Jeb Bush: No es hispano ni es nuestro amigo

Jeb Bush no es miembro de la comunidad latina, y tampoco comparte nuestras prioridades. Como el resto del partido republicano, no tiene contacto con el pueblo americano, y no debería ser nuestro presidente.
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SWEETWATER, FL - MAY 18: Former Florida Governor and potential Republican presidential candidate Jeb Bush speaks to supporters during a fundraising event at the Jorge Mas Canosa Youth Center on March 18, 2015 in Sweetwater, Florida. Mr. Bush is thought to be seeking to run for the Republican nomination but he has yet to formally announce his intentions. (Photo by Joe Raedle/Getty Images)
SWEETWATER, FL - MAY 18: Former Florida Governor and potential Republican presidential candidate Jeb Bush speaks to supporters during a fundraising event at the Jorge Mas Canosa Youth Center on March 18, 2015 in Sweetwater, Florida. Mr. Bush is thought to be seeking to run for the Republican nomination but he has yet to formally announce his intentions. (Photo by Joe Raedle/Getty Images)

Hace unos meses se reportó que el antiguo gobernador de Florida, Jeb Bush, alguna vez se había descrito a si mismo como "hispano" en los formularios para la inscripción electoral. Bush y sus seguidores bromearon con ello como si fuese un simple error, lo que probablemente es cierto.

No obstante, sigue siendo incorrecta la percepción de que Jeb Bush es amigo de la comunidad latina. Porque habla español y cuenta historias de su familia inmigrante, se asume que Bush tiene un historial más favorable que sus compañeros republicanos en los temas que de verdad importan a las familias hispanas. Pero los latinos en Florida saben que Jeb no está, ni nunca lo ha estado, de nuestro lado.

No se ve en ningún sitio más claramente que en la reforma migratoria. Millones de inmigrantes y sus familias viven con miedo a la deportación. Sin embargo, Jeb Bush ha expresado su oposición a DACA y DAPA, las acciones ejecutivas llevadas a cabo por el Presidente Obama para aportar tranquilidad a los niños, padres y madres inmigrantes. En el Senado de Florida, me siento orgulloso de luchar para que las familias inmigrantes permanezcan unidas. Necesitamos un presidente que comparta los valores que refuercen los vínculos en nuestras familias y comunidades, no los que las hacen jirones.

Jeb Bush no tiene nada en común con muchos latinos que se han abierto camino hasta la clase media, o quienes están peleando por llegar. Para muchos latinos, el camino más certero hacía la clase media es a través de la educación. Jeb Bush lleva mucho tiempo atacando medidas como la reducción del tamaño de las aulas y apoya presupuestos que absorberían el financiamiento para educación - de educación primaria a las becas Pell para estudiantes universitarios. No estaría donde estoy hoy sin la educación que obtuve en las universidades de Rutgers y George Washington - pero todavía sigo pagándola debido a los créditos estudiantiles. Hacer más difícil que los estudiantes puedan pagar la universidad cierra irresponsablemente las puertas de la oportunidad a las generaciones futuras.

Las políticas de Bush son también muy dañinas para muchas latinas en su puesto de trabajo. Probablemente haya oído que a las mujeres se les paga tan sólo una fracción de dólar comparado a sus colegas masculinos. Para las latinas, la diferencia es todavía mayor. Latinas que trabajan a tiempo completo, al año perciben 56 centavos por cada dólar que percibe un hombre blanco no hispano. La ley de Equidad Salarial es una legislación que ayudaría a abordar esa discrepancia, pero Jeb Bush afirmó que nunca había oído hablar de ella. No podemos esperar que Jeb Bush luche con nosotros por temas que nos importan cuando ni siquiera está al tanto.

Todos recordamos lo fuerte que la recesión económica golpeó en Florida. Pues Jeb Bush apoyó las políticas presidenciales de su hermano que ayudaron a causar la recesión. Como gobernador, Bush cercenó impuestos por miles de millones para beneficiar a los ricos y a las corporaciones antes que a la clase media. Apoyó el plan de su hermano para privatizar el Seguro Social y respaldó un presupuesto que habría acabado con el Medicare tal y como lo conocemos - la esencial red de seguridad necesaria para proteger a aquellos golpeados más fuerte por la recesión. Y mientras las familias de Florida sufrían a recesión, Jeb Bush hacía caja en Wall Street después de dejar de ser gobernador.

No son solamente los latinos quienes no van a encontrar un aliado en Jeb Bush. Bush dijo que hay "justificaciones muy serias" para las leyes republicanas de identificación de votantes que él defiende, a pesar de que esas leyes privan de derechos de voto a minorías de manera desproporcionada. Bush también se opone a la igualdad en el acceso al matrimonio, que por fin ha llegado a Florida este año después de años de lucha. No sólo ha dicho que no cree que el matrimonio del mismo sexo sea un derecho constitucional, sino que ha dejado claro que piensa que los negocios deben tener el derecho de discriminar a americanos y americanas LGBT. También ha afirmado que el matrimonio tradicional es el camino para salir de la pobreza - lo que podría explicar porque está tan deseoso de cerrar programas y servicios de los que dependen muchas familias en apuros.

Parece que los únicos amigos por los que se preocupa Jeb Bush en realidad son los conservadores republicanos con quienes tiene alineada su perspectiva, y la gente adinerada como él que confían en beneficiarse de sus políticas económicas. Jeb Bush no es miembro de la comunidad latina, y tampoco comparte nuestras prioridades. Como el resto del partido republicano, no tiene contacto con el pueblo americano, y no debería ser nuestro presidente.

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