Retos, paciencia y amor

No ha nada sido fácil verla derrumbarse. Ver que su cuerpo grande y lleno de vida hoy está prácticamente paralizado y disminuido...se ha ido haciendo chiquito y encorvado.
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Volverse viejo no estaba en mis planes inmediatos, pero menos estaba el reto que tendría que enfrentar a mis sesenta, cuidar a mi madre.

Mi madre tiene noventa años y por su edad cada día se vuelve una "niña adulta" lo cual ha sido muy difícil para mi de entender, lidiar y comprender, porque nunca pensé que esa mujer de gran carácter y fortaleza viniera a menos.

Ha sido una experiencia que quiero compartir con mis lectores porque me ha hecho madurar y entender que todos tarde o temprano estaremos en el mismo camino.

El cambio aparentemente súbito de la mujer independiente de pensamientos, decisiones, propuestas, y forma de vida era evidente.

La mujer que nunca necesitó consejos, ayuda y que fue la viva imagen de fortaleza estaba perdiendo su memoria y su movilidad. Pero su fuerza de voluntad, carácter y bravío no se quedaron atrás porque luchó hasta el ultimo momento antes de necesitar asistencia.

No ha nada sido fácil verla derrumbarse. Ver que su cuerpo grande y lleno de vida hoy está prácticamente paralizado y disminuido...se ha ido haciendo chiquito y encorvado. La mujer de hierro, que guiaba a sus amigas de Casa Primavera (residencia de Seniors independientes) para volverse ciudadanas, aprender inglés, y que acudía a las clases de Valle del Sol todos los martes y jueves (donde según María, su mejor amiga, la tenían que callar porque hablaba mucho) hoy es más frágil que una hoja de papel, que basta un soplo de viento en cualquier momento para llevársela al mas allá.

En mis planes de vida nunca me imaginé que seria yo, la más pequeña de sus cinco hijos quien tuviera de privilegio de cuidarla, alimentarla, cambiarla, pero sobre todo de entender y enfrentar el cambio que sufrirá su mente.

Si, me declaro cansada e inexperta en cómo cuidar a quienes llegan a viejos pero también me declaro desesperada de ver como el sistema de salud actúa cuando más se le necesita.

Hoy mas que nunca respeto y entiendo porque nuestro presidente Obama busca el respeto y protección a los Seniors, quienes en su gran mayoría sufren de la indiferencia de sus hijos, abusos de algunos negocios que solo lucran con la vida de los ancianos como algunas casas de asistencia especializadas en el cuidado de los ancianos y que cobran cantidades de dinero extraordinarias por el "cuidado" de los ancianos, de la lentitud del sistema para resolver los grandes problemas de quienes con el pago de sus impuestos merecen toda la atención, de grupos de paramédicos insensibles que únicamente se dedican a lucrar así como de mil problemas yo desconocía y que existen en el camino a la senectud.

Ha sido muy difícil, pero a pesar de todo lo que hemos enfrentado, me encontré en el camino con tres ángeles; María, la mejor amiga de mi madre que me enseñó el verdadero valor de la amistad; Luis, trabajador social y paisano de Colombia, que en ningún momento me ha dejado sola y que con su gran sabiduría y experiencia me ha guiado y fortalecido para resolver todos los cambios; pero sobre todo el ángel mayor, mi esposo, que tomó la responsabilidad completita de amar a mi madre hasta el final de su camino.

Quiero dar gracias a Dios por permitirme estar al lado de mi madre en esta difícil etapa de su vida.

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