Un verdadero cambio

En un país cuyo pueblo fue perseguido, históricamente sometido, que vivió éxodo tras éxodo y fue víctima de un genocidio, hasta que alcanzaron la tierra prometida, Barack Obama recibió una ola inesperada de aplausos, pidiendo que el mundo también se mirara a través de los ojos del otro.
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Para nadie es un secreto que el cubismo fue un movimiento que revolucionó las artes. Así como con el movimiento renacentista un nuevo humanismo se abría paso en Europa, en el cubismo se abría paso la modernidad. Aunque el más famoso representante de este movimiento fue el pintor Pablo Picasso, otros artistas como Juan Gris también fueron de vital importancia.

Pero, según los expertos, antes de ellos, un gran pintor, Cézane, sin ser cubista, fue quien dio los primeros pasos, para el nacimiento de esta corriente. Cézane concedió para el arte la importancia que tiene algo tan sencillo como que el mismo objeto se ve diferente cuando lo observamos cerrando el ojo derecho, a cuando lo observamos cerrando el ojo izquierdo. Y así, lo que cualquiera puede captar, cuando un maestro del arte resaltó su valor aplicándolo a su trabajo, terminó abriendo una infinidad de caminos, que condujeron no solo a una de las vertientes más importantes de la historia del arte, sino a todo lo que después le ha seguido.

Hay líderes que al ser capaces de nombrar lo que para muchos es innombrable, líderes que al ser capaces de conceder, a lo que después nos parece tan sencillo, una importancia vital en el futuro, y decirlo, estén donde estén, tomando riesgos que pocos tomarían, siembran semillas de cambio que, dependiendo de la magnitud de la influencia de la persona en cuestión, pueden esparcirse por el mundo. Y germinar.

En un país cuyo pueblo fue perseguido, históricamente sometido, que vivió éxodo tras éxodo y fue víctima de un genocidio, hasta que alcanzaron la tierra prometida, Barack Obama recibió una ola inesperada de aplausos, pidiendo que el mundo también se mirara a través de los ojos del otro.

El presidente Obama le habló a los jóvenes, reclamando su energía para los tres retos más importantes que afrontan dos naciones unidas por un fuerte vínculo de colaboración y amistad: seguridad, paz y prosperidad.

La paz fue en el que más se detuvo, enarbolando tres básicos puntos: Que la paz es necesaria (aplausos) y el único camino hacia la verdadera seguridad. Que la paz también es justa, y el pedido de la gente de Palestina por su derecho a la justicia también debe ser reconocido (muchos aplausos).

Esta parte en especial fue seguida de muchos aplausos: No es justo que un niño palestino no pueda crecer en su propio estado, viviendo toda su vida con la presencia de un ejército extranjero que controla sus movimientos, no solo de ellos, sino de sus padres y abuelos, cada día de sus vidas. Y por último, que una eventual negociación, con el presidente Abbas y el primer ministro Fayyad, debería conducir a dos estados para dos pueblos.

Reconociendo sus enormes logros económicos y democráticos, incluso en esa situación de inseguridad que les ha sido tan adversa, reconociendo todos los pasos que han dado para alcanzar la paz, y las respuestas violentas que por cambio han recibido, el presidente fue capaz de hablar a los israelíes de bienestar también para los palestinos. Dijo estar seguro, seguido de aplausos, que un padre israelí quiere un buen futuro, un futuro con oportunidades, para el hijo de un palestino. Dijo creer, también seguido de aplausos, que por su historia, por su dolorosa historia, Israel tiene sus raíces arraigadas en una simple pero profunda idea: la idea de que todas las personas merecen ser libres en su propia tierra.

Y todo esto. Todo esto. Reconociendo el derecho de Israel a defenderse. Reconociendo el derecho de Israel a tomar acción sobre la seguridad de sus ciudadanos, cuando un grupo como Hamas, que se niega a aceptarlos como estado, lanza cohetes contra sus compatriotas, y sin dejar de nombrar a Hezbolá como lo que es: una organización terrorista que mata inocentes.

En el 2008, en El Cairo, el presidente pronunció un discurso parecido. Poco tiempo después veíamos cómo caían los tiranos del norte de África. ¿Podrá ser que en poco tiempo estemos viendo un acuerdo de paz entre israelíes y palestinos?

Por el momento, los lazos diplomáticos entre Israel y Turquía han vuelto a unirse, después de varios años congelados.

Ya que, emulando a los impresionistas, la oposición republicana se ha encargado de difuminar su brillo, estoy seguro que la historia dará a la presidencia de Barack Obama su verdadera magnitud, en un momento en que el mundo se consumía en una crisis de proporciones dantescas.

Un verdadero cambio.

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