Muchas cosas han pasado desde que en 1920 la Enmienda Decimonovena de la Constitución de Estados Unidos concedió a la mujer el derecho al sufragio.
La lucha por los derechos de igualdad de las mujeres no ha sido corta ni fácil y el ejemplo lo hemos tenido en luchadoras como Elizabeth Cady Stanton, Susan B. Anthony o Sojourner Truth, quien nació esclava en el Estado de Nueva York y después de ganar su libertad llegó a ser una oradora destacada a favor del movimiento abolicionista y el movimiento de liberación de la mujer o en Elizabeth Blackwell, que fue la primera mujer en Estados Unidos en recibir un diploma en medicina.
Nada ha sido fácil... al contrario.
Las mujeres han vivido tres siglos de lucha por ser respetadas y en verdad el proceso ha sido muy lento. Creo que ya es tiempo de que se reconozca el liderazgo familiar, empresarial, cultural, profesional y político como debe de ser.
No solo en títulos sino en sueldos, prestaciones y en respeto, ya que muchos utilizan la imagen de la mujer como objeto de idiotez sexual. Las mujeres de este país tenemos que abolir la esclavitud de género que todavía vivimos.
No me cabe la menor duda que la lucha de la mujer debe continuar no solo para llegar a la presidencia sino para conseguir que países, como algunos del Medio Oriente, no sigan tratando como objeto a la mujer y sigan el ejemplo de Arabia Saudita, que acaba de anunciar que a partir del 2015 las mujeres podrán votar y ser electas en un cargo público.
Hillary Diane Rodham Clinton nacida en Chicago el 26 de octubre de 1947, abogada de profesión, Senadora por Nueva York, Secretaria de Estado en la primera administración de Barack Obama, y esposa del Presidente Bill Clinton, cuenta con la experiencia y sensibilidad para convertirse en la primer mujer presidenta de esta nación en noviembre de 2016.
Tiene la ventaja en votos en su partido, que es la más grande que hayan registrado las encuestas a nivel de medios de comunicación, antes del inicio de las elecciones primarias en treinta años.
Recapitulemos un poco sobre la presencia de las mujeres en el poder y que han existido desde la época antigua.
Recordemos a Cleopatra, reina Egipcia, la reina Victoria de Inglaterra, Catalina la Grande de Rusia, o la Primera Ministra de la India, Indira Gandhi. Aún queda mucho camino por recorrer pero en las últimas décadas la presencia de mujeres líderes en las democracias contemporáneas se ha hecho notar en países como Irlanda, Letonia, Finlandia, Filipinas y Sri Lanka.
Las cuatro primeras ministras Ángela Merkel, de Alemania, Helen Elizabeth Clark, en Nueva Zelanda, Khaleda Zia, en Bangladesh, Luisa Diogo, en Mozambique, en Corea del Sur, Park Geun-hye Ellen, y Johnson Sirleaf, presidenta de Liberia.
Asimismo hemos tenido numerosos casos en Latinoamérica: Laura Chinchilla (Costa Rica), Dilma Rousseff (Brasil), Cristina Fernández (Argentina) y Michelle Bachelet (Chile).
De las 10 mujeres calificadas como más poderosas del mundo según la revista Forbes en el año 2011, 7 se dedican a la política, 3 están al frente del gobierno en grandes economías, Ángela Merkel -Alemania- Dilma Doussef -Brasil-, Sonia Ghandi -India- y las otras cuatro se sitúan en posiciones de notable poder internacional. El mapa mundial actual de mujeres a la cabeza de estados crece y esto nadie lo va a impedir. Los roles están cambiando, y Hillary Clinton es el mejor ejemplo. Nada ni nadie detendrá al liderazgo femenino.
Victoria Ortiz. Periodista independiente. Vickyram27@yahoo.com