Lo que inspira es noticia

Bajo la premisa de que "el mundo cambia con tu ejemplo, no con tu opinión" (Pablo Cohelo) se puede construir una nueva forma de hacer periodismo. Por ejemplo, dedicar toda la edición de un periódico o una revista a la paz y la reconciliación de Colombia que ha iniciado recientemente un proceso de diálogos con la guerrilla.
This post was published on the now-closed HuffPost Contributor platform. Contributors control their own work and posted freely to our site. If you need to flag this entry as abusive, send us an email.

conferenciagetty

Bajo la premisa de que "el mundo cambia con tu ejemplo, no con tu opinión" (Pablo Cohelo) se puede construir una nueva forma de hacer periodismo. Por ejemplo, dedicar toda la edición de un periódico o una revista a la paz y la reconciliación de Colombia que ha iniciado recientemente un proceso de diálogos con la guerrilla.

Lo más poderoso de esta comunicación pueden ser los testimonios de personas que han perdonado, que han sido víctimas de la violencia o victimarios y hoy sus vidas son distintas gracias a que dejaron el pasado atrás: no piden venganza sino reconciliación y miran con optimismo el futuro a pesar que han padecido el secuestro, la violencia o el desplazamiento.

Cada testimonio de estos tiene el poder de inspirar a otros. El poder de abrir el camino de la reconciliación porque toca el corazón de cada ser humano. No es una revolución colectiva, sino una transformación individual.

Esta nueva comunicación puede construirse sobre la máxima de que lo que inspira positivamente a las personas, es noticia. Un periodismo capaz de dejar atrás el que impera hoy basado en el principio de "good news is simply no news", esbozado hace más de 50 años por Marshall Mc Luhan.

Por esa vía muchos medios de comunicación llegaron a extremos increíbles: la mayoría de las noticias que se difunden son una secuencia de escándalos, asesinatos, crímenes, accidentes, desastres, tragedias, tristezas.

No importa si la sección es judicial, nación, internacional, orden público, lo que se transmite son, principalmente, malas noticias. El mundo de las calamidades.

O lo contrario: noticias livianas de los famosos: sus amores o desamores, secretos, equivocaciones, a donde van de vacaciones, que casas o yates compran, que ropa se ponen. Del accidente con tres muertos de un bus en Villavicencio se pasa, en un segundo, a la separación de una cantante famosa.
Una vez escuché de un grande del periodismo colombiano lo siguiente: yo prefiero ser el médico que se centra en los órganos dañados para mejorarlos y no en los buenos para aplaudirlos.

Dicho así tiene sentido, pero: ¿Y la medicina preventiva? Hoy sabemos que buena salud no es solamente ausencia de enfermedad sino, fundamentalmente, equilibrio físico, mental y emocional. ¿Quién puede dudar que la tristeza, la depresión o el estrés enferman y matan?

En nuestro símil, esa medicina preventiva, que hace seres humanos más sanos y felices, es la comunicación basada en las noticias que inspiran positivamente.

No es una comunicación rosa, de buenas noticias. Es una comunicación de historias y situaciones reales con la fuerza transformadora del ejemplo, enfocada más en la solución que en el problema. Y con la fuerza necesaria para abrir corazones. El miedo paraliza al ser humano, la esperanza lo impulsa a actuar positivamente.

Una comunicación que no choca con la crítica, la polémica o la denuncia que siempre serán fundamento de la libertad de expresión y pilar de la democracia. "Si quieres cambiar el mundo, primero cambia tu mismo", dijo Gandhi. Esta comunicación que inspira puede impulsar el progreso y bienestar de la sociedad y una mayor felicidad para las personas.

¿Te pareció interesante este blog?

Mira qué opinan otros y deja tu comentario aquí

Popular in the Community

Close

What's Hot