Recordemos cuando eramos niños, la frase que escuchábamos en la escuela: "de la forma en la que actúes en tu casa actuarás en la sociedad" y es realmente serio, ya que la educación, enseñanza y valores recibidos en casa y en la escuela, determinarán nuestro actuar en la sociedad.
Y es que en el hogar, las reglas de convivencia, derechos, acuerdos y obligaciones, la forma de resolver los problemas, en pocas palabras de vivir, son los mismos que en la sociedad, es por ello que la función de un hogar y mejor dicho de la familia es de vital importancia desde tiempos inmemorables.
La familia ha sido y será siempre la base y pilar de la sociedad, por lo tanto, es una institución formadora de ciudadanos, de los cuales dependerá el desarrollo, crecimiento y potencial de nuestro País y del mundo entero. Es por la función que la familia realiza que el Estado debe contemplarla, apoyarla y brindarle todas las facilidades para que esta permanezca, por ello es tan importante la "Perspectiva de Familia" que debe guiar las políticas públicas.
Políticas y programas que la protejan y ayuden, tales como la atención a la violencia intrafamiliar, promoción de derechos humanos, igualdad y equidad, derechos de los niños; y tanto el estado, como las asociaciones civiles, dependencias gubernamentales como el DIF entre otros; son encargados de vigilar su cumplimiento a través de su plena observancia.
Pero no solo es un ámbito que competa al ámbito nacional, también lo es en el ámbito internacional. Figuras como la Organización de las Naciones Unidas han reconocido que la familia es la pieza clave donde el ser humano crece y se desarrolla; es el elemento que aglutina a las sociedades, y las relaciones entre las generaciones perpetúan este legado en el curso del tiempo.
Es por ello, que cada año se recuerda que el 15 de mayo de 1993, la Asamblea General de las Naciones Unidas haciendo eco de la importancia que la comunidad internacional le otorga a la familia, declaró el "Día Internacional de la Familia", haciendo énfasis en la necesidad de promover la concienciación y un mejor conocimiento de los procesos sociales, económicos y demográficos que afectan a este importante núcleo de la sociedad.
Además hace una serie de recomendaciones a los países que forman parte de dicho organismo para que implementen políticas públicas enfocadas a las familias y su preservación, las políticas económicas, culturales, etc, deben ir encaminadas a que beneficien a las familias.
Y aunque los Estados y Organismos Internacionales prevean políticas y programas implementados para la conservación de la familia, recae en cada uno de nosotros la responsabilidad de ser mejores personas y personas útiles a la sociedad. Es en casa, en el núcleo de la familia que debemos incentivar e inculcar en nuestros hijos, hermanos, padres etc., el respeto, responsabilidad, amor, tolerancia y todos aquellos valores que formen seres humanos de bien.
La sociedad que queremos se forma en casa.
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