El error de Vargas Llosa

Mario Vargas Llosa llamó al Partido Revolucionario Institucional (PRI) "la dictadura perfecta", y aunque hace unos días se desdijo, lo cierto es que hoy más que nunca el instituto político ha demostrado que las viejas prácticas nunca se fueron, y que la novel democracia mexicana fue sólo uno más de sus recursos para retomar el poder... si es que alguna vez lo perdió.
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Mario Vargas Llosa llamó al Partido Revolucionario Institucional (PRI) "la dictadura perfecta", y aunque hace unos días se desdijo, lo cierto es que hoy más que nunca el instituto político ha demostrado que las viejas prácticas nunca se fueron, y que la novel democracia mexicana fue sólo uno más de sus recursos para retomar el poder... si es que alguna vez lo perdió.

Las pruebas son muchas, pero nos centraremos en unos hechos específicos de la Reforma Política 2013 que en términos generales, centraliza el poder electoral y político del país en manos de los grandes partidos e instituciones a nivel Federal, restando competencias a los estados y, lo más alarmante, eliminando la única herramienta de control que tenían los ciudadanos mexicanos al dejar en los organismos nacionales la responsabilidad sobre los candidatos a puestos de elección popular, la logística de las elecciones e incluso, los señalamientos sobre irregularidades.

Otro singular ejemplo dentro de esta casi-lista reforma, es el nombramiento de los titulares de Hacienda y Relaciones exteriores, que -según el dictamen-, deben ser ratificados por el Congreso; sin embargo, si en dos ocasiones son rechazados, los cargos serán ocupados por quien designe el Ejecutivo Federal. En otras palabras: a fin de cuentas, el que manda es el Presidente.

Sin embargo, lo que a nuestro parecer ejemplifica la "dictadura perfecta" del PRI, es que todo lo anterior ha sido juzgado, avalado, cabildeado, votado y aprobado; con la ayuda de la "oposición" y de la democracia mexicana. Abundo: ¿quién apoyó al Gobierno Federal en la aprobación de la Reforma Hacendaria? La "izquierda"; ¿quién está de la mano con la Reforma Política y la Energética? La "derecha". Si el PRI concreta sus planes de gobierno, no ha sido solamente con el poder del Ejecutivo que hoy ostenta, sino de la mano de los partidos políticos contrarios y representados en el Poder Legislativo, usando la democracia para imponer la antigua autocracia, con una "pintada" de procedimientos legales.

Hoy el Partido de la Revolución Democrática (PRD), anunció con indignación, bombo, platillo, pompa y circunstancia; su salida del Pacto por México, aduciendo diferencias sobre varios puntos de la Reforma Política, acusando que ésta no responde a los intereses de la sociedad. Pero, ¿dónde estaban esas diferencias cuando se votó la propuesta Hacendaria? Bien guardadas en un cajón, el mismo donde se colocaron los principios del PRD durante su reciente Congreso Nacional, donde la facción que gobierna el partido, luchó y logró que se votara la permanencia en el Pacto, siempre dejando una "ventana" para salir, alegando "riesgos para la nación".

En otra vertiente, tenemos al Partido Acción Nacional, que tras defenestrar el dictamen de la Reforma Hacendaria, acusando al PRI y PRD de acuerdos ocultos; ahora defiende a capa y espada la Política, y cabildea junto con el partido en el poder por la Energética, mientras el PRD la rechaza. Ya sea con la "izquierda" o la "derecha", el Ejecutivo Federal está reafirmando su proyecto de nación, y eso no significa necesariamente un beneficio para la sociedad.

Incluso, y como perfecto colofón, la gran figura opositora representada por el Movimiento de Regeneración Nacional (Morena), también corre peligro de ser uno de los alfiles del PRI: el movimiento de Andrés Manuel López Obrador se encamina sin problemas hacia su registro como partido político, lo que significará -lo quieran ellos o no-, que Morena quedará entrampada en los cotos de poder, financiación y opacidad con del "tejemaneje" electoral, máxime si queda en manos -como se avecina- del gobierno central.

Así, me parecer que don Mario Vargas Llosa se equivoca: el PRI no está jugando dentro de la democracia; está jugando con la democracia. Y le está saliendo muy bien.

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