¡Aleluya! Raúl Castro decidió abrir las puertas de Cuba, la Bella, para que los cubanos salgan a conocer el mundo que por más de medio siglo han visto solo por televisión o en películas no muy recientes. No más permisos de salida, no más cartas de invitación y ahora pueden quedarse en el extranjero no solo por 11 meses sino hasta por dos años sin perder sus derechos de ciudadanía.
El martes pasado mientras los candidatos presidenciales estadounidenses se preparaban para el segundo debate, la noticia desde Cuba era la reforma migratoria que el gobierno cubano puso en marcha, que deja como únicos requisitos para ausentarse de la isla el pasaporte cubano actualizado y la visa de ingreso del país al que quieran ir a visitar. Así de simple.
Y a dónde creen ustedes que los isleños querrán ir? Exacto, solo a 90 millas al norte!!
Para qué más lejos? Ya no se lanzarán al mar en balsas, vendrán en las aerolíneas que a diario lleva a los cubanoamericanos de Miami a la isla para visitar a sus familiares. Desde el 14 de enero de 2013, cuando entre en vigencia esta reforma a las leyes migratorias cubanas, los viajeros serán en el otro sentido: de Cuba a Miami.
Viajar a los Estados Unidos es toda una garantía para quienes anhelan desde hace mucho dejar la pobreza, las limitaciones de calidad de vida que les impone el gobierno de los Castro. Apenas pisen suelo o arenas estadounidenses, pueden aplicar para la residencia y en un año son residentes legales, gracias a la Ley de Ajuste, que tiene el gobierno de la Unión Americana para los cubanos. (Privilegio que ya quisieran para sí, esos 12 millones de indocumentados en su mayoría latinoamericanos).
El segundo país que pudieran optar los cubanos es España, pero en este momento no es la mejor opción. Vaya, si hasta los mismos españoles están saliendo de la península en busca de trabajo. Dudo que el gobierno de Mariano Rajoy les extienda visas de bienvenida.
Eso sí, no todos los cubanos podrán realizar su sueño de conocer el mundo en directo. Nada tontas las autoridades cubanas se guardan el derecho de impedir la salida de los
profesionales calificados y de los que continuarán con el cuidado de la salud y la educación del pueblo. Dijeron 'no, a la fuga de talentos', que vayan a trabajar para los enemigos del gobierno socialista. No, esos se quedan en la isla.
Imagino lo duro que debe haber sido para papá gobierno dar esta medida como un urgente recurso para sostener a sus casi 8 millones de hijos. Las reformas económicas que desde 2011 adoptó Castro, despidiendo a trabajadores del Estado y extender a otros rubros las licencias para trabajo por cuenta propia, no dieron el resultado que se esperaba. Se incrementaron las pequeñas cafeterías, los restaurantes (paladares), tiendas de ventas de discos, de artículos de artesanía cubana y para el hogar, pero no hay clientes para esos negocios.
Tan vacías están las arcas del gobierno que se vio en la necesidad de eliminar de la Libreta de Abastecimiento, la ración de café, la sal y los productos de limpieza personal: jabón, pasta dental y detergente. Los cubanos tienen que adquirirlos por su cuenta y a precios especulativos. Pagar 5 pesos (moneda nacional) por un jabón de baño que su precio normal era de 0.30 de peso cuando eran dados por el gobierno, es ahora un esfuerzo extraordinario que deben hacer para mantener su aseo personal.
La crisis europea corta el flujo de turistas, el principal ingreso que todavía percibe Cuba, al mismo tiempo que los Castro ya no tienen a quién recurrir para solicitar créditos. No me hace feliz para nada pensar en las necesidades que está pasando el pueblo cubano, y no sorprenderá ver a quienes ya tienen familiares en el extranjero tentar un futuro mejor fuera de su isla.
Ya veo la avalancha de cubanos llegando a Florida, California, New York, New Jersey donde los cubanos residentes son comunidades importantes. Sobre todo conociendo la reacción del gobierno estadounidense que ha visto con buenos ojos esta decisión de Raúl Castro y compañía. A decir de Victoria Nuland, portavoz del Departamento de Estado, las leyes de Estados Unidos respecto a inmigrantes cubanos no van a cambiar. So, "welcome to USA!".
El tercer debate entre el presidente Barack Obama y Mitt Romney es en Florida. Y uno de los temas es Politica Exterior. Qué hacer con los cubanos que ahora llegarán a los Estados Unidos, a partir de 2013? Qué hacer con el gobierno cubano? Son preguntas para ambos.
El tema cubano debiera estar en la agenda de la Casa Blanca para el próximo periodo sea cual fuere el nuevo inquilino. Los congresistas cubanoamericanos se lo recordarán especialmente a Barack Obama si es reelecto. Con su correligionario republicano serán más amigables.
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