Liverpool, ¿corporativos apuestan por logros a largo plazo?

En entregas anteriores comenté sobre el gusto y placer de disfrutar cada fin de semana del fútbol inglés y admito en estas líneas que soy un ferviente admirador de la escuadra escarlata, una de las más antiguas de esta liga. Liverpool me enamoró en los años ochenta, década en la que logró sus más grandes victorias y en la que dio a conocer jugadores inolvidables. Los noventa arrojaron también momentos de euforia y gloria, pero sin lograr un objetivo, quizá el más importante, de cualquier escuadra histórica dentro del fútbol de la Liga Premier, obtener ese título.
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Liverpool's Martin Skrtel celebrates after scoring his team's opening goal
Liverpool's Martin Skrtel celebrates after scoring his team's opening goal

liverpool equipo ingles

En entregas anteriores comenté sobre el gusto y placer de disfrutar cada fin de semana del fútbol inglés y admito en estas líneas que soy un ferviente admirador de la escuadra escarlata, una de las más antiguas de esta liga. Liverpool me enamoró en los años ochenta, década en la que logró sus más grandes victorias y en la que dio a conocer jugadores inolvidables. Los noventa arrojaron también momentos de euforia y gloria, pero sin lograr un objetivo, quizá el más importante, de cualquier escuadra histórica dentro del fútbol de la Liga Premier, obtener ese título.

El siglo XXI no trajo muchas alegrías a los seguidores porteños, una épica Champions League en 2005, alguna que otra copa local y nada más. Desde 1990, año en que Liverpool logró su último título de liga, no ha logrado esa gloria que tanto ha buscado un club con tanta historia y protagonismo en el viejo continente.

La participación del Liverpool dentro de esta incipiente temporada de la Liga Premier, temporada 2012-13, ha hecho sonar alarmas y luces rojas previendo una catástrofe que ningún club con tanta importancia está ajeno de sufrir: descender a la división inmediata inferior. Preguntémosle al River Plate su experiencia en esta aventura en la B de Argentina.

Para muchos es alarmante ver al Liverpool en penúltimo lugar de la tabla y para algunos con cierta edad y buena memoria, no quieren ver al equipo rojo de vuelta a la segunda división, como sucedió en 1954.

En campeonatos largos (como debería ser en todos los países), algunos equipos comienzan a tomar su rumbo, su carácter y fisonomía después del primer tercio de la temporada. Pensar que por tres partidos el Liverpool pueda descender, es pensar en un escenario escandaloso y tempranero.
Sin embargo lo que preocupa es que temporada tras temporada, Liverpool no ha dado más que palos de ciego, innumerables traspiés, no se ha montado en una constancia y consistencia que lo acerquen a los primeros lugares, al contrario, lo ha empujado a pensar en que si las cosas no mejoran, pueda tener problemas de descenso, bancarrota y mediocridad.

Prueba de la inconsistencia y desconocimiento es el trato, el manejo en ocasiones descontrolado de jugadores y movimientos que a veces hacen pensar que los directivos del Liverpool están más empeñados en hacer negocio que lograr victorias y campeonatos. Y si es así, pues sólo que lo digan y no esperamos nada a cambio, pero es que en manejo de negocios sólo se han dado a la tarea de mover jugadores como piezas de ajedrez, sin lograr aún dar jaque al rey contrario.

Remontándome a lo más reciente, Rafa Benítez logró, como escribí líneas atrás, dirigir y llevar al equipo a una final de Champions que ganaron, sin olvidar otra que perdieron, pero se olvidó de devolverle el protagonismo y dinámica que siempre fueron característicos del Liverpool. Pasaron después Roy Hodgson, Kenny Dalglish y actualmente Brendan Rodgers, quien llevó al Swansea a la Premier League.

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Pero el paso de entrenadores, muchos en tan sólo tres años y jugadores como Benayoun, Mascherano, Insúa, Aquilani, Joe Cole, Raúl Meireles, Fernando Torres, Andy Carroll, entre otros, que se fueron del equipo, aunado a la bancarrota sufrida en 2010, Liverpool no ha levantado el vuelo a manos del corporativo Fenway Sports Group (FSG), quien comparte desde 2011 acciones con LRMR Branding & Marketing, de la que es propietaria el basquetbolista LeBron James.

Los movimientos para este ciclo 2012-13, las salidas de Kuyt, que sin brillar tanto aportaba algo a la delantera, Aquilani, que no estuvo toda la temporada anterior, Craig Bellamy, Andy Carroll, Charlie Adam, y la inclusión de jugadores con poco nombre, hacen pensar que Liverpool está apostando a resultados a largo plazo.

Se rumoró que Michel Owen, otrora estrella de Liverpool y que pasara por múltiples equipos, como Manchester United, podría regresar, lo que demuestra que los directivos quieren jalar un nombre conocido para esta temporada. Afortunadamente el rumor sólo fue eso.

Pero ¿qué tan largo debe ser el plazo para ver resultados? Han pasado doce años y no se ha obtenido ningún título de liga. La apuesta de la directiva escarlata quizá tenga un as bajo la manga o sea sólo una estrategia de marketing de la que parece tener vasta experiencia los corporativos que la manejan, pero dejan atrás el fútbol y así, no habrá nada de qué vanagloriarse en el futuro. Espero estar equivocado.

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