individualidad y continuaremos en la cotidianidad del qué dirán.

Hoy nosotros los seres que habitamos en esta existencia en este cuerpo humano, tenemos un gran reto de frente, que a su vez enfrentamos unas grandes oportunidades de crecimiento como sociedad y como individuos.

El reto es simple, es despertarnos de este sueño eterno, imaginario y sin sentido que hemos creado falsamente.

El reto es el crear una nueva oportunidad de vernos como individuos en el espejo de la vida, en reconectarnos no solo con nuestro niño interno, sino con el ser de luz que somos.

Es reconocer nuevamente nuestra inocencia y poder reconocerla nuevamente en los demás. Es reconocer que bajo ningún concepto debemos de pretender que alguien píense o sea como uno, ya que los zapatos de los demás son diferentes y no debo de juzgar.

El reto es el levantarnos todos los días y recordarnos que somos únicos, que no hay nadie en esta existencia con nuestro ADN, que hable, cante, brinque y salte como lo hacemos.

El científico Albert Einstein decía que "todos somos muy ignorantes, lo que ocurre es que no todos ignoramos las mismas cosas".

Despertemos a la realidad de quienes somos, dejemos el sentimiento de rechazo individual y deje que se refleje en el prójimo, retomemos nuestra inocencia divina y comencemos desde hoy a vivirla.

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