MUROS Y PUENTES / Por encima del ruido y las nebulosas

Ahora que aparece cercana la reforma migratoria en el panorama nacional, quienes enarbolan el apoyo a esa actualización de las leyes de inmigración deben colocar por encima del ruido y las nebulosas que se forman, ensombreciendo el debate, que se incluya un camino claro hacia la ciudadanía.
This post was published on the now-closed HuffPost Contributor platform. Contributors control their own work and posted freely to our site. If you need to flag this entry as abusive, send us an email.

Ahora que aparece cercana la reforma migratoria en el panorama nacional, quienes enarbolan el apoyo a esa actualización de las leyes de inmigración deben colocar por encima del ruido y las nebulosas que se forman, ensombreciendo el debate, que se incluya un camino claro hacia la ciudadanía.

Ciertamente se dan ruidosas distracciones tales como los pataleos de grupos o residentes antiinmigrantes (como el que recientemente en Arizona muy enojado azuzó --o quiso hacerlo-- al senador John McCain en contra de los inmigrantes indocumentados, echándole en cara que se haya retractado de su anterior postura antiinmigrante) o con hechos mediáticos como el que protagoniza Jeb Bush en estos días en que promociona el libro escrito en coautoría con Clint Bollick titulado Immigration Wars, Forging an American Solution (Las Guerras de Inmigración: Forjando una Solución Americana).

John Ellis Bush, Jeb, nunca ha negado la cruz de su parroquia, la de ser un conservador hasta las cachas

Si usted hace un repaso de su carrera política encontrará que siempre ha estado situado en el extremo derecho con un discurso invariable: disminuir los alcances del gobierno federal, como prioridad en una agenda que incluye las (tradicionales) posturas republicanas, desde la de situarse del lado opuesto a los grupos minoritarios femeninos y gays hasta la de favorecer la pena de muerte. En cuanto a la inmigración siempre ha sido duro, desde mediados de los noventa cuando alcanzó la gubernatura de Florida, hasta hoy que hace sombra al grupo de los ocho senadores que buscan acordar la reforma, al hablar de dificultar la ciudadanía a los inmigrantes que se beneficien de la susodicha reforma.

SI TIENES ALGO QUE DECIR, HAZ CLICK AQUÍ: NOS INTERESA TU COMENTARIO

A mí me queda claro que si en el pasado reciente ha hablado con matices respecto a la actitud extrema antiinmigrante con la que su partido, de la mano del Tea Party, arremetían contra los indocumentados, lo ha hecho porque vio y previó cómo se les iban los votos latinos y... pues no me cabe duda que con ello no deja de ver la posibilidad de acrecentar su figura como presidenciable.

Hasta ahora la postura de los senadores republicanos que forman parte del grupo de los ocho ha sido la de condicionar la naturalización y uno de sus candados lo cierran con la cantaleta de reforzar la seguridad de la frontera con México. En contraste, en diferentes actos, funcionarios de la Administración Obama desde la secretaria de Seguridad Janet Napolitano hasta oficiales de Inmigración y de la Patrulla Fronteriza han destacado que la frontera está más segura que nunca, hecho que debe bastar para reconsiderar tales condicionantes.

En todo caso el objetivo que no deben perder de vista quienes elaboran los pormenores de la reforma es que la vía a la naturalización asegura que los inmigrantes legalizados, al obtener su naturalización, obtienen plenos derechos civiles, tal como argumentan los senadores demócratas evitando con ello dejarlos como ciudadanos de segunda clase.

Es un hecho que nadie pierde de vista que Obama ganó la reelección favorecido con el voto latino, pero el punto que no deben olvidar es que el motor de ese voto latino ha sido el apoyo a la reforma migratoria, en eso se basan las voces que dicen y predicen que los republicanos deben cooperar con la reforma migratoria o en su defecto tendrán muy cuesta arriba las próximas elecciones estatales y nacionales.

Y lo están haciendo, qué duda cabe, ha sido un giro notable luego de vivir el desastre electoral al perder por segunda vez la Casa Blanca a manos de Obama, revés que los replegó y obliga a la reorganización, al alejamiento del Tea Party, al acercamiento con la comunidad latina, a la revisión de tantas iniciativas antiinmigrantes aún por encima de los Ricks Perrys y las Jans Brewers que se empecinan.

