Dos futuros le esperan a la salud del país

Recientemente, la Fundación Robert Wood Johnson y la organización Trust for America's Health, divulgamos el informe anual F as in Fat: Cómo la Obesidad Amenaza el Futuro de los Estados Unidos. Las tasas de obesidad en los Estados Unidos no solo permanecen inaceptablemente altas, sino que la epidemia sigue afectando a los hispanos y a los negros de manera desproporcionada. El reporte de este año examinó --por primera vez-- la forma en que la epidemia de obesidad podría impactar nuestro futuro en los próximos 20 años. Irónicamente, este pronóstico me motivó a reflexionar sobre el pasado.
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File photo dated 28/07/10 of an overweight man eating fast food as bariatric surgery is too often being seen as a 'quick fix' to solving obesity problems, research suggests. A new report found that many patients undergo operations without properly assessing of the risks the procedure poses to them.
File photo dated 28/07/10 of an overweight man eating fast food as bariatric surgery is too often being seen as a 'quick fix' to solving obesity problems, research suggests. A new report found that many patients undergo operations without properly assessing of the risks the procedure poses to them.

obesidad

Recientemente, la Fundación Robert Wood Johnson y la organización Trust for America's Health, divulgamos el informe anual F as in Fat: Cómo la Obesidad Amenaza el Futuro de los Estados Unidos. Las tasas de obesidad en los Estados Unidos no solo permanecen inaceptablemente altas, sino que la epidemia sigue afectando a los hispanos y a los negros de manera desproporcionada. El reporte de este año examinó --por primera vez-- la forma en que la epidemia de obesidad podría impactar nuestro futuro en los próximos 20 años. Irónicamente, este pronóstico me motivó a reflexionar sobre el pasado.

Hace treinta años yo vivía en Filadelfia y trabajaba como profesora en la Universidad de Temple. Desde mi oficina se podía ver hacia abajo de la calle North Broad, la cual atravesaba algunos de los barrios urbanos más deteriorados de todos los Estados Unidos en las últimas décadas. Después de un largo día de trabajo me dirigía a casa como mi hija de edad preescolar.

Queríamos comprar algunos ingredientes para la cena, pero no podíamos encontrar un supermercado u otro establecimiento donde comprar frutas frescas, vegetales y otros de los alimentos saludables a los que estábamos acostumbradas a comer. Aproximadamente 20,000 personas vivían en ese vecindario --en su mayoría afroamericanos y latinos en situación de pobreza--, quienes tenían que lidiar con este tipo de desventajas diariamente. Lo que en ese momento yo no sabía, es que Filadelfia era un reflejo de cómo las políticas y el entorno afectan la dieta, la obesidad y la salud.

En ese tiempo la obesidad no se veía como un problema de salud pública serio, y las tasas de obesidad del estado parecían insignificantes comparadas con lo que vemos ahora. En 1995, Misisipi tenía una tasa de obesidad en adultos del 19.4 por ciento y Colorado tenía la tasa más baja con un 13.9 por ciento. Según los últimos datos, Colorado todavía posee la tasa más baja, pero esta ha aumentado a un 20.7 por ciento. No creo que en 1995 nos hubiéramos imaginado que el menor índice de obesidad de hoy en día, es mayor que el índice más alto de ese entonces. Por eso es tan importante ver hacia adelante, hacia el año 2030, y así trazar un mejor futuro.

El nuevo análisis del informe de este año estima que si los índices de obesidad continúan su ritmo ascendente actual, para el año 2030 las tasas de obesidad en adultos podrían alcanzar --o sobrepasar-- el 44 por ciento en cada estado, e incluso podrían superar el 60 por ciento en 13 estados. De ser así, los nuevos casos de diabetes tipo 2, derrame cerebral, enfermedades cardiovasculares, hipertensión y artritis podrían dispararse. Los costos de la atención médica asociados a la obesidad podrían aumentar en más del 10 por ciento en 43 estados, y en más del 20 por ciento en nueve estados.

Por el contrario, el análisis también muestra que si el índice de masa corporal (IMC) promedio se redujera en tan solo 5 por ciento en cada estado, podríamos evitar que millones de personas desarrollen serios problemas de salud y podríamos ahorrar miles de millones de dólares en gastos de salud, para ser precisos, una reducción de entre 6.5 y un 7.8 por ciento en casi cada estado. Para el 2030, esto podría igualarse a un ahorro de entre $1.1 mil millones en Wyoming y un $81.7 mil millones en California.

Hemos alcanzado mejoras importantes en la prevención y reducción de la obesidad en todo el país, especialmente entre los niños. Por ejemplo, California, Misisipi y Nueva York están empezado a mostrar una disminución en los índices generales de obesidad infantil. No obstante, las tendencias en esos lugares también nos han demostrado que los niños que enfrentan los mayores obstáculos para tener acceso a opciones saludables y que están en mayor riesgo de obesidad, no siempre se benefician de estas mejoras. Pude ver la evidencia de primera mano cuando vivía en Filadelfia. Sin embargo, un estudio divulgado este otoño ilustra otra versión de la historia.

Datos recientes muestran que la forma en la que Filadelfia ha reducido sus tasas de obesidad ha ayudado a cerrar las brechas de desigualdad. Al mismo tiempo que la ciudad logró una disminución general en las tasas de obesidad entre estudiantes de escuelas públicas, las mejoras más significativas se dieron entre los estudiantes negros varones y las estudiantes hispanas mujeres. Entre los estudiantes negros las tasas disminuyeron casi un 8 por ciento, y entre las estudiantes hispanas la disminución fue de un 7 por ciento.

Aunque la disminución en los índices de obesidad infantil en Filadelfia es un acontecimiento reciente, hay que tomar en cuenta que sus esfuerzos a nivel comunal empezaron hace más de una década. Necesitamos aprender de la Ciudad del Amor Fraternal y diseminar las acciones y políticas que funcionan para que todos los niños puedan disfrutar de los beneficios que trae una buena salud.

Ya soy abuela y quiero que mis nietos --al igual que toda su generación-- sean personas saludables. Si ejecutamos acciones efectivas, evitaremos que muchas personas desarrollen diabetes tipo 2, enfermedades cardiacas, cáncer y otras complicaciones de salud. Asimismo, lograremos que el ahorro en los costos de atención médica y el incremento en la productividad tengan un impacto económico positivo y tangible. Invertir en prevención hoy significa un futuro más saludable, productivo y prometedor para nuestro país.

Comidas arruinadas

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La Fundación Robert Wood Johnson (RWJF, por sus siglas en inglés) y la organización Trust for America's Health (TFAH) colaboraron en el informe, el cual fue apoyado con una subvención de RWJF. El informe completo con las clasificaciones de los estados en todas las categorías está disponible en la página web de RWJF en http://www.rwjf.org/goto/twofutures/.

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