"Debo tener un karma de otra vida que no me deja avanzar", es una frase que me ha tocado escuchar en muchas oportunidades cuando alguien tiene un problema que no puede resolver. Y aunque puede ser que parte del por qué el desafío se manifiesta tenga que ver con hechos sucedidos en una vida pasada o futura (podemos hablar de eso en otra oportunidad), la idea del karma es una forma de verlo que limita tus posibilidades de resolver el problema.
El karma como concepto nace de los textos sagrados de la India donde este sería el destino de un alma según alguna acción realizada en una vida anterior. El camino de la iluminación en esta tradición se completa al terminar con la rueda del karma que obliga a reencarnar para vivir lo mismo que el alma ha hecho a otros vivir. Esta es una simplificación del concepto que ha sido importado a Occidente en los últimos años.
Sin embargo, hay mucho más respecto al karma que se puede comprender, porque así como lo hemos tomado en Occidente se transforma en el "todo lo que haces se te devuelve", una forma muy limitada del concepto y que se asemeja mucho más de lo que nos damos cuenta al concepto católico del "no debes pecar para ir al cielo en vez de al infierno".
Pero eso no es todo, porque el karma como ese concepto simplificado en Occidente además implica el intentar adherir a la lógica mecánica newtoniana de 'causa y efecto', donde finalmente lo que estamos haciendo es intentar darle atributos mecánicos y físicos al espíritu y a la divinidad.
Tenemos la tendencia humana en estos tiempos de creer que todo funciona de forma simple y lineal cuando la divinidad no tiene tiempo ni espacio y el amor que manifiesta es capaz de acceder a todos en todo instante de manera irrestricta.
La receta
Para superar tus karmas entonces lo importante es darte cuenta que el concepto de la lógica humana no aplica a tu espíritu y a tu alma, y que cualquier prueba que la vida te ponga por delante es una oportunidad de crecimiento y expansión por sobre todas las cosas.
Por eso creo que es hora de ir más allá del karma, atravesar el concepto y trascenderlo para que puedas empoderarte a través de tus desafíos y no limitarte a ellos.
Eso implica abrir la puerta a comprender que la divinidad y el espíritu son infinitos y están en la búsqueda constante del desarrollo y no de solucionar problemas. La divinidad lo que busca es ser creación, somos los humanos quienes vemos problemas en el desenvolvimiento maravilloso de lo que es la vida. Para la divinidad todo es una oportunidad.
Sí creo por mi experiencia que la divinidad tenderá a buscar el equilibrio, pero también creo que lo hará de formas insospechadas para tu mente y que por lo mismo ella no es capaz de predecir.
Te invito a que te liberes de los lazos de la ideas preconcebidas que tomas de alguien más porque supuestamente sabe más que tú y a que experimentes desarrollarte a través de tus desafíos.
Mi experiencia es que en cada momento que hay una situación que se repite, hay algo más profundo que aprender y desarrollar para trascenderla.
¿Puedes darle esa mirada a tu vida? ¿Te atreves a abrirte a vivir más allá de la lógica humana linear y disfrutar del amor que siempre está presente en todas partes?
Te invito a que me cuentes tu experiencia.
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