Hablar de la migración es hablar de ciudadanos, de Derechos Humanos, de familias, educación, oportunidades, etc., que en conjunto conforman este fenómeno social con tantas implicaciones en diversos ámbitos como lo son el económico, político y cultural, por ello es un tema delicado e importante de abordar, y el Estado Mexicano, "recientemente" lo "retomó de manera interna y externa a través de políticas integrales como prioritario en su agenda.
Digo recientemente porque es desde el año 2000 que se atiende a este sector marcando un parteaguas en la historia de México y en la evolución de su política migratoria que había estado olvidada por largas décadas, ya que antes de Vicente Fox, ningún otro presidente se había comprometido a escuchar y atender las necesidades de la Comunidad Mexicana en Estados Unidos así como por abogar por una reforma migratoria capaz de beneficiar a nuestros migrantes, especialmente a los de tercera generación que corresponden a niños y jóvenes que son el sector que más migra hacia nuestro vecino País del norte en busca del "sueño americano.
Es en ésta búsqueda y ante las diferentes políticas discriminatorias que muchos Estados de la Unión Americana han implementado, como la SB1070, es que el Gobierno de México así como diferentes entes Internacionales han presionado al Gobierno Estadounidense para que se abra nuevamente el diálogo y la cooperación en materia migratoria y así evitar poner en riesgo a este sector tan vulnerable, el cual por falta de políticas que los protejan, muchas veces son víctimas del crimen organizado, etc.
Al respecto nuestro País siempre ha mantenido una Política Exterior de defensa a las libertades individuales universales que le son otorgadas al ser humano por nacimiento (ius naturalis); así como los que deriven del derecho positivo plasmado en Tratados Internacionales suscritos por los Estados en esta materia y en las que ofrezcan un beneficio a la sociedad a través del diálogo y la cooperación internacional y permita atender el fenómeno migratorio del que ningún País está exento.
Por lo anterior es que vemos con esperanza la puesta en marcha del programa "Acción Diferida", propuesto por el Presidente Barak Obama para dar oportunidad a los niños y jóvenes estudiantes de poder continuar con sus estudios sin riesgo a una deportación cumpliendo con algunos requisitos tales como: tener menos de 31 años y haber residido por un periodo mínimo de 5 años antes del 15 de junio de 2012, haber llegado a los Estados Unidos antes de los 16 años de edad, haber entrado sin inspección antes o su estatus legal de inmigración expiró antes de entrado en vigor dicho programa, si asiste a la escuela, se graduó de la escuela superior, posee un Certificado de Educación General (GED, por sus siglas en inglés), o ha servido en la Guardia Costera o en las Fuerzas Armadas de los Estados Unidos; además de no ha sido encontrado culpable de un delito grave o de carácter significativo.
Además "Acción Diferida" también beneficia a los estudiantes que están detenidos o en proceso de deportación, ya que podrán solicitar el beneficio, siempre y cuando, cumplan con los requisitos establecidos. Igualmente califican los que tienen una orden final de deportación o si el caso está en revisión pero no se le ha ofrecido un cierre administrativo.
Sin duda lo anterior, representa un alivio para casi 1.76 millones de migrantes que radican de manera "ilegal" en Estados Unidos quienes habían centrado sus esperanzas en la iniciativa "Dream Act", estancada en el Congreso Americano.
Aun falta mucho por avanzar en materia migratoria que contemple el pleno respeto y protección a los Derechos Humanos que permita a nuestros migrantes ser tratados de manera digna y respetuosa. Es una labor titánica porque la decisión no solo compete a un solo País, sino que depende de las voluntades de otros países. Si bien no es una tarea fácil, pero los primeros pasos están dados.
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