Buenas noticias sobre el aumento de estudiantes graduados de preparatoria

Las más recientes noticias que revelan un aumento en el número de estudiantes que se gradúan de preparatoria en los Estados Unidos son muy alentadoras. Sin embargo, este aumento en graduaciones no significa un aumento en el número de estudiantes que continúan sus estudios y se gradúan de la universidad.
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Las más recientes noticias que revelan un aumento en el número de estudiantes que se gradúan de preparatoria en los Estados Unidos son muy alentadoras. Sin embargo, este aumento en graduaciones no significa un aumento en el número de estudiantes que continúan sus estudios y se gradúan de la universidad.

En un artículo publicado recientemente, Joy Resmovits resume esta situación: "Mientras más estudiantes se gradúan de preparatoria, menos de la mitad de estos estudiantes de la clase de 2012 están 'listos para ir a la universidad' como lo determinó el College Board el otoño pasado. Esto significa que a menos que se den cambios significativos en la calidad de la educación que imparten las escuelas de preparatoria, será difícil para el país el lograr las aspiraciones de Obama".

Lo que deberíamos de preguntarnos desde un principio es: ¿Es suficiente mejorar la calidad del currículo estudiantil durante la preparatoria? No pensamos que ése sea el caso. Como ha sido ilustrado dramáticamente en un perfil de tres estudiantes de bajos recursos que publicó el New York Times recientemente, la calidad de vida y de la educación es solo una parte de los problemas que enfrentan muchos estudiantes. Nuestra propia experiencia lo demuestra. Por ejemplo, uno de nuestros estudiantes asumió la custodia legal de sus hermanos más pequeños justo antes del inicio del año escolar. Ella tuvo que mudarse rápidamente a un lugar apropiado para su familia, inscribir a sus hermanos en la escuela, y al mismo tiempo asegurarse de comenzar sus clases a tiempo. Este tipo de adversidades no es excepcional en los estudiantes que servimos.

Entonces, ¿qué se necesita para ayudar a asegurar que los estudiantes que poseen un gran potencial, pero que enfrentan diversos tipos de problemas, terminen su educación superior? Pensamos que parte del trabajo más crítico se basa en asegurar que los estudiantes tengan una combinación de apoyos - y conocimientos - necesarios para sobrepasar los problemas no académicos que pueden muy fácilmente sacarlos del sistema educativo.

Ayudando a estudiantes de bajos recursos a que logren altos niveles de graduación

A nivel nacional, sólo un 19.9 por ciento de los estudiantes del más bajo nivel económico se gradúan antes de los 24 años - o dentro de los seis años de inscribirse en colegios universitarios (ver página 8 de este reporte postsecondary.org). En contraste, más del 80 por ciento de los estudiantes Dell Scholars se gradúan dentro de un período de seis años. Además, mientras el promedio de deudas estudiantiles para un estudiante universitario recién graduado es de $25,250, los Dell Scholars usualmente se gradúan con sólo $6,500 en deuda. El programa de Dell Scholars ha estado en vigencia desde el 2004, y hemos proporcionado apoyo a cerca de 2,150 estudiantes pertenecientes a 450 instituciones. Usualmente nos preguntan cómo ayudamos a tantos jóvenes de una manera tan efectiva - especialmente con tan poco personal (sólo dos de nosotros trabajamos a tiempo completo en el programa). Abajo explicamos los detalles de nuestras tres estrategias principales:

1. Desde el primer día, les proporcionamos a los estudiantes las herramientas que necesitan para ser exitosos. Nuestro programa de Dell Scholars es más que un cheque, y más que una beca. Es un proceso que comienza con la aplicación de los estudiantes, y que termina con su graduación. Y la cosa más importante que hacemos durante este proceso es dedicarnos a conocer bien a nuestros estudiantes, desde un principio.

Una aplicación estudiantil nos ayuda a entender la información básica: historial financiero, una confirmación inicial de que están dispuestos a trabajar arduamente para sus logros académicos, sus aspiraciones, su carácter y una idea de los retos cotidianos que confrontan y que podrían afectar sus planes futuros. Pero el trabajo real comienza después de la selección, cuando profundizamos en las necesidades, problemas y fortalezas particulares de cada estudiante. En base a lo que aprendamos sobre sus necesidades y problemas individuales, trabajamos con cada estudiante para trazar un plan adecuado para su éxito académico.

