El camino espiritual más allá de la Ciencia o la Religión

El estreno de una nueva versión del documental científico Cosmos hace un par de semanas en las estaciones de Fox, ha causado con gran revuelo por recordar al famoso e influyente científico Carl Sagan quien condujo la versión original de la serie en 1980, y en el proceso ha generado que se encienda una polémica respecto a las distintas formas de ver el mundo y las creencias que distintas personas tienen de cómo es que llegamos aquí.
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El estreno de una nueva versión del documental científico Cosmos hace un par de semanas en las estaciones de Fox, ha causado con gran revuelo por recordar al famoso e influyente científico Carl Sagan quien condujo la versión original de la serie en 1980, y en el proceso ha generado que se encienda una polémica respecto a las distintas formas de ver el mundo y las creencias que distintas personas tienen de cómo es que llegamos aquí.

La nueva versión de la serie está en manos de uno de sus alumnos más promisorios de Saga (quien falleció en 1996), el astrofísico Neil DeGrasse Tyson, y busca desde el punto de vista particular de la ciencia y su lógica, descubrir y conocer nuestros orígenes desde la teoría del Big Bang. Algo que contrasta de manera directa con las creencias y la forma de ver el mundo de personas que por ejemplo postulan que la Tierra fue creada por Dios.

Es una discusión que por años ya se ha dado en distintos lugares del mundo y donde incluso en algunos estados de los Estados Unidos ha llegado a las escuelas donde muchas personas pretenden que sea solo una de las formas de ver el mundo la que se les enseñe a los niños.

Sin embargo, este choque cultural no es algo nuevo y en realidad tiene cientos de años desde el tiempo en que el movimiento de la Ilustración en Francia comenzó a propagar la idea de que el mundo solo podía ser conocido a través de lo tangible. Entonces se generó una especie de tregua entre la religión y la ciencia, donde esta última se ocuparía del mundo externo del hombre, y la primera del mundo interno; ambas separadas y sin posibilidad de unirse.

Esto funcionó hasta hace algunos años atrás cuando poco a poco las posturas de estos dos frentes se han hecho más extremas y toman fuerza al descalificarse unas con otras. Así cada uno de estos bandos se para asegurando tener "la verdad" revelada por su propio método y busca de alguna forma imponérsela al resto.

El problema con este tipo de posturas es que olvida todos los puntos de vista intermedios que existen respecto a las creencias sobre el mundo, y prácticamente niega cualquier posibilidad de avance y entendimiento, algo básico para que la cultura en la que vivimos pueda seguir creciendo.

Pero eso no es todo, porque esta ceguera además no nos permite desarrollarnos en el nivel individual en cuanto a nuestras creencias se refiere, porque ninguno de los bandos llama a algo que es básico desde mi punto de vista en el crecimiento personal de cada uno de nosotros, y eso es el que cada uno puede buscar y encontrar su propia verdad, algo que muy pocas personas se aventuran a hacer.

El desafío es que solo puedes hacer una verdad tuya, cuando la logras internalizar mediante las experiencias de tu vida. Esa es la forma de encontrar esa verdad única que cada uno tiene, y que de alguna manera se complementa con la verdad del resto de las personas.

Cada uno de esos descubrimientos que tú haces es lo que te hace único y así como se necesitan científicos en la sociedad para poder avanzar por ese lado (y por ejemplo lograr avances como la Internet que me permite escribir este blog desde Chile y que tú puedas leerlo donde sea que estés) también necesitamos en la sociedad personas que nos recuerden la importancia de estar conscientes de que pertenecemos a algo más grande que nuestra vida aquí y ahora, y que somos parte de un engranaje cósmico más amplio.

No necesitas elegir un lado u otro, lo que necesitas es ver cómo ambos lados pueden aportarte en tu vida.

Imagínate cómo sería el mundo si todos pudiésemos ser más conscientes de nuestra naturaleza divina al mismo tiempo en que aportamos a crear avances científicos que ayuden a resolver los grandes problemas de nuestra sociedad. Esa es la visión que yo creo que tiene la espiritualidad del futuro.

Entonces mi invitación es a que experimentes los distintos caminos y te quedes con aquel donde logras sentir y vivir aquello que te hace mayor sentido, y creas en tu experiencia antes que todo. No porque alguien más te lo dijo, sino que porque tú mismo fuiste capaz de vivirlo.

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