Hay momentos en mi vida que he sentido escalofríos pues algo que imaginé vívidamente se ha convertido en realidad.
Recuerdo perfectamente uno de esos momentos. Estaba sentada en un restaurant en el centro de Los Ángeles. Era cerca de la hora del lunch y yo estaba haciendo tiempo para ir a una entrevista de trabajo. En el aire se respiraba el bullicio de la ciudad, hombres y mujeres en trajes muy arreglados que se dirigían a sus oficinas. Mientras disfrutaba de un helado de vainilla pensaba: "yo quiero formar parte de esta ciudad, quiero estar del otro lado trabajando y viendo la ciudad desde el punto de vista de alguien que vive y trabaja aquí".
Es algo que solía hacer regularmente cuando quería un trabajo: visualizarme que ya lo tenía, que ya formaba parte de toda esa gente que veía a mí alrededor. Me imaginaba caminando en un día cualquiera y pensaba cómo sería mi vida cuando ya trabajara ahí.
En el pasado utilicé la técnica de la visualización sin darme cuenta de que lo hacía. Esta técnica es muy efectiva por ejemplo cuando tienes conversaciones que son importantes, como una negociación, una entrevista de trabajo o una conversación relevante con alguien.
Los deportistas utilizan esta técnica muy efectivamente. Corren sus carreras mentalmente, cuando haces esto tu cerebro vive la experiencia, de manera que cuando realmente lo llevas a cabo, te resulta más sencillo porque ya lo viviste.
La próxima vez que tengas una reunión importante ya sea de nivel personal o profesional, haz el siguiente ejercicio de visualización.
VISUALIZACIÓN
Tú puedes cambiar las cosas hasta que tengas la visión que quieres. O visualizar un evento en específico, por ejemplo una conversación difícil o una entrevista.
Cada noche antes de ir a dormir toma 5 minutos para imaginarte como quieres que sea tu mañana.
Cierra los ojos y ponte en un estado de relajación. Respira profundamente. Puedes contar lentamente en cuenta regresiva comenzado en el numero 25, relaja cada parte de tu cuerpo y mientras lo haces, continua respirando profundamente, respira por la nariz y exhala por la boca. Cuando estés listo, piensa en un momento de tu vida en el cual te sentiste realmente seguro de ti mismo, qué cosas te decías, dónde estabas, qué llevabas puesto, cómo te sentías.....realmente siente que fenomenal se siente estar seguro de ti mismo, relajado, cómodo, bien contigo mismo, con la persona en la que te has convertido. Visualiza que te acercas a la gente y les habla con seguridad en ti mismo, en lo que les estás diciendo. Te ves a ti mismo como una persona carismática, la gente se siente atraída por ti. (Incluye tu meta final: "Estoy .....y me hace sentir.... imagínate tus metas con lujo de detalles que ves, que escuchas y que sientes...." ).
Ahora visualízate viviendo el día de hoy, tu presente. Te ves al despertar por la mañana, estirándote, levantándote, desayunando, haciendo las cosas que quieres hacer, diciendo las cosas que quieres decir. Imáginate a ti mismo contento, optimista, disfrutando de la vida, acercándote hacia lo que quieres en la vida. Vete a ti mismo relajado y haciéndote cargo de lo que venga en tu camino, observa cómo manejas los retos. Mañana será el primer día hacia la vida que quieres. Que tienes puesto, como se ve tu cabello, que impresión o imagen quieres proyectar al mundo mañana. Velo, escúchalo y siéntelo. Tu subconsciente comenzará a buscar las imágenes que tú le alimentes.
Cada mañana antes de que te levantes de la cama, recuérdate a ti mismo como quieres que sea el resto de tu día. Pon tu alarma 5 minutos antes de tu hora habitual, date tiempo de estirarte y prepararte para el día que quieres tener, y visualiza cómo se desarrolla.
Si las cosas no salen como lo planeaste pregúntate, ¿cómo puedo lidiar con esto para que no interfiera con el resto de mi día? ¿cómo puedo hacer para dejar ir esto y continuar? Después regresa tu mente hacia el día que planeaste.
Hoy es un buen día para empezar el resto de tu vida:
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