Polito Ibañez: "A mi nunca me censuraron en Cuba"

Polito Ibañez: "A mi nunca me censuraron en Cuba"
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Un pájaro en lo alto, en lo más fino del árbol alto, un tomeguín
nervioso, breve, tan liviano como un soplo de luz, está cantando
su propia levedad, la maravilla de su increíble ser
su pura vida minúscula, perfecta, iluminada.
Eliseo Diego


Entrevistar a un grande de la música cubana, como lo es Polito Ibañez trae al entrevistador un riesgo enorme. Polito, es una persona extremadamente culta. Muy jovial, sincero y hablador. Eso, para quien no ha vivido partes de la vida que ha vivido Polito, es un peligro.

Por eso me lancé a esta aventura. Porque yo también soy del campo, porque yo también llegué a la capital un día a estudiar en la Universidad de la Habana, y cuando vi el Habana Libre y alcé la mirada, esa misma noche escuché cantar a Polito.

¿Cómo y por qué Polito deja a un lado la actuación y apuesta por el riesgo de una carrera musical?

Era muy mal actor según mi visión. Estaba absolutamente convencido de que era muy malo y no quise, digamos profanar tan sagrada profesión con mi presencia, Yo nunca me sentí bien como actor y decidí dejar de hacer eso.

Tú querías ser oceanólogo y finalmente terminaste siendo un oceanólogo, pero de las almas de las personas.

(Sonríe)... al final terminé siendo un oceanólogo del alma de las personas. Me he vuelto un hombre extremadamente sensible y los tiempos están para ser más pragmáticos, pero mientras más vivo, mientras más experimento esa sensación de entregar emociones a través de la palabra, más me convenzo de que realmente yo domino el mundo de "las bajas aguas" Es así que en vez de ser un oceanólogo del mar, de las ciencias, soy un oceanólogo de la poesía, del alma de las personas.

Todo artista, al menos en sus inicios, quiere ser rebelde, y revolucionador. ¿Quiso Polito revelarse en contra de algo en sus inicios como músico?

No tenía un punto de referencia muy concreto. Era una rebeldía que me parece era intrínseca en mí, debido a una invitación que hizo Fidel, para que la gente dijera lo que pensaba. Eso después se torció, tomó otro camino cuando Carlos Aldana se convirtió en el ideólogo del PCC en Cuba. Pero yo ni siquiera creo que esa rebeldía la tuve a partir de ahí porque recuerdo que cuando estaba en la Escuela Secundaria, renuncié al carné de la UJC pues yo veía gente que eran miembros de esa Organización y llenaban los sacos con piedras y turrones de tierra para poder cumplir la norma y yo nunca hacía eso. Entonces me dije: si esa es la juventud comunista, yo no quiero ser nada de eso. (...)

Tus letras, de marcada vocación intimista sin dudas han marcado un hito dentro de una generación, que se ha decantado por escuchar este tipo de ensueños, digamos, personales o reflexivos de una persona común, alejada de otras preocupaciones como puede ser el doble discurso político de una Cuba dividida, entre lo que se dice que es y lo que la gente percibe. En fin, la propuesta de Polito ha sido otra: no tomar explícitamente partido en la protesta. ¿Te han recriminado por eso?

Yo creo que tuve censuradas algunas canciones. A mí alguien me dijo alguna vez que canciones como Adivina adivina, Filípica de la ciudad, como Cada día, Hoy he vuelto a rezar y otras muchas más fueron censuradas en la radio, pero a mí personalmente, salvo aquellas personas de guayabera que estaban en los conciertos míos en las esquinas y que parece que daban la sensación de que vigilaban, a mí personalmente nadie me molestó nunca, ni nadie me persiguió, ni yo no me sentí acosado.

¿Qué cosa o cosas, te gustaría llevar contigo de Cuba cuando viajas que por motivos, digamos, objetivos o subjetivos, o de intangibilidad no puedes llevarte?

A veces he pensado que eso que me preguntas, tiene que ver con que uno tiene una familia y sentirse protector de ella. Pienso en mi madre, y todo lo que se sacrificó para que yo pudiera estudiar en el ISA. Mi madre, limpiaba pisos en un restaurant y ganaba el sueldo mínimo en aquel entonces en Cuba que era de $87.00 pesos cubanos. De esos me mandaba mensualmente $45.00 para que yo pudiera estudiar. Esas cosas yo no las puedo abandonar y dejar atrás.

En la entrevista con Juan Manuel Cao en el Canal AmericaTV, aquí en Miami, no quisiste hablar de Pablo Milanés y por el poco tiempo que tuviste para explicarte, quien no te conozca puede haberse llevado una impresión negativa sobre ti. ¿Crees que resulta difícil para un ser humano recordar o hablar de alguien, con el cual ya no mantienes vínculos, sabiéndote eternamente agradecido o deudor en una etapa de tu vida?

Yo creo que lo que pasa con Pablo es una cuestión absolutamente personal y una decepción absoluta de una persona que yo conocí en profundidad. Hay una cosa real. Yo no tengo absolutamente ninguna duda, y me siento sumamente agradecido de ese gesto de Pablo. Solo que cuando termina el disco, a mí no me gusta. Actualmente, no me gusta el disco por una razón muy sencilla y absolutamente técnica: es un disco que suena a Pablo Milanés. Sin ese disco, Polito tampoco existiera, pero la relación histórica mía y de Pablo se hizo absolutamente mala quizás por eso, porque yo tuve el valor de decirle exactamente después que el disco se mezcló, "a mí no me gusta el disco". Ese tipo de planteamientos, en un muchacho como yo, ingenuo en ese momento, pueden ser absolutamente muy dolorosos para una persona que se siente en el lugar donde estaba Pablo. Así que yo puedo entender que se haya sentido ofendido.

¿Cómo crees que la humanidad, y no te hablo solo de los cubanos, pudiera prepararse para aceptar las distintas voces dentro de un mismo partido político? ¿No crees que es como generar un caos frente al orden establecido y que nadie "dentro" va a permitirlo?

Es imposible que exista un solo Partido... o vamos a quitarle el nombre de Partido, es absolutamente imposible que exista un solo conglomerado humano que tenga un concepto único, o que tenga un consenso único cómo debe organizarse una economía y como deben ser las leyes y esas cosas que son las que crean las personas que dirigen en los partidos o en los gobiernos, y que a su vez, tengan la capacidad de tolerarse, de ser y entenderse. Incluso creo que resulta casi imposible y resultaría nocivo. Realmente haría que las personas no tengan contradicciones; y de las contradicciones de la naturaleza y de entre los hombres es que nace la creación.

Decía Borges que: "La literatura no es otra cosa que un sueño dirigido". ¿Qué es para Polito Ibañez la música?

Es mi gran compañía, es mi gran perro, mi perro fiel, mi fiel eslabón de la vida, es mi otra cadena y es la cadena que me ata a mí con lo que sigue y con lo que está detrás de mí; un elemento que une a Polito con todo el futuro y con todo el pasado de lo que ha sido.

Se ha puesto de pie y como desde el primer día que nos conocimos, me brinda un abrazo. Siento que la guitarra me cela desde el sofá. Esbozo una sonrisa.

Afuera, tanto como adentro, el sol brilla por Cuba, esa Cuba que tanto mi entrevistado como yo sentimos tan cerca pero tan lejos, separados por unas 90 millas. El con la certeza que volverá pronto, yo con las dudas que me brinda la frivolidad de la emigración.

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