Y Argentina volvió a su realidad

Ya corrido el velo mundialista, se imponen las responsabilidades de lidiar con la cotidianeidad. La inseguridad, la Justicia cuestionada, la caída de los salarios y la incertidumbre de ver a la clase política aún divida.
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Cristina Elisabet Fernández de Kirchner, aka Cristina Kirchner, is the 55th President of Argentina.The source image for this caricature of Argentine President Cristina Kirchner is a Creative Commons licensed photo from Embajada de EEUU, Buenos Aires's Flickr Photostream.
Cristina Elisabet Fernández de Kirchner, aka Cristina Kirchner, is the 55th President of Argentina.The source image for this caricature of Argentine President Cristina Kirchner is a Creative Commons licensed photo from Embajada de EEUU, Buenos Aires's Flickr Photostream.

Tras el mundial, es normal que los asuntos públicos pendientes resurjan con toda su fuerza. Millones de argentinos anhelaban el triunfo de su selección nacional de fútbol en Brasil, pero se acontentaron, y así lo demostraron las manifestaciones masivas de alegría, con el segundo puesto del campeonato.

Ya corrido el velo mundialista, se imponen las responsabilidades de lidiar con la cotidianeidad. La inseguridad, la Justicia cuestionada, la caída de los salarios y la incertidumbre de ver a la clase política aún divida entre buenos y malos sin que se logren consensos claros que permitan vislumbrar un próximo recambio de gobierno alentador.

¿Qué es lo visible, dentro de este panorama incierto sobrevolado por buitres, corrupción e incertidumbre económica? Lo primero que se observa es que en el oficialismo kirchnerista aún predomina la necesidad de impedir que su poder se debilite.

En esto, la actual administración ha sido siempre muy hábil. Pero todos los largos procesos políticos (tres mandatos kirchneristas consecutivos) tienen un final y sobre todo, un marcado desgaste. Aún así, lamentablemente, no se escuchan voces opositoras que rescaten algunos aciertos kirchneristas que podrían ser retomados y mejorados en pos de lograr, al menos una vez en la historia, sostener una política de Estado en común.

Con todo, por estos días la prioridad oficial de sostener poder resultó por lo menos difícil. La alegría del fútbol no alcanza cuando la realidad se impone y azota a la credibilidad oficial que expone un Vicepresidente procesado por corrupción que no obstante preside actos patrios y ejerce la Presidencia en ausencia temporal de la Presidenta, como días pasados cuando Cristina asistió a la reunión del grupo BRICS ( Brasil, China, India, Rusia y Sudáfrica) y la Unasur (Unión de naciones Suramericanas), en Brasil.

Esta fue la primera vez que Boudou ejerció la presidencia luego de su procesamiento judicial, mientras enfrenta un Senado cada día más crítico hacia su figura. Discusiones internas entre los propios kirchneristas acerca de su apoyo al segundo referente institucional más importante del Ejecutivo, son moneda corriente y ya pasaron a ser públicas, como la del Ministro del Interior, Florencio Randazzo, quien expresó públicamente: "no le hace bien al Gobierno nacional que haya un funcionario con un proceso judicial".

Desde su lugar, la oposición que no es mayoría en ninguna de las dos Cámaras del Congreso, insiste con pedir la licencia de Boudou.Tal es el caso de la Unión Cívica Radical (UCR), mientras UNEN (Frente de fuerzas socialdemócratas) y FAP (Frente Amplio Progresista) siguen reclamando su renuncia, motivados por el reciente procesamiento y las diversas causas que pesan en su contra.

Los kirchneristas temen que la situación judicial de Boudou arrastre no sólo la imagen del gobierno en su último año de gestión, sino también sus posibilidades de dar batalla electoral en el 2015, con una nueva figura liderando esta fuerza política.

La lentitud y el mal funcionamiento de la justicia en Argentina es un tema muy serio, que por estas horas sumó reclamos internacionales al cumplirse 20 años del atentado no esclarecido a la mutual israelita de Argentina (AMIA).

