- Edad de la paciente: 33 años
- Síntomas: Rodilla que "truena", "cruje" o "rechina", especialmente al subir escaleras o caminar en una pendiente. Dolor en el ligamento al saltar o hacer ejercicio de alto impacto.
- Diagnóstico: Inflamación del ligamento en la parte interna de la rodilla, desgaste desigual de los músculos que rodean a la rodilla, desgaste del cartílago que recubre los huesos de la articulación.
- Origen de la lesión: Traumatismo previo -con un año de antigüedad. El ligamento se torció y aunque se atendió en su momento, no hubo una recuperación adecuada. La rodilla se debilitó y perdió fuerza, particularmente en la parte interna. Hace tres semanas, la paciente comenzó a bailar frente al televisor, con un juego de Wii. La rodilla se inflamó y el dolor aumentó.
- Tratamiento: Inyección de antiinflamatorios y de colágeno. 30 minutos de bicicleta fija diarios. Fomento frío cada 8 horas durante 10 minutos por tres días.
- Próxima revisión médica: En tres semanas
De acuerdo, el Wii no tiene la culpa de nada. La culpa es mía por no calentar antes de ponerme a brincar y bailar. Bien lo dicen todos los expertos en deporte: el calentamiento es básico. Y ayer, el médico que me revisó la rodilla me lo confirmó una vez más.
"Cualquier deportista hace calentamiento antes de entrar de lleno a su disciplina. El futbolista, lo último que hace es tocar el balón. Primero tiene que correr, calentar, tal vez hacer ejercicio en el gimnasio, y ya luego vienen los movimientos con el balón en la cancha de juego", me explicó el Dr. Edgar David Chávez Llamas, especialista en Ortopedia y Traumatología con sede en la Ciudad de México.
Y claro, lo último que se me ocurrió a mí antes de ponerme a bailar con el "Just Dance 3" fue eso. Y a mis 33, como si además tuviera un largo historial de haber practicado deporte en mi vida. Hace un año que vengo haciendo ejercicio unas dos veces por semana, pero pasé del yoga a los pilates, y luego de aburrirme, pensé que sería mejor pegar de brincos. Y sí, con un par de canciones ya estaba sudando la gota gorda y con la rodilla bastante incómoda. Pero bueno, no dejé pasar demasiado tiempo y acudí al doctor.
"Ahora no bailes, tienes que dejar de forzar la rodilla", me dijo el médico. "Vas a comenzar a rehabilitar la pierna, porque los músculos que la rodean no han hecho trabajo al parejo. La lesión que tuviste te hizo que dejaras de hacer fuerza en la parte interna y entonces esa zona está débil y por esto te sigues lastimando. Hay que comenzar a hacer ejercicio poco a poco, para que vayas ganando fuerza, resistencia, balance", añadió el especialista.
Otra solución que el ortopedista ofreció, en lo que se refiere a rehabilitación, fue nadar. Pero de hacer esto, tendría que nadar únicamente de dorso, para ejercer la menor presión posible en la articulación.
Para mi fortuna, tengo una rodilla joven, y por eso el médico cree que en un mes de hacer la terapia que me recomendó deberé estar muy bien. Lo indicado para este caso es hacer bicicleta fija. "Sube el asiento lo más que puedas, para que tus piernas queden lo más estiradas posibles. La idea no es que hagas presión sobre la rodilla, así que no debes pedalear rápido ni fuerte. Estos 30 minutos de ejercicio no son para sudar ni para bajar de peso, son para fortalecer los músculos que rodean tu rodilla", me explicó el Dr. Chávez Llamas.
Y fue aquí cuando me habló de otros dos ejercicios que también acaban con las rodillas de la gente: el spinning y la zumba. De hecho, recientemente se reportó aquí que los casos de personas lesionadas por practicar zumba han ido en aumento.
"Casi 80 por ciento de las personas que se meten a estas clases abandonan en menos de un mes por lesiones en las rodillas. Y es que, a diferencia de los instructores, ellos no hacen ningún ejercicio para fortalecer sus rodillas. Quienes dan las clases no es lo único a lo que se dedican, seguramente hacen ejercicio en el gimnasio, y por eso tienen músculos fuertes y rodillas resistentes", señaló el ortopedista.
"Entonces, a partir de ahora, ese ejercicio moderado en la bicicleta fija debe ser tu actividad pivote. Primero tienes que recuperarte, pero después, toma ese calentamiento como base antes de realizar cualquier otra actividad. Ya decidirás si es baile, fútbol u otra cosa", añadió.
Y claro que seguiré sus instrucciones, porque aunque existen grandes probabilidades de que este tratamiento me funcione y en tres semanas que me toque revisión médica mi rodilla ya no haga ruidos extraños, si no me atengo a las recomendaciones puedo agravar la lesión y requerir una intervención quirúrgica.
"Es algo que en todo caso podría resolverse con una microcirugía. Es cuestión de limpiar la 'basurita' que permanezca alrededor de tu rodilla, para dejarla como nueva, y quizá en ese momento volver a inyectar colágeno. Es un procedimiento sencillo, pero creo y espero que no tengamos que llegar a ese punto", me dijo el doctor.
Y yo lo espero también. Entendí, primero, que toda lesión debe atenderse debidamente, que se le debe dar seguimiento hasta que se sepa que la recuperación ha llegado a su término. También aprendí que no puedo ejercitarme irresponsablemente, que eso, lejos de traerme beneficios, puede acabar con mi cuerpo, lesionarme seriamente. Hice conciencia ya de que al cuerpo hay que tratarlo con cuidado para que este pueda hacer lo que le pedimos sin sufrir por ello. Entendí que hasta para jugar Wii hay que usar un poco más la cabeza. Y todas aquellas a las que se le haya metido la idea de meterse a alguna clase de ejercicio para ponerse en forma, no tomen a la ligera esta historia, porque lo cierto es que las lesiones de rodilla están a la orden del día.
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