Por experiencia sabemos que los jefes de Cuba y su policía política juegan "ajedrez político" haciendo movimiento de fichas y operativos con las figuras contestarías según sea cada caso de amenazante y peligroso para ellos. Les temen mucho a los miembros de la nueva sociedad civil que componen los batallones de decencia, valentía sin gritos y armados de civismo, razones, ideas y la capacidad de
agrupar a gente de diferentes estratos de las propias estructuras oficiales con la verdad y la inclusión
de todos.
Definitivamente no quieren adversarios así. Para ejemplos tenemos los casos de los desaparecidos hermanos Arcos Bergnes, Laura Pollan y Oswaldo Paya Sardinas y ahora el bombillo rojo que han
encendido sobre figuras como Antonio Rodiles, Yoani Sanchez, Cuesta Morua, Reinaldo Escobar,
Guillermo Fariñas, Felix Navarro, Angel Santiesteban, Bertha Soler, Orlando Luis Pardo y otros
quijotes cubanos.
La última prueba de lo anterior es la fuerte golpiza, encarcelamiento y formulación de cargos (léase invento) del joven activista Antonio Rodiles por estar parado cívicamente frente a una estación
de policía de la Habana esperando la salida de unos colegas detenidos.
La golpiza que ha recibido Antonio Rodiles, la detención y el encausamiento es aparte de una grave violación de los derechos humanos de los ciudadanos cubanos una fehaciente muestra de miedo e impotencia de los esbirros de hoy. Hacen todo este operativo para tratar de frenar el inteligente
trabajo de Antonio Rodiles en la sociedad cubana y para intimidar al resto de la población y a
todo aquel que se atreva a desafiar a la dictadura, pero ya eso no funciona hoy.
Acaso no eliminan a unos, sacan a otros del país y surgen otros. Es una bola de nieve que no para
de rodar.
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