Pareciera que cada Clásico es una película nueva en la que los personajes son los mismos pero los actores son diferentes. Da la sensación de que el Real Madrid se ha convertido en un camaleón que, dependiendo el escenario, adopta un color diferente para despistar al enemigo. En este caso, el incendio que había acompañado al vestidor blanco en las últimas semanas, con Sergio Ramos y Özil como protagonistas, fue sofocado con la victoria frente al Ajax. Desde mi humilde opinión, el conjunto merengue llega más afilado que el Barcelona.
Mauricio Cabrera: El Real Madrid le ha metido miedo al Barcelona. Los merengues se han comportado como bailarines dispuestos a moverse ante todo tipo de música. Cuando hace falta ganar con el cuchillo en la boca, lo hacen para provocar el desgaste de los pantalones de Mourinho; cuando tienen que mostrar la categoría del puto amo, van a Holanda para seguir vapuleando el producto milagro en que se ha convertido la receta balompédica de Johan Cruyff. El Barça anda con paso perfecto, pero el Madrid es una fiera indescifrable, un enigma que ni ante la revolución interna pierde sus deseos de conquista.
S: Tampoco hay que olvidar que muchas veces las apariencias engañan. Me refiero a ambos equipos. El Barcelona lleva una marca perfecta, en la que con la lesión de Iniesta se ha encontrado un Cesc con la mira calibrada, y un David Villa en condiciones para apartar del once a Alexis Sánchez, sin embargo, los problemas en defensa son evidentes y preocupantes, quizás ahí, en la retaguardia, es donde el conjunto culé parece tener una pata de palo, mientras que el Real Madrid, por su parte, emite señales de tener una memoria a corto plazo y de olvidar con facilidad los problemas que conciernen al vestidor, pero difícil parece que el Madrid, de aquí al domingo, libere la presión de tener que remar contracorriente y que, de perder en el Camp Nou, el mar pudiera ponerse peligroso.
M: He terminado por aceptar que Mourinho es un genio. Estoy convencido que él hubiera podido salvar al Titanic después de chocar con el iceberg. Cada semana le surge un nuevo problema de alcoba y acaba saliendo victorioso. En un Real Madrid-Barcelona las emociones son diferenciadores fundamentales. Ahí, me parece que Barcelona ha perdido el pulso. Gana con la mecánica; Real Madrid, en cambio, y aunque me duela, es más temperamental, destila vehemencia en cada gota de sudor y tiene a jugadores sedientos de gloria, ya sea por vencer a los rivales o hasta a su propio técnico. Esa es la fuerza de Mou, el único técnico capaz de ganar dividiendo. A Tito le hacen falta derrotas para tener sangre en las venas, le falta sufrir para aprender a gozar.
S: Coincido contigo en que probablemente lo que más extraña el Barcelona de Guardiola son las emociones de las que carece Tito Villanova. Sin embargo, con respecto a Mourinho, difiero de ti. Un técnico que sólo es capaz de sacar el mejor rendimientos de sus equipos generando conflictos internos entre sus jugadores, pareciera más bien la labor de un psicólogo que busca generar problemas para luego resolverlos y satisfacer su egocentrismo.
De cualquier forma, regresando al Clásico, creo que el Madrid, aprovechando la debilidad defensiva del Barcelona, saldrá a presionar desde el inicio. Será un partido intenso, de mucho desgaste físico, en un escenario que intentará, a través del futbol, hacer entender al mundo que su independencia está a la vuelta de la esquina. Me parece aventurado decir que al Real Madrid no le va a pesar la presión, independientemente de las pocas emociones que Tito le transmite a su equipo.
M: El fin es lo que importa. A Mourinho se le puede criticar todo, menos su efectividad. Aunque los números marquen una lógica divorciada de lo que mis ojos perciben, el Real Madrid es favorito. Jugadores clave como Cristiano Ronaldo, Benzema y hasta el propio Pepe traen motivación a tope. Ramos juntó al equipo para firmar, hasta nuevo aviso, la pipa de la paz y Kaká, ese al que tú lo mandabas al exilio, ha renacido. No es que el brasileño sea pieza importante, pero quería cantarte mi triunfo en la cara. Es difícil describir lo que le pasa al Barcelona, pero sabe a otro producto aunque sus ingredientes son los mismos y sus resultados aún mejores.
A la Liga, al futbol y a los propios culés, les vendría bien un golpe numérico para que Tito descubra la alegría que hay en él y deje de ser el tipo duro que cambia a sus jugadores con la facilidad con que se quita a los peones en un tablero de ajedrez.
S: Eres un facilón. El partido frente al Ajax era un partido a la medida para Kaká. Un Clásico es diferente. No sé si el brasileño esté para encarar un duelo en el que el vaquero más rápido con el gatillo se adueña del marcador. Lo veremos, aún así, me conmueve tu delicado criterio, que varía dependiendo del clima, de las horas de sueño que hayas tenido, e incluso de las sensaciones que puede tener un jugador en sólo 90 minutos. Anda, vete a dormir, que se te hace tarde...
M: Me voy, pero antes diré que mi relación contigo no es mejor que la que tengo con mis perros. Por mí que gane Barcelona, bien sabemos que lo prefiero, pero mi criterio de piedra me dice que no va a ocurrir. Sueña con Kaká... que por fin tienes razón...
S: Vete a pasear tus perros, que necesitas despejar tu mente. ¿Te toca pagar el café o los vas a cargar a mi cuenta?
M: A tu cuenta, como siempre...
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