Argentina: calor popular y protestas callejeras

A los ciudadanos, por el momento, nos queda Dios, si nos escucha, para que los que tenemos luz, no la perdamos y los que no la tienen , la recuperen, antes de que el clamor popular se haga más violento
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La agobiante ola de calor que atraviesan las provincias del Centro y Norte del País, incluida la Ciudad de Buenos Aires, preocupa a las principales autoridades sanitarias que alertan a través de los medios de comunicación sobre cómo afrontar el alerta Rojo dispuesto por el servicio meteorológico nacional que rige desde los últimos 11 días y es la consecuencia de una ola de calor intenso y cortes de luz no programados .

El Alerta Rojo significa que todos los habitantes estamos en condiciones de ser afectados por los devastadores efectos de la deshidratación, las intoxicaciones por comidas en mal estado, y hasta la muerte, cuyas cifras se incrementan , según indican las autoridades sanitarias, en casos de intenso calor, a casi al doble por día, en los centros urbanos más poblados.

Los constantes cortes de energía eléctrica, sobre todo en la ciudades más populosamente habitadas como Buenos Aires, la capital del país, llevan a los ciudadanos a un estado de malestar social y frustración constante ante la falta de respuesta de las dos principales empresas de energía elèctrica local, Edenor y Edesur, que funcionan como distribuidoras privadas de energìa. No parecen funcionar sin embargo, como comunicadoras sociales, en momentos en los que la crisis las obliga y el alerta de calor pone en riesgo la salud y la vida de la gente que está viviendo , en algunos casos por varios días consecutivos, cortes de servicio en pleno verano porteño.

Temperaturas de entre 35 y 40 grados centìgrados llevan el malestar a niveles insospechados , que incluyen decenas de cortes de calles como medio de protesta, cortes de autopistas, robos en plena noche, sin iluminación en algunos barrios de la Capital y hasta un muerto en la ciudad, que manifestaba pacíficamente en una de las esquinas donde se concentraban otros perjudicados y que fue baleado por la polìcía Federal en la víspera de la nochebuena. Hecho poco mencionado, que tiñó de tristeza este 24 de diciembre a quienes todavía somos capaces de reaccionar ante las injusticias en un país que sigue negando muchos de sus problemas estructurales.

Realmente es notable la ausencia de un mensaje contundente por parte del Ejecutivo nacional, representante máximo del Estado que debería mediar enérgicamente, articular intereses entre las empresas privadas de electricidad y sus consumidores, sobre todo en momentos de crisis energética y subyacente descontento social por una inflación que no se logra controlar y lleva a las góndolas de los supermercados a espantar a los consumidores que vuelven a elegir las segundas marcas como hace casi 13 años atràs, en plena crisis del 2001.

Entre la poca claridad de un discurso político oficia y opositor, que parece haberse tomado vacaciones veraniegas, el pueblo argentino padece y se defiende como puede, claro, a veces, como en el caso del vecino de Directorio y Quirno (barrio de Flores), pagando con la muerte, el reclamo pacífico por un servicio que en estas condiciones debería ser garantizado, en vez de violentado .

Las altas temperaturas, producto de una ola de calor que sitúa este diciembre como el más caluroso en los últimos 43 años, es utilizada como argumento - poco creíble - de parte de las empresas distribuidoras de energía eléctrica para justificar la alta demanda de la misma de parte de los acalorados argentinos. Las cuadrillas de rescate eléctrico no alcanzan a solucionar los inconvenientes y el Estado no se percibe con la determinación que se le conoce a la gestión Kirchner (Cristina) en otros momentos o situaciones nacionales.

Hay que entender, que tras los sueldos holgados de la clase política, subyacen los de los trabajadores, formales e informales, ni qué hablar de los condenados que viven fuera del sistema por las calles de la ciudad, o hacinados en villas cada vez más populosas.

