La perfección es una utopía, algo que deseamos alcanzar, es lo que mueve a muchas personas a seguir intentando alcanzar metas o simplemente conquistar aquello, que en un momento, es inalcanzable.
La perfección se define como la cualidad de perfecto. A su vez buscando el significado de perfecto encontramos que se define como "que tiene el mayor grado posible de bondad o excelencia en su línea" o "que posee el grado máximo de una determinada cualidad o defecto".
El atleta Michael Jordan intentó de describirlo en su autobiografía como "perfección es en donde su ego se desaparecía y él se convertía en uno con su equipo". También, comenta en su libro, que por alguna razón que al día de hoy no entiende, ni comprende, su vista se transformaba y comenzaba a ver como el aro del tablero se agrandaba y sus manos se sincronizaban con la bola para que nunca fallara.
En las pasadas semanas los medios de comunicación han tomado como excusa la celebración de los cincuenta años de su existencia, para recapitular la trayectoria de lo que ha sido uno de los mejores baloncelistas de todos los tiempos. No solo por los seis campeonatos que obtuvo bajo la dirección del mejor dirigente de toda la historia de la NBA, Phil Jackson, quien definitivamente estará en el salón de la fama en los próximos años, si no como el que "adquirió" la "perfección" ante los ojos del mundo, cuando se dio cuenta que solo no podía lograr aquello que tanto anhelaba, obtener un campeonato.
Reconociendo la necesidad de trabajar con otros, Jordan se dio a la tarea de recordar cómo ser humilde nuevamente. En conjunto con el dirigente buscaron el talento necesario para poder conquistar ese preciado sueño. La selección de cada uno de los integrantes no fue fácil, dado que era necesario un análisis completo de las fortalezas de cada individuo y evaluar como esas características impactarían el flujo del juego no solo de ellos, sino de Michael.
Al finalizar esa búsqueda a su vez el dirigente, mejor conocido como el "Zen Master", incorporó prácticas y disciplinas no tradicionales que vienen del budismo, yoga, el arte de la respiración, medicación y ejercicios de visualización, entre otras técnicas. Esto con el fin de recordarles a cada uno de los miembros del equipo que eran perfectos. Que la perfección del equipo era la combinación de sus fortalezas y cuán rápido cada uno de ellos se pudieran ajustar a las diferentes personalidades, sin perder de perspectiva la meta de ganar un campeonato.
Observando esto desde una perspectiva cotidiana, la perfección la escuchamos constantemente relacionado a la ciencia, los deportes, negocios o en nuestras relaciones interpersonales en donde estamos en la búsqueda de la perfección.
Lamentablemente, como sociedad, estamos obsesionados con la continua búsqueda de lo que supuestamente significa esa palabra. Desviamos continuamente nuestra atención por medio de la sobre estimulación que tenemos en cada segundo que respiramos. No nos percatamos que la palabra es solo una ilusión creada de una percepción errónea de lo que la realidad es y sacada de contexto.
Estamos enfocamos desenfrenadamente en algo que no existe y es en ese momento en donde perdemos nuestro norte en la vida. Ese norte es escoger diferente y recordar que desde que nacemos somos perfectos dentro de nuestra hermosa imperfección.
Cada una de nuestras fortaleza y todo aquello que nos rodea no es más que una gran oportunidad exploración para el beneficio de la humanidad. Nuestras oportunidades o como vulgarmente se le conocen nuestras "debilidades" son las áreas en donde tenemos la gran bendición de volver a aprender, crecer o superar lo que se presente.
Pero qué tal si eso que entendemos que tenemos que mejorar no es cierto, que tal si la perfección no es más que una trampa en la que hemos caído, y es solo un desvío que la vida nos da para re-encontrarnos con nosotros mismos, ya que nunca podemos estar perdidos. Nuestra brújula o nuestro GPS interno nunca ha estado descalabrado, al revés, son ellos los que nos han dado la gran sabiduría que celebramos tanto.
Los invitamos a que desde hoy comencemos a ver nuestras imperfecciones como algo positivo, algo que nos llevará por rutas impredecibles que nos impulsarán a transformar nuestras vidas. Recuerden que cada una de ellas serán fuente interminable de posibilidades, las cuales se convertirán en grandes bendiciones.