Debate presidencial: y el 47 por ciento ¿qué?

Al presidente Barack Obama se le olvidó en el debate presidencial con el exgobernador Romney, que al que no mete goles se los hacen. Con toda la experiencia que tiene, le faltó colmillo.
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US President Barack Obama and Republican presidential candidate Mitt Romney walk towards their wifes October 3, 2012 at the conclusion of the first presidential debate at the University of Denver in Denver, Colorado. AFP PHOTO/Mandel NGAN (Photo credit should read MANDEL NGAN/AFP/GettyImages)
US President Barack Obama and Republican presidential candidate Mitt Romney walk towards their wifes October 3, 2012 at the conclusion of the first presidential debate at the University of Denver in Denver, Colorado. AFP PHOTO/Mandel NGAN (Photo credit should read MANDEL NGAN/AFP/GettyImages)

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Al presidente Barack Obama se le olvidó en el debate presidencial con el exgobernador Romney, que al que no mete goles se los hacen. Con toda la experiencia que tiene, le faltó colmillo.

Perdió la oportunidad de hablar del desdén de Romney por los despreciables "mantenidos" que constituyen el 47 por ciento del país.

No dejó clara la posición expresada por Romney, a puerta cerrada con sus amigos mutimillonarios acerca de los 'dependientes' y 'víctimas' que se solazan viviendo del gobierno: respecto a esos jubilados, abuelitos, veteranos, y trabajadores, que no pagan impuestos porque las leyes federales lo establecen.

Menos, se refirió a la visión de Romney en relación con los desamparados para los que está contemplado un subsidio porque vivimos en la nación más poderosa de la Tierra y tiene que haber como mínimo misericordia con los más infortunados.

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Obama no le enrostró a Romney, que su padre, George, acudió a la beneficencia pública, y el desprecia a los que la solicitan.

Tampoco tocó los pasos cuestionables de la empresa Bain, que fundó Romney, a la que se atribuyen: manejos económicos cuestionables y supuestos vínculos con los financiadores de los escuadrones de la muerte en Centroamérica.

No lo puso contra la pared con las acusaciones de la asesoría, que presuntamente dieron las corporaciones de Romney a compañías estadounidenses, para el traslado de empresas y empleos a China.

Escasamente, Obama le lanzó un dardo, el de la sugerencia de acudir a los padres para iniciar un negocio.

La mejor oportunidad para el presidente de demostrar que Romney es un millonario desconectado con el americano de a pie se perdió.

Ahora al que le toca subir la montaña con la carga a cuestas es a Obama.

Queda poco más de un mes para las elecciones presidenciales, y si Romney gana, adiós reforma migratoria, el camino para los indocumentados será la autodeportación.

A los soñadores, los DREAMers, Romney les aseguró a última hora antes del debate, que no les negaría lo alcanzado.

Pero, con Romney nunca se sabe. Cambia de opinión como con el gusto por las empanadas por parte de un extraterrestre.

Primer debate presidencial: Obama vs. Romney

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