Muchos de los vecinos de la Ciudad , hoy afectados por este flagelo del calor y la falta de respuesta empresaria y política, son personas comunes, la mayoría habitantes de edificios de muchos pisos, entre ellos, mucha gente mayor que no puede moverse por sí misma en condiciones de extremo calor, por ende mucho menos transitar escaleras ante la falta de suministro energético de sus ascensores. Muchas de estas personas no tienen parientes o servicio de ayuda domèstica para poder comprar alimentos y esto hace su supervivencia aùn más dura. Recordemos que los cortes de luz en muchos casos acarrean cortes de agua. Y al ser consecutivos, en muchos casos, hacen a una sobrevida penosa que nadie merece.

Los barrios más afectados son Flores, Floresta, Villa Mitre, Villa Santa Rita, Monte Castro, Villa Real, Paternal, Caballito, Almagro, Villa Crespo, Villa Urquiza, Villa Devoto, Villa del Parque, Recoleta, Barracas y Vicente López. En todos, predomina la bronca, expresada en piquetes o ahogada en impotencia. En la impotencia de pensar cómo los que nos representan permiten tanto desastre.

EL DISCURSO DEL PODER

En estas horas, Cristina Kirchner negó una eventual candidatura para las próximas elecciones del 2015. Lo hizo para desmentir las declaraciones de un Diputado oficialista que lejos de acercarse al reclamo popular urgente y vital, le dedicò declaraciones a la cuestión político-electoral.

Hacia el final de la tarde de este jueves, el ministro de Planificación, Julio De Vido, ratificó que el Gobierno seguirá "velando para que las empresas de distribuidoras de electricidad cumplan con el contrato de concesión y resolver los problemas" de corte de luz . Pero también agregó que la posibilidad de interrupciones en el suministro "no están en los contratos", como desligando la responsabilidad hacia las empresas.

Y así estamos los ciudadanos, en el medio de la nada, pareciera. Porque las empresas 'culpabilizan' en parte de sus discursos y en algunos casos, 'el uso desmedido de los aparatos eléctricos de parte de los usuarios, que no informaron cambios de sus electrodomèsticos', como dijo hoy el titular de la empresa de luz de la Ciudad de Córdoba. Declaraciones similares se escucharon de parte de otras empresas de Buenos Aires y Rosario, otra de las ciudades afectadas por el desastre energético. Ni què hablar de las dilaciones en las respuestas cuando algùn operador de las distribuidoras responde el teléfono de reclamos.

Siguiendo con los discursos , el Gobernador de la Provincia de Buenos Aires, el peronista Daniel Scioli , dijo que se deberían buscar "alternativas" para el aumento de tarifas en sectores con "más capacidad" adquisitiva ". "Hay temas que encarar sobre la crisis energética , se limitó a decir. Y añadió que 'la clave es la reinserción de la Argentina a nivel mundial a través del crédito" para reinvertir en el sistema eléctrico.

El gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, a travès de su vicejefa Eugenia Vidal, consideró que los cortes de luz 'obedecen a un problema estructural que deben solucionar las empresas eléctricas y el gobierno nacional'. Y auguró que los vecinos afectados por los cortes no pasen un fin de año sin luz, como sucedió en tantos casos durante la navidad, advirtiendo que seguirán trabajando a través de Emergencias, Defensa Civil y la Guardia de Auxilio de la ciudad.

Mientras tanto a los ciudadanos, por el momento, nos queda Dios, si nos escucha, para que los que tenemos luz, no la perdamos y los que no la tienen , la recuperen, antes de que el clamor popular se haga más violento, como ya sucedió esta tarde con vecinos de la ciudad de Lanús (Gran Buenos Aires) , que intentaron incendiar la sede de su distribuidora energética local, acción con la que otros ciudadanos advertían desde las redes sociales , 'si no les devolvían la luz'.

Independientemente de que las condiciones climáticas puedan mejorar y aliviar transitoriamente el calor, es claro que en Argentina hay una situación estructural de desajuste energético, que la clase política no logra consensuar desde hace años y que los más perjudicados intentan reclamar como pueden. Con todo su derecho, además.

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Pie de foto de AP: una mujer come helado en un local sin electricidad ya por media hora en Buenos Aires, el 26 de diciembre. El dueño dice que "la luz" viene y se va, y que los helados se derriten. (AP Photo/Victor R. Caivano)

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