"No es qué tan bueno eres sino qué tan bueno quieres ser", Paul Arden.
En su libro "It's Not How Good You Are, Its How Good You Want to Be", Paul Arden te da una lección fundamental no solo para los negocios sino para la vida personal.
El principal reto con el que mis clientes se enfrentan continuamente es consigo mismos. He perdido la cuenta del número de personas que he conocido que tienen talento, experiencia, contactos y recursos de todo tipo. Sin embargo esto no les ha servido de nada. Si no crees en tus capacidades nadie más lo hará.
1. El primer paso es identificar lo que quieres lograr. ¿Quieres poner tu empresa?, ¿comenzar un proyecto?, o ¿finalizar tu carrera? Es importante que tengas una imagen clara de lo que quieres lograr. Para más detalles puedes leer Cómo convertir tus propósitos de año nuevo en realidad.
2. Haz una lista de todas las cualidades personales que tienes que te ayudarán a lograr lo que quieres. Por ejemplo si estas montado una empresa o estás a punto de desarrollar un proyecto importante ya sea en tu carrera o tu vida personal, hazte las siguientes preguntas:
- ¿Qué está funcionando bien?
- ¿Qué puedes hacer para optimizar lo que ya te está funcionando?
- ¿Qué has hecho específicamente para lograr tu meta?
- ¿Cuáles son los recursos con los cuales ya cuentas, que te ayudarán alcanzar esta meta?
3. Piensa en algo que hayas logrado en los últimos seis meses de lo que te sientas muy orgulloso. ¿Qué habilidades utilizaste para lograrlo? Añádelas a tu lista.
Todas las personas tienen retos y experiencias durante su vida que los han hecho crecer. Lo que sucede con mucha frecuencia es que no nos damos cuenta que las mismas habilidades que utilizamos para superar algo personal son las que podemos utilizar en los negocios o en otras áreas de nuestras vida. Por ejemplo, cambiarte de ciudad o de país requiere de valor, flexibilidad, adaptación, etc. Para poner una empresa requieres de esas mismas habilidades que ya utilizaste exitosamente con anterioridad, muchas veces sin haberte percatado.
4. Ahora haz una lista de cosas de aquellas cosas que necesitas desarrollar. Una vez que identificas tus puntos débiles realiza un plan de acción. En cada punto indica qué vas a hacer para superar esa debilidad. Lo importante no solo es identificarlas sino establecer metas muy específicas, QUÉ ACCIONES realizarás y CUÁNDO las llevarás a cabo.
Por ejemplo:
No soy bueno utilizando las plataformas de medios sociales. ¿Conoces a algún amigo o conocido que pueda ayudarte o existe algún curso en línea que puedas tomar?
ACCIÓN: Hoy a las 4:00 pm hablaré con mi amigo Juan para que me recomiende qué plataformas utilizar para mi negocio y por dónde empezar.
Me da miedo hablar en público. ACCIÓN: Hoy me inscribo al curso para hablar en público en mi biblioteca local.
Y como dice el libro de Arden lo importante no es cómo eres sino cómo quieres ser y lo que estás dispuesto a hacer para lograrlo, además de las ACCIONES que realizarás a partir de hoy.
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