Pero la cotidianeidad arroja también otras preocupaciones a los argentinos. La inflación, la caída del poder adquisitivo, las paritarias atrasadas, y cierta sensación de que los valores fueron trastocados y ser honesto es una tontería en una sociedad que parece premiar la picardía criolla, el engaño y la corrupción, por encima de las obligaciones y el respeto por el otro. Esta no es solo la premisa de una generación joven sino que atraviesa diversas capas etarias dentro de la sociedad argentina.Y será una tarea muy dura revertirla.

En este escenario, hay opositores muy críticos que arrojan cifras diametralmente opuestas a las que emite el gobierno. El Diputado Claudio Lozano, del FAP(Frente Amplio Progresista) nos aporta algunos datos sobre la transición que nos toca vivir : "Llevamos 10 meses de caída de la actividad industrial y la construcción. Los últimos nueve meses se han destruido 340.000 puestos de trabajo. Como si esto fuese poco los primeros cinco meses del 2014 evidencian caída respecto al 2013. La inflación sigue en el rango del 30 y 35 por ciento. En este escenario no existe hoy ningún elemento que indique que esto puede alterarse antes del cambio de gobierno. De no mediar algún tipo de Acuerdo político y social que ordene la transición, es impensable una modificación de la situación recesiva e inflacionaria hasta el próximo gobierno."

Las negociaciones con los fondos buitre tampoco suman calma, por supuesto. Ningún ciudadano mínimamente informado duda que Argentina terminará pagando caro sus intereses externos, pero mucho más caro aún, sus deudas internas que entristecen los semblantes argentinos cuando se habla de cómo llegar a fin de mes, pagar cuotas de salud, colegios y servicios en permanente aumento, sin que los sueldos alcancen esa constante y corrosiva inflación, que nos sitúa según el Fondo Monetario Internacional, en el cuarto puesto de países con mayor inflación en el mundo, luego de Venezuela, Sudán e Irán.

Sin dudas el sistema aprieta y el gobierno intenta dar sus últimos coletazos de coherencia, al menos desde lo discursivo. Así, días atrás, el ultra kirchnerista Ministro de Defensa, Agustín Rossi advirtió que los fondos buitre "son la cara más vil de un sistema perverso y que la humanidad no puede estar gobernada por el capitalismo financiero". Repasando la historia, Rossi declaró: "Desde siempre los sectores de derecha han buscado distintas estrategias para desgastar a los gobiernos nacionales y populares".

Pero aquí no todo es culpa de los fondos buitre, la realidad es un tanto más compleja, como intento describir en los párrafos precedentes.

Hay que decir también, que toda América Latina, naciones del Caribe, España, Suiza, Italia y parlamentarios británicos, así como el propio Presidente Barak Obama, han sido claros en apoyar la iniciativa argentina de pagar en sus términos a los Fondos Buitre. En el mismo sentido parecería estar Rusia, cuyo máximo lider político,Vladimir Putin, visitó hace días el país, resaltando públicamente la posición argentina en los foros internacionales.

Su apoyo a la causa Argentina por Malvinas, sella también una sintonía en materia de posiciones internacionales similares. Sin dudas, un espaldarazo poderoso y controvertido que intenta ayudar al gobierno en un frente internacional cada día más complejo. En el mismo sentido fueron los acuerdos firmados este viernes con el Presidente chino, Xi Jiping.

Claro que nosotros somos Argentina y primero deberíamos resolver lo que nos ensombrece como sociedad, las promesas internas que nuestra democracia aún nos debe y que por lo pronto, pasan porque tengamos un panorama económico interno controlado, una Justicia que le haga honor a su poder, y una reorganización ética que privilegie los valores más sanos.

Un Estado que cumpla con proporcionar una educación general y cívica que nos aleje definitivamente de la ignorancia y el desinterés político y social. Eso nos va a permitir elegir con responsabilidad, sin desentendernos luego, sino controlando al poder y a las instituciones.

Porque son nuestras. Y sus ocupantes no son ni más ni menos que nuestros representantes, a quienes deberíamos recordarles todos los días, que el trabajo y la inclusión siguen siendo demandas urgentes y masivas en nuestro país.

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