Todos conocemos a un sufridor o sufridora, si no es que también lo somos. ¿Y cómo no sufrir si desde niños nos metieron en el cerebro que para conseguir algo hay que luchar mucho, que para ganarse el pan hay que trabajar hasta extenuarse y que para conocer la verdadera felicidad primero hay que haber sufrido?
Decálogo del Sufridor:
1.- Pon cara de mártir cuando saludes y al "¿cómo estás?" contesta: "Estoy, que ya es ganancia", o de plano cuéntale todos tus problemas y los problemas de los demás... Ah, no omitas las enfermedades.
2.- Vive con el corazón en la mano temiendo que alguna desgracia suceda.
3.- No dejes de advertirle a tus hijos las cosas malas que pueden pasarles en la calle y por supuesto, sé enfática en el dolor que esto te causaría.
4.- Cuando te sientas muy feliz, debes sentir miedo de perder esa felicidad.
5.- Recuerda que todo lo que hacen tus seres queridos es con el afán de preocuparte, entonces está bien que sufras por adelantado.
6.- Elige como pareja una persona con problemas o adicciones, así si no tenías motivos, encontraras muchos para sufrir.
7.- Habla mucho de sufrimientos, preocupaciones, traiciones, pobreza y enfermedad.
8.- Piensa constantemente en la gente que tiene problemas, piensa en cómo podrías salvarlos de esa situación. Llámales para estar al tanto de su desdicha.
9.- Ve películas tristes o violentas, lee la sección policiaca en los periódicos, entérate de todos los chismes, así tendrás mucho material para sufrir.
10.- Haz que todos se enteren de lo mucho que sufres por su culpa, puede ser mediante suspiros y pujidos o por un enfrentamiento directo; cualquiera de las dos formas funciona bien.
La idea no es criticar, ni juzgar a los sufridores, sino abrir bien los ojos pero hacia dentro, para darnos cuenta que padecemos inútilmente, sin función alguna, sin beneficio para nadie, sin sentido y a final de cuentas, sin que con esa desdicha se aligere el dolor o se arreglen las cosas.
El sufrimiento es como una desagradable alimaña que aleja a las personas del sufridor y que las lleva a mantener en secreto la información, por la simple y sencilla razón de evitar su lamento.
Además a los sufridores se les nota el drama en el semblante, en la voz, en la pesadez de sus movimientos y la verdad sea dicha, a nadie le gusta estar con una persona que de todo se lamenta, porque instintivamente cualquier ser vivo se siente atraído por la vida y la vida es energía positiva.
"El dolor es inevitable, el sufrimiento es opcional" -- Buda.
Aun en una situación lamentable, todavía está en nuestro poder el decidir cómo nos sentimos, cómo actuamos, cómo la resolvemos o sobrellevamos.
Remedios para el sufrimiento:
a) El sufrimiento es un pensamiento que puede llegar a ocupar todo el espacio de la mente y luego la totalidad de nuestro ser, por eso es importante entender que dejando de pensar en lo que nos duele, el sufrimiento bajara de intensidad hasta desaparecer. Para esto se recomienda ver películas de comedia, escuchar música alegre, acariciar una mascota, etc.
b) Averiguar de dónde viene tanto sufrimiento. Muchas veces nos duele el ego, el no habernos salido con la nuestra, que las cosas no se dieran exactamente como las deseábamos. ¿Cómo se atrevió a hacerme esto a mí? Una vez resuelta la procedencia del sufrimiento este se atempera y desaparece.
c) Hacer ejercicio eleva los niveles de endorfinas responsables de hacernos sentir bien, mejor aún si se practica al aire libre como caminar en un parque.
d) Sonreír aunque no se quiera. Cuando las comisuras se levantan, el cerebro cree que estamos contentos segregando endorfinas y otros químicos responsables del bienestar. Además, cuando sonreímos no podemos pensar nada negativo... Haz la prueba.
e) Si el sufrimiento es crónico, se trata de una depresión que debe ser tratada con respeto y atendida por un médico. Sin embargo hay un antidepresivo natural que puedes encontrar fácilmente: St. John's Wort o Hierba de San Juan en cápsulas, de venta en tiendas naturistas.
f) Si crees en Dios, entrégale tu sufrimiento para que lo transforme en algo hermoso. Dios no nos mandó a sufrir.
g) Si te sientes responsable de los actos de los demás, si crees que tu intervención puede calmar las aguas, si te sientes indispensable en la vida de otros, existe también la posibilidad de que seas co-dependiente. La buena noticia es que no estás solo y que te pueden ayudar.
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