Trabajamos con ellos para ayudarlos a que entiendan las ramificaciones financieras de las escuelas que seleccionen, a que posean las estrategias necesarias para integrarse a la vida estudiantil y a que tengan una estructura que les de un balance entre sus circunstancias familiares y personales y sus estudios universitarios a tiempo completo. Una vez que los estudiantes tengan su plan, está en sus manos el ponerlo en marcha. Apoyamos a los estudiantes cuando así lo requieren (ofrecemos varios recursos en nuestro programa, incluyendo una línea de respuesta disponible las 24 horas del día, apoyo de estudiantes mentores y una comunidad de estudiantes en línea), pero la meta es ayudarlos a que establezcan una estructura pragmática para el éxito que puedan manejar ellos mismos.

2. Capacitamos a los estudiantes a que busquen ayuda cuando así la requieran, trabajamos para asegurarnos de identificar señales tempranas de problemas y apoyamos a los jóvenes al proporcionarles contacto con otros estudiantes que se identifiquen con ellos. Trabajamos arduamente para animar a los estudiantes a que sean independientes -a que sean su propio Superman. Esto quiere decir que capacitamos a los estudiantes a que entiendan cuándo necesitan ayuda, y a que sepan cómo obtenerla. Así que pasamos mucho tiempo desde que se gradúan de la preparatoria, hasta que terminan su primer año de la universidad, ayudando a los estudiantes a que aprendan cómo formar las relaciones que necesitan para ayudarse a sí mismos (por ejemplo, identificando puntos de contacto en la oficina de ayuda financiera) y ayudándolos a que aprendan a manejarse a si mismos.

También monitoreamos las señales tempranas de problemas, para que proactivamente los contactemos si vemos señales de que un estudiante esté saliéndose del programa. Revisamos las circunstancias académicas, financieras y situacionales de los estudiantes de muchas maneras:

  • Recolectamos información mensual de registros de clases a través del National Student Clearinghouse para monitorear las inscripciones de cada estudiante.
  • Los estudiantes proporcionan información detallada de la cantidad de ayuda financiera que están recibiendo, y del número de horas que deberán trabajar para cubrir los costos de asistencia a la universidad.
  • Hemos desarrollado un Índice de Rendimiento del Estudiante (SPI, por sus siglas en ingles) basado en la información de su rendimiento escolar actual y anterior. El SPI nos proporciona información que nos ayuda a identificar fácilmente y a anticipar cuáles estudiantes podrían tener problemas.

Finalmente, tenemos Dell Scholar Ambassadors, que nos ayudan a servir como mentores estudiantiles para conectarse con los estudiantes y ayudar a guiarlos en su transición a la educación superior. Hemos concluido que los estudiantes se sienten seguros al conversar con otros estudiantes sobre cómo su situación personal podría afectar su trabajo escolar.

3. Vamos más allá del área académica para identificar la raíz o las causas de los problemas y ayudar a los estudiantes a que identifiquen los pasos que necesitan para resolverlos. Muchos programas de becas proporcionan soporte académico a los jóvenes -por ejemplo, tutores - para problemas que realmente no son académicos. Nosotros tomamos un enfoque distinto. Si las notas de un estudiante bajan de una B+ a una nota deficiente, no buscamos inmediatamente a un tutor para ese estudiante. Más bien tratamos de identificar las causas que originan los problemas académicos.

Muchas veces, el bajo rendimiento escolar es una reflexión de la adversidad financiera o situacional. Al tener una vista multidimensional de la situación del estudiante podemos identificar la razón subyacente por la cual un estudiante podría tener problemas en sus clases. Sabemos, por ejemplo, que el enviar a un estudiante a que reciba clases adicionales de biología no ayuda a resolver el stress y la presión que un estudiante siente cuando tiene que ayudar a mantener a su familia, porque su mamá o su papá han perdido su trabajo. De la misma manera, una sesión de tutoría en matemáticas no ayuda mucho si la razón por la cual el estudiante está fallando es porque trabaja más de 30 horas a la semana.

¿Por qué comparto estos métodos? Porque yo considero que la comunidad de proveedores de becas puede hacer más que simplemente proporcionar dinero a jóvenes que lo merecen. Podemos identificar y operar estrategias pragmáticas y escalables para ayudar a estudiantes de bajos recursos y alto potencial a que persistan a través de todos los pequeños y grandes problemas que inevitablemente enfrentarán a lo largo de su vida (pérdida de trabajo de los padres, carros que se dañan, familiares enfermos, libros caros, etc.) y para ayudarlos a que se gradúen. Lo único que hace falta es la buena disposición para mirarnos en el espejo y animarnos a hacer la diferencia cada día de nuestras vidas.

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