No quiero dejar pasar el tema tan controvertible de la película "Noé" ("Noah") porque estoy convencida de que es una película compleja, profunda en su mensaje, e invita a la reflexión. No se me puede escapar la Palabra que me dice que separe el trigo de la cizaña, y que aprenda lo bueno que vea o escuche y deseche lo malo. Eso hice con la película "Noé".
Definitivamente, "Noah" no es una película bíblica, aunque lo esperábamos así. Yo fui pensando que era una película sobre Noé y por falta de tiempo, no había leído ni escuchado las críticas. Mejor. Mi criterio no estaba prejuiciado. Tan pronto dijeron 2 o 3 disparates en la presentación, me di cuenta de que iba a ver a Hollywood y que debía esperar cualquier cosa. Después aparecieron los Transformers. Más Hollywood. Russell Crowe es un actor extraordinario, taquillero como él solo y lo trajeron con Jennifer Connelly, su pareja en "The Beautiful Mind". Buena química actoral. Crowe no acepta actuar en cualquier película. Yo estuve atenta a recibir el mensaje de esta película.
Se presentaron muchos inventos sobre la experiencia de Noé, que más bien parecían la versión paleolítica de "Star Wars". Hubo mucha distorsión bíblica y "Noah" le trae a la audiencia un Dios que es una falta de respeto. Para comunicarse con Él, había que entrar en un trance con hierbas, drogas, sustancias o algo parecido. Yo no sé si querían mezclar la Biblia con creencias indígenas, prácticas religiosas ancestrales o viajes de LSD. Para intentar ser una película sobre Noé, la imagen de Dios y de la fe estaban bastante ausentes. Es cierto que puede confundir a mucha gente que nunca ha leído una Biblia. Esos detalles no me gustaron.
Sin embargo, la película es muy provocadora y contiene un mensaje de fe al estilo que a la gente no le gusta: confrontador. ¿Por qué? Porque podemos vernos a nosotros mismos en Noé y no nos gusta.
- La repetición de la imagen de la serpiente y el fruto prohibido no fue casualidad. Para mí fue recordar a la audiencia que las consecuencias del pecado original estaban ahí y que Noé no estaba exento de ser tentado, dejarse dominar por su ego, ser perverso, y estaba tan sujeto a la confusión y a la desobediencia a Dios como cualquiera, inclusive usted y yo. Resultó tan cierto que dejó morir a una inocente y estaba decidido a asesinar a sus nietas. No es lo que se espera de un hombre llamado por Dios, pero era solo un hombre.
- Cuando se enfrentó a todo eso, Noé distorsionó por completo para qué había sido escogido por Dios y decidió que Dios quería que murieran todos. Eso no era lógico. Si Dios hubiera querido que murieran todos en el diluvio, ¿para qué iba a mandar a alguien a Noé construir un arca?" No tenía que estar "iluminado" para entender eso. Pero estaba fuera de sí; estaba tan vulnerable a la confusión y a la desobediencia como cualquier humano. Es como cuando alguien se confunde entre lo que Dios le dirige que haga y lo que su ego interpreta que debe hacer. Entonces hace lo que le da la gana y le echa a Dios la culpa de todo lo que le pasa.
- En varias ocasiones, su enemigo en la película hizo ver las fallas de Noé y del género humano, como cuando confrontó a uno de los hijos con su sed de venganza y con los errores que había cometido Noé siendo un hombre llamado por Dios. Es importante escuchar cada comentario de ese personaje.
- La película anticipó, en términos de la fe cristiana, que hasta que no se ejecutara el plan divino de redención, todos los hombres iban a seguir cometiendo los mismos pecados.
- Aparte de que la película sí fue bíblica en presentar a un Noé borracho, el parlamento final fue un mensaje claro. Intentando hacer lo que Dios le mandó, Noé se enfrentó a sus fortalezas, pero también a sus debilidades. No asesinó porque sintió amor y tanto en la Biblia como en la literatura secular, el amor salva y redime. Ese mismo amor representa el nuevo comienzo que se pretende exponer en la película.
- En ese último parlamento, también se menciona que Dios dio a Noé una segunda oportunidad, a pesar de todo lo que hizo mal. Para mí fue evidente el concepto de la segunda oportunidad de Dios, no solo para Noé, sino para la familia y para toda la humanidad.
Y para creyentes y no creyentes, ¿no es acaso Dios el Dios de la segunda oportunidad?
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