El debate para Romney, la reelección para Obama

En 2010 prometí no votar ni hacer donaciones para la campaña de Barack Obama otra vez, pero en los dos recientes años he cambiado de opinión. Volveré a votar por el presidente. Lo haré solo para evitar que el Partido Republicano tenga control del Gobierno y decida por la composición de la futura Corte Suprema. Lo haré no con mucho gusto, porque me decepcionó su participación en el debate. Cuántos más sentirán lo mismo que yo? Se pregunta una ciudadana americana en su comentario dejado en The New York Times.
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Republican presidential nominee Mitt Romney and President Barack Obama laugh after the first presidential debate at the University of Denver, Wednesday, Oct. 3, 2012, in Denver. (AP Photo/Charlie Neibergall)
Republican presidential nominee Mitt Romney and President Barack Obama laugh after the first presidential debate at the University of Denver, Wednesday, Oct. 3, 2012, in Denver. (AP Photo/Charlie Neibergall)

obama romney

En 2010 prometí no votar ni hacer donaciones para la campaña de Barack Obama otra vez, pero en los dos recientes años he cambiado de opinión. Volveré a votar por el presidente. Lo haré solo para evitar que el Partido Republicano tenga control del Gobierno y decida por la composición de la futura Corte Suprema. Lo haré no con mucho gusto, porque me decepcionó su participación en el debate. Cuántos más sentirán lo mismo que yo? Se pregunta una ciudadana americana en su comentario dejado en The New York Times.

Si así siente una americana, imagino cómo deben sentirse los latinos, entre ellos yo, que como esta estadounidense también simpatizo con el presidente Obama y pienso votar por él, aun desde Lima, espero que los latinos, aunque decepcionados también lo hagan. Cada voto contará en esta elección.

No solo no se dio la reforma migratoria, sino, además, las deportaciones y arrestos de latinos se multiplicaron en estos cuatro años de la administración demócrata. Pero no nos queda de otra, o hay alguno que piense que Mitt Romney resolverá la situación de los 11 o 12 millones de inmigrantes sin residencia legal.

Yo votaré por Barack Obama porque tampoco quiero ver a un republicano en la Casa Blanca, menos a alguien como Mitt Romney. Ya bastante tuvo Estados Unidos con los ocho años de George W. Bush, y las concesiones tributarias y de negocios para sus pares multimillonarios. Es difícil que un empresario como Bush o Romney piensen beneficiar a las clases media y de bajos ingresos económicos.

Más allá de ser un candidato republicano, el problema es su background como empresario. Con una fortuna de 200 millones de dólares, que desde hace 5 años se mantiene igual y otros 100 millones de dólares puestos a nombre de sus hijos, cómo podría sentir las necesidades de un hogar de clase media o de un obrero.

El candidato republicano es un hombre de negocios pero no de los honestos. Su fortuna o parte de ella la invierte en los conocidos blind trusts, que le permite llevar su dinero fuera de Boston y valerse de ciertas técnicas tributarias, para evadir impuestos. Esas inversiones manejadas así hasta le permite hacer negocios con el gobierno y no hay forma de probarle aquello de conflicto de intereses, si llegara a la presidencia.

En el debate, Obama no estuvo convincente ni agresivo, tampoco usó estos y otros no tan claros negocios de su rival que son de todos conocidos. El presidente, más bien tuvo que hacer frente a un Romney que aprovechó las críticas que se le hace al inquilino de la Casa Blanca porque los efectos de la crisis económica dejada por el republicano Bush todavía los sufren los americanos. Pero lo que no dice es que son las grandes corporaciones refugiadas en Wall Street y a las que Bush y Obama ayudaron a salir del colapso financiero, esas mismas, son las que han hecho poco y nada por crear puestos de trabajo.

El primer debate es solo eso, un debate y el primero. El Barack Obama que ganó las elecciones hace cuatro años muestra el efecto agotador de una gestión dura, en casa y en el exterior, para salir de ese hoyo grande. Es una paradoja para Romney, porque quienes provocaron la debacle económica fueron esos malos y ambiciosos CEO de las grandes corporaciones y a los que Bush les permitió hacer ese juego de negocios sucio. Amén de las guerras en Irak y Afganistán.

Los latinos están enojados con el presidente - candidato demócrata, no quisieran votar por él, no solo por lo de la reforma migratoria, pero también porque el porcentaje de desempleo es el más alto entre ellos.

El presidente tiene un pasivo grande para con quienes le dieron todo su apoyo para llevarlo a la Casa Blanca en 2008. Ese balance en rojo que muestra en el segmento de los latinos, puede revertirlo si esta vez hace un nuevo compromiso con ellos para resolver la separación de familias terminando con las deportaciones, seguir adelante con el apoyo a los jóvenes del Dream Act y que sus partidarios pongan en agenda la reforma migratoria en el Capitolio.

Los demócratas todavía pueden hacerlo. Para los republicanos esos temas simplemente ni siquiera se conversan.

El debate en fotos en HuffPost Voces:

Primer debate presidencial: Obama vs. Romney

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