Acusación inversa

¿Con qué moral el gobierno que excluye a los nacionales de dentro y fuera del país de los asuntos económicos y políticos puede acusar a nadie de plattista?
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Como plattistas se ha calificado en la historia de Cuba a aquellos criollos cubanos que siempre han estado mirando en su proceder primero para Estados Unidos que para su suelo. Es un viejo término que se emplea para calificar a aquellos cubanos que son dependientes en su actuar de gobiernos norteamericanos.

Ser dependientes de Estados Unidos es una de las acusaciones más rigurosas y descalificativas que siempre ha hecho y hace el régimen cubano de los adversarios internos y externos. Sin embargo la realidad es extremadamente grave y penosa porque las autoridades de Cuba acusan a sus adversarios de lo que ellos son.

Veamos:

¿Quién es el que quiere tratar todos los problemas de Cuba solo con los norteamericanos? ¿Quién es el que anuncia su disposición a reunirse con ellos para discutirlo todo? ¿Quién dice que los problemas de Cuba son sólo entre Estados Unidos y Cuba?

Cada vez que trabajadores e intelectuales cubanos en los centros de trabajo, estudios e instituciones del país piden al gobierno cubano que haga reformas y cambios serios en la sociedad cubana, las respuestas del gobernante cubano y sus voceros es que un país bloqueado no puede darse esos lujos. Sin embargo, un razonamiento no plattista es: ¿por qué tiene el gobierno cubano que depender y esperar por cambios de la política de un país extranjero para dar necesarios pasos nacionales?

Económicamente sólo pueden invertir algunos extranjeros, no los cubanos que viven dentro y fuera de Cuba. ¿No es ello una genuflexión del gobierno cubano con el extranjero y un atropello con el nacional?
La sociedad civil cubana y cívicos adversarios llevan muchos años emplazando decentemente al gobierno cubano -no al norteamericano- a una mesa nacional para -entre cubanos- discutir y buscar soluciones a los problemas de Cuba. Y la única respuesta que han dado las autoridades ha sido siempre indecente: asalto a las casas de los proponentes, atropello de sus familiares y amigos; prisión y acciones sucias para eliminarlos o forzarlos a salir al exilio. Es un método permanente que repiten y repiten.

Los gobernantes de Cuba han sido los mejores anfitriones que existen en el mundo con los visitantes extranjeros. No alcanzan las noches y los días para platicar y dar fina atención a ellos. Indiscutiblemente esto no sería nada reprochable en un país normal, equilibrado social y políticamente, pero no en Cuba, donde las demandas de sus nacionales no son escuchadas.

¿Quién es entonces la parte más plattista de Cuba? La deducción no es difícil. Desafortunadamente han existido y existen plattistas en las dos orillas, pero en este último medio siglo los más sobresalientes han sido los jefes del gobierno de Cuba. Ocupan el primer lugar y han sido y son los neoplattistas más dañinos de la nación cubana.

Por otra parte, se acaba de tomar un acuerdo en la ONU en contra del embargo económico de Estados Unidos al régimen de Cuba. Personalmente quisiera que Estados Unidos levantara esa penalidad económica porque la sanción también la está recibiendo el pueblo, que es inocente del mal actuar de los gobernantes cubanos, y porque la libertad de un pueblo viene por sus esfuerzos propios y no por presiones económicas extranjeras y para que un pueblo tan bondadoso como Estados Unidos no siga apareciendo injustamente como malo, pero los 188 países de la ONU debían saber que cuando los norteamericanos tenían grandes negocios en Cuba antes de 1959 y ella era muy próspera, llegó Fidel Castro al poder por vía de las armas anunciando con premeditación y enfermizo ego que iba a comenzar ahora contra los norteamericanos una guerra y los botó de Cuba, robándoles sus propiedades, y ahora quieren que vengan nuevamente de turistas y hacer negocios.

¿Cambiaron los yanquis? Lo menos que deben hacer las autoridades de La Habana hoy es un mea culpa de sus errores y salvajismos con Cuba.

¿Con qué moral el gobierno que excluye a los nacionales de dentro y fuera del país de los asuntos económicos y políticos puede acusar a nadie de plattista? ¿Qué clase de revolución es esa que ha privado al cubano de sus más elementales derechos? El verdadero plattismo tiene su esencia en la dirección del gobierno de Cuba que ha estado disfrazado de nacionalistas y revolucionarios.

Si el lector de este artículo es honesto puede llegar a una definitiva conclusión: los problemas de Cuba se deben a la falta de una buena voluntad nacional y el enfermizo amor al poder absoluto.

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