Escándalos sexuales de los políticos: por qué sus esposas los apoyan

Siguen los escándalos sexuales (y no sexuales) de figuras públicas y a saber los que no conocemos. Lo que me extraña es encontrar tantos columnistas conocidísimos preguntándose por qué las esposas de los famosos descubiertos en sus fechorías los "apoyan" durante sus dramas públicos de pedir perdón. Muchos escriben cómo es posible que los hombres expongan a otra humillación internacional a sus esposas ya humilladas, y sobre todo, cómo es posible que ellas lo permitan y hasta digan "querer estar junto a su esposo" o "junto al padre de sus hijos" en momentos "difíciles".
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Siguen los escándalos sexuales (y no sexuales) de figuras públicas y a saber los que no conocemos. Lo que me extraña es encontrar tantos columnistas conocidísimos preguntándose por qué las esposas de los famosos descubiertos en sus fechorías los "apoyan" durante sus dramas públicos de pedir perdón. Muchos escriben cómo es posible que los hombres expongan a otra humillación internacional a sus esposas ya humilladas, y sobre todo, cómo es posible que ellas lo permitan y hasta digan "querer estar junto a su esposo" o "junto al padre de sus hijos" en momentos "difíciles".

Históricamente, algunas esposas se divorcian después del lío, pero las más se quedan con sus maridos. Entonces las otras mujeres y los columnistas las critican y se preguntan por qué lo hacen. Les creo que no entiendan. La mayoría de los columnistas que he leído son hombres. En cuanto a las mujeres, gritan con indignación y juran que ellas los dejarían inmediatamente... poca introspección de las realidades de la vida, poco conocimiento de los diferentes tipos de mujeres que hay sobre la faz de la tierra... y poca visión de lo que ellas realmente harían si fueran esposas de hombres poderosos, famosos y/o multimillonarios.

Durante el escándalo y la solidaridad con la mujer sufrida, se nos olvida que afortunadamente no todas las mujeres se quedan en la etapa emocional de una crisis. Muchas, después del llanto inicial, la pataleta, la decepción, la rabieta o las cuatro, se deciden por ellas mismas y lo que les conviene. Saben lo que quieren y hacia dónde van, y deciden, de acuerdo con eso, si se quedan o no con ese marido bruto (porque hay que ser bien bruto para poner en juego tanto por un escándalo sexual). También saben que en las decisiones emocionales se pierde más de lo que se gana... en tiempo, metas y dinero. Dar la impresión de que se pierde la dignidad y el amor propio por el momento, es parte de la jugada y a la larga, menos costoso. Ven más allá que todo eso. Saben que todo tiene un precio. También el poder, la fama y el dinero. Están dispuestas a pagar el precio.

Volvamos al tema de por qué hay mujeres que se quedan con sus maridos. Mis "teorías" no son parte de mi imaginación. Las he esbozado con cuidado desde los escándalos de hace más de 20 años atrás en figuras públicas de Puerto Rico, donde hasta el gato conoce de qué pata cojea cada quien, especialmente si se es periodista, hasta el mismo tiempo en Estados Unidos, donde he sabido observar, leer entre líneas escritos y caras, y escuchar conversaciones. Me precio de ver la vida como es y entiendo que de la misma manera que mujeres comunes toleran traiciones, humillaciones y "sorpresas" sexuales y administrativas de maridos comunes, hay mujeres que pasan por alto "errores" de esposos extraordinarios, y continúan junto a ellos al menos durante el escándalo.

Presento mis teorías. Adopta la que más te guste y dale alas a tu imaginación.

1. La mujer ha estado casada durante décadas con ese hombre. Levantaron juntos una familia, un capital inmenso, posición social, comodidades y poder. Han tenido un matrimonio más o menos normal y desarrollaron entre ellos un vínculo fuerte. Supongamos que antes de cualquier escándalo, el hombre trató bien a su esposa, fue generoso, atento, le dio el lugar correcto en su vida, aunque no fuera perfecto (no lo estoy defendiendo). A la hora de tomar una decisión, a menos que sea él quien se quiera divorciar, para ella van a pesar más todos los años anteriores que el escándalo actual que va a pasar, porque al final todo pasa. Lo va a apoyar y cuando pase la tormenta, todavía va a estar ahí. ¿Por qué va a perder todo aquello por lo que luchó durante tantos años si él no fue un mal esposo?

Si a él le interesa preservar el matrimonio, le va a contar el cuento a su manera y ella va a escoger creerle. Por otra parte, si el escándalo no es sexual, sino administrativo, ella podría querer creerse que él lo hizo todo por su familia y lo va a perdonar.

2. Piensa ahora en la misma mujer, las mismas condiciones, con la diferencia de que el marido siempre le ha dado problemas, le ha sido infiel hasta con la escoba, su vida matrimonial ha sido desastrosa y el escándalo fue la gota que desbordó el vaso. Están casados por costumbre, estatus y comodidad. El abogado y el asesor de relaciones públicas le van a suplicar a ella que le apoye públicamente y en televisión le vamos a ver una cara de obvia obligación. No dice palabra y después del escándalo, pasa una de tres cosas...

  • En secreto y firmando un acuerdo de silencio por una división de bienes muy conveniente para ella, cada cual hace su vida por su lado. Después de todo, la exposición pública hizo que cualquier pretendiente potencial la mirara dos veces y la quiera consolar, y mejoró sus posibilidades de rehacer su vida con otro hombre menos escandaloso.
  • La mujer renegocia el matrimonio para seguir siendo la esposa con ventajas y un buen arreglo económico. El hombre no insiste en divorciarse porque no quiere dividir los bienes.
  • La mujer expone sus metas en la vida y está dispuesta a renegociar el acuerdo matrimonial a cambio de apoyo para lograr sus propias metas.

3. Hay otra mujer que no podemos descartar y existe a cualquier nivel político o económico. Es la mujer que seriamente cree en la institución matrimonial para toda la vida, en los buenos tiempos y en los menos buenos. Prefiere enfrentar la tormenta y preservar su institución familiar a costa de lo que sea, hasta de su propia dignidad. Está decidida a envejecer junto a ese hombre y a cerrarle los ojos cuando muera.

¿Qué mujer serías tú?

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