Marco Rubio ha construido su carrera política con el relato de un niño inmigrante que logra el sueño americano.
La historia personal de Rubio es, de hecho, poderosa y una que yo conozco bien. Al igual que Rubio, mis padres vinieron a Estados Unidos de otro país con poco más que la esperanza de un mejor futuro para sus hijos.
Las historias personales son inspiradoras, pero al final, cada uno de nosotros como oficiales electos debemos ser juzgados más por lo que hacemos que por las historia que contamos.
Rubio ha tenido éxito vendiendo su historia. Lo mismo no es cierto cuando se trata de abogar por aquellos que quieren seguir su camino.
Desde que se postuló para el Senado de Estados Unidos, Rubio ha tratado de presentarse como un republicano que está comprometido a la reforma migratoria al mismo tiempo que se presenta como uno de los favoritos de los extremistas del Tea Party.
Rubio ha sido una contradicción desde el principio y está claro que su "apoyo" por la reforma migratoria no estuvo bien pensado.
Rubio está visitando Arizona, un estado que represento con orgullo y que sigue sufriendo cada día por la incapacidad del Congreso de aprobar una reforma migratoria.
Hace cinco años, yo estaba protestando la ley de inmigración de Arizona SB1070 que era divisiva, dañina, peligrosa, y que finalmente fue desmantelada. Rubio, por su parte, estaba presentando dos caras diferentes dependiendo de su audiencia. .
Frente a un público mayormente latino en Miami el 27 de abril de 2010, Rubio advirtió que los estadounidenses no se sentirían cómodos con un "estado policial" en Arizona. Menos de dos semanas después, Rubio le dijo a un sitio web ultraconservador que él hubiera votado a favor de la versión final de la ley, a pesar de que había preocupación por obligar a los inmigrantes que mostraran sus papeles.
La lucha por la SB1070 no era sólo acerca de la ley migratoria de un solo Estado; fue un momento decisivo para el movimiento de la reforma migratoria. Rubio no sólo eligió el lado incorrecto sino también quiso apoyar los dos lados a su conveniencia.
Desde entonces, Rubio va de fracaso en fracaso como la marioneta del Tea Party que ha demostrado que es.
El año pasado, Rubio corrió de su propio plan de reforma migratoria después de que el Tea Party lo presionó para que lo abandonara. Y ahora que él se está lanzando para presidente, Rubio Se ha movido aún más al extremo, proponiendo un plan que empezaría con la militarización de la frontera.
En español, Rubio dice que tenemos que hacer la reforma migratoria por partes, en Inglés dice que si no hacemos la seguridad fronteriza primero no hacemos nada. Todos sabemos cómo esa historia termina, sin alivio para las familias inmigrantes.
Entiendo la complexidad y las presiones políticas en juego cuando se trata de una reforma migratoria. Pero si Rubio abandona tan rápidamente una póliza por la cual alguna vez mostró tanta pasión - al menos públicamente - ¿por qué deberíamos confiar en cualquier cosa que dice?
Lo que hace que el Sueño Americano sea diferente en comparación con la idea de éxito en otros países es que cuando uno es exitoso, uno encuentra alguna manera de ayudar a los demás. Para Rubio, parece que el sueño americano es sólo una historia que le gusta contar.
