El próximo 8 de marzo es el día internacional de la mujer. Una fecha que pasó de ser llamada tímidamente el día internacional de la mujer que trabaja, a convertirse en un movimiento con bases sólidas, que implora la igualdad por medio de protestas pacíficas, marchas, y redes sociales.
Nuestra sociedad está aceptando finalmente que la mujer es igual de inteligente y capaz que el sexo opuesto, y que hay que tratarla bien, porque merece respeto. Cada día vemos más mujeres en posiciones importantes y a una mujer multifacética que es profesional, ama de casa, esposa y en algunos casos madre soltera por elección, y que triunfa.
El primer Día de la Mujer se remonta a 1911, época en la que el sexo femenino no había conseguido ni la tercera parte de los logros y el reconocimiento de hoy. Varios países como Alemania, Dinamarca, Austria y Suiza formaron parte de la iniciativa. Como hemos avanzado en este tema, algunos países árabes o de áfrica y Latinoamérica, que todavía reprimen a las mujeres deberían tomar nota. Mas ahora en un mundo globalizado en donde es muy difícil ocultarse tras un velo. Y no me refiero a un velo religioso que muchas mujeres llevan por elección y convicción, me refiero al maltrato que sufre la mujer en muchos casos y a la falta de oportunidad y reconocimiento. Cuántas mujeres en épocas pasadas no hicieron una excelente labor en sus vidas siempre ocultas tras un hombre.
Discriminación, violencia, represión, silencio obligado, violación, abuso físico y psicológico, son solo algunos de los crímenes de los que son protegidas hoy las mujeres en la mayoría de los países desarrollados. Estados Unidos como potencia es uno de los mejores ejemplos en el tema, porque aunque no todo está resuelto, la administración Obama está trabajando en auges a una igualdad entre los sexos. Con todo y la oposición de algunos republicanos que han querido politizar y degradar a la mujer con comentarios y políticas no aptas para el siglo veintiuno.
La ley estadounidense protege a la mujer en su teoría, sin embargo hay muchas maneras en las que no se cumple y la mujer por miedo a denunciar vive en silencio el aislamiento. Es el caso además de muchas mujeres inmigrantes que no han resuelto su situación legal en el país que por temor a ser deportadas aguantan maltratos y abusos. En algunos casos, una mujer se atreve a denunciar, y muchas otras la siguen.
Menos mal que esta semana se aprobó la extensión de la ley "Violencia contra la mujer". Fue una larga batalla política, de esas que últimamente no faltan en el congreso estadounidense, pero sin el apoyo gubernamental a esta causa, muchas más mujeres seguirían en silencio. La ley aporta fondos públicos para condenar el abuso sexual y la violencia doméstica y proveer asistencia para las víctimas. Es esencial que existan legislaturas como esta. La mujer no debe vivir cayada por temor a que los criminales no sean juzgados como es debido y tomen represarías o por miedo a no ser apoyadas y entendidas.
En el día internacional de la mujer no solamente celebremos que las mujeres vivimos en mejor condiciones de igualdad, también aboguemos por todas las que viven reprimidas. Como dice el dicho, a una mujer no se le debe tocar ni con el pétalo de una rosa pero no por esto es menos capaz que el hombre. www.sabinaopina.com twitter @sabinacovo