Pero apúntele, la presión no les viene sólo por la estruendosa derrota, ahí están los negocios que acusan falta de mano de obra, ahí están los granjeros que necesitan trabajadores en los campos, ahí están las industrias que se sostienen gracias a la labor de los inmigrantes hoy indocumentados. No son pocas las voces que les han pedido cambiar sus posiciones antiinmigrantes.

Este cambio de posiciones los obtuvimos (los estamos obteniendo) votando por Obama. Si Obama hubiese perdido y en su lugar estuviese Mitt Romney en la Casa Blanca... esta realidad sería muy otra, no quiero ni asomarme a ella, el caso es que apoyamos a quien ha estado de nuestro lado y ganamos, ganamos con nuestra fuerza, con nuestro poder político y ahora pues hay que robustecerlo. Hay que acrecentarlo. Hay que desplegarlo.

Pero antes de la digresión que ya se asoma, y para seguir con Bush: el libro. El libro que enarbola en su gira de promoción en estos días. Revisé varios despachos de prensa que recogieron la noticia del trabajo editorial conjunto entre Jeb Bush y "el abogado conservador" Clint Bolick. En el libro el ex gobernador de Florida esgrime sus posturas para solucionar la problemática actual en torno a la inmigración, pero en su tesis central bloquea la vía a la ciudadanía y propone sólo la residencia permanente.

Eso lo ratificó en los días recientes en sus entrevistas televisivas para la promoción del libro, lo planteó sin cortapisas, levantando una ola de críticas que apuntaron y evidenciaron su rechazo a una reforma verdaderamente integral.

Su postura ya no tiene vuelta de hoja por más que en los próximos días intente matizarla (y ya lo intenta), ahí estará su tesis ya publicada. En un despacho de Notimex su contraparte Bolick (quien se desempeña como abogado en Phoenix, Arizona) aclaró que tanto él cómo Bush muestran su oposición "a una amnistía migratoria", que permita a los inmigrantes indocumentados convertirse en ciudadanos sin enfrentar sanciones.

En cambio sugieren que los inmigrantes indocumentados se conviertan en residentes legales permanentes, siempre y cuando no tengan antecedentes penales y paguen multas considerables, pero la puerta a la ciudadanía que se cierre.

Jeb Bush es el mismo de siempre. ¿Para qué esgrimir que antes abogaba por los inmigrantes indocumentados o que apoyaba la reforma?, no nos engañemos, no puede cambiar su condición ideológica, su naturaleza política, nomás tomemos nota.

Hoy estamos en un punto en que la reforma migratoria integral no tiene retorno, ahí viene pese a Jeb Bush y su tesis. Esa guerra Bush la pierde. Tomemos nota y sigamos registrando votantes latinos para el 2016 sin perder de vista que los presidenciables republicanos, todos, cojean del mismo pie.

GRAFITI

Los presidenciables republicanos. No, no es futurismo ni nada que se le parezca. Es lo que está, ya, sucediendo. Es en lo que ya se está pensando, en lo que ya están trabajando, ya lo discuten y planean.

Jeb Bush es considerado, ya desde antes, un potencial candidato presidencial para el 2016.

En póximos días Jeb Bush atiende una reunión cupular de su partido, se trata de un cónclave en el cual se ventilan primero las ambiciones de cualquiera que busque candidatearse. Ahí se les toma el pulso a los aspirantes, se les palpa la fiebre, y en resumen se les mide el ánimo conservador. Sí, conservador, pues se trata de la Conferencia de Acción Política Conservadora 2013 (CPAC), donde el Partido Republicano --sus líderes, sus miembros prominentes, los influyentes-- sopesan, diseñan y si viene el caso respaldan candidaturas y campañas con miras a la Casa Blanca.

Jeb Bush no va en caballo de hacienda, de hecho todavía juega a hacerse del rogar, pero seguramente no bajará la guardia con sus contrapartes quienes también acudirán al evento: Marco Rubio (senador por Florida) y Chris Christie (gobernador de Nueva Jersey) que también suenan.

Pero desde mi perspectiva, teniendo en mente a la comunidad latina nacional, ninguno es para hacernos ilusiones. Sigamos registrando votantes.

Popular in the Community

Close

What's Hot