La economía de la inmigración

Las organizaciones en contra de la inmigración sostienen que los inmigrantes, especialmente los indocumentados, representan cargas onerosas para los sistemas de educación y salud y para esto hacen referencia a múltiples estudios. Estas organizaciones, como la Federación Americana para la reforma de la Inmigración (por sus siglas en inglés), tienden a obviar las contribuciones tributarias de los inmigrantes, así como la actividad económica y el crecimiento que estos facilitan. Por otro lado, grupos pro-inmigración como else enfocan en los aspectos positivos de la inmigración en la economía nacional, subrayando que la eventual deportación de todos los inmigrantes indocumentados podría costarle al PIB de EE.UU. alrededor de $ 2.6 billones de dólares a lo largo de 10 años.
This post was published on the now-closed HuffPost Contributor platform. Contributors control their own work and posted freely to our site. If you need to flag this entry as abusive, send us an email.
An accountant checks tax forms of one of his clients in his office in Naples on October 22, 2012. AFP PHOTO / MARIO LAPORTA (Photo credit should read MARIO LAPORTA/AFP/Getty Images)
An accountant checks tax forms of one of his clients in his office in Naples on October 22, 2012. AFP PHOTO / MARIO LAPORTA (Photo credit should read MARIO LAPORTA/AFP/Getty Images)

impuestos estados unidos

Las organizaciones en contra de la inmigración sostienen que los inmigrantes, especialmente los indocumentados, representan cargas onerosas para los sistemas de educación y salud y para esto hacen referencia a múltiples estudios. Estas organizaciones, como la Federación Americana para la reforma de la Inmigración (FAIR por sus siglas en inglés), tienden a obviar las contribuciones tributarias de los inmigrantes, así como la actividad económica y el crecimiento que estos facilitan. Por otro lado, grupos pro-inmigración como el Immigration Policy Center se enfocan en los aspectos positivos de la inmigración en la economía nacional, subrayando que la eventual deportación de todos los inmigrantes indocumentados podría costarle al PIB de EE.UU. alrededor de $ 2.6 billones de dólares a lo largo de 10 años.

En un país construido por inmigrantes, son estos contrastes los que animan las discusiones sobre inmigración y las políticas relacionadas a esta. Tales debates, sin embargo, pueden resultar frustrante: mientras aquellos en contra de la inmigración se aferran a datos que favorecen sus puntos de vista, los grupos pro-inmigración, desde su perspectiva acaban haciendo exactamente lo mismo. En ese sentido, el debate de la inmigración merece ser visto desde un punto de vista histórico. Hace un siglo, los parlamentarios estaban preocupados con el ingreso de inmigrantes de la Europa oriental y del sur, e hicieron lo posible para contener su flujo. Aún así, aquellos inmigrantes se integraron bien a la sociedad y pronto se convirtieron en valiosos ciudadanos. Ellos ayudaron al país durante tiempos muy difíciles, entre ellos las guerras mundiales, la Gran Depresión y la consolidación de Estados Unidos como una potencia militar y económica.

Rumbo a la corte federal

Caras de la inmigración sin papeles

Cuando el congreso reorientó la política de inmigración entonces basada en cuotas, y que favorecía a europeos occidentales y nórdicos, hacia una enfocada en captar profesionales calificados y en abrirles las puertas a familiares de ciudadanos, pocos previeron el impacto demográfico que originaría tal reforma. Ya sin restricciones en inmigración desde Asia, África y América Latina hemos visto en las últimas décadas el flujo de inmigrantes más diverso desde que se efectuó este importante cambio. Del mismo, hemos visto importantes giros en la economía nacional. Esto se debe en parte a las innovaciones tecnológicas de emprendedores nacionales y extranjeros, cuyo éxito no hubiera sido posible sin la llegada de ingenieros de otras partes del mundo.

Otro ejemplo son los trabajadores encargados del mantenimiento y reparo de nuestra infraestructura, vivienda y construcción. Todos ellos han ayudado a mantener a Estados Unidos en la cima de la economía mundial, aunque esto no signifique que no haya problemas con nuestro sistema de inmigración. Proveer oportunidades para que inmigrantes indocumentados obtengan visas y/o permisos de trabajo daría un gran impulso a nuestra economía. Más aún, miles de trabajadores podrían salir de las sombras, recibir remuneraciones más justas, constituyendo así una creación de empleo más amplia.

Cualquier nueva regulación o amnistía debe conllevar a una reforma comprehensiva de la inmigración. Tal cambio debe incluir un límite de visas más razonable para así satisfacer la demanda de los empleadores. Deben considerarse también las necesidades y reclamos de los sindicatos y las otras partes implicadas en el proceso. Esta será, sin lugar a dudas, una reforma dificultosa porque hay muchas partes envueltas que se oponen a reformas de cualquier índole, a pesar de admitir que existe la necesidad de un cambio.

Va a tomar mucha presión de parte de Washington y de sus detractores para hacer que el Congreso se movilice en el tema, pero es de interés general en lo económico y humanitario efectuar tal cambio. Como nos ha mostrado la historia, la fuerza de Estados Unidos proviene de nuestra habilidad para adaptarnos, crecer e incorporar a gente de diversos orígenes. No hay necesidad de temer al cambio. Debemos sino acogerlo y así mantener el motor económico que ha sido la envidia del resto del mundo.

Voto latino

¿Cuál es el aporte económico que hacen los inmigrantes a la economía de Estados Unidos ?

Mira qué opinan otros y deja tu comentario aquí

Popular in the Community

Close

What's Hot