El pecado periodístico en internet

Pecando de egolatría, soy un ejemplo de aquellos no-profesionales que incursionan en los medios de comunicación, por lo que he visto muchas cosas respecto al choque entre la realidad periodística y la que se "vive" en la red, donde se crean y destruyen notas; se difunden rumores que llegan a tal nivel que son tomados por verdades a pie juntillas; muchas veces en detrimento de otros medios.
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Pecando de egolatría, soy un ejemplo de aquellos no-profesionales que incursionan en los medios de comunicación, por lo que he visto muchas cosas respecto al choque entre la realidad periodística y la que se "vive" en la red, donde se crean y destruyen notas; se difunden rumores que llegan a tal nivel que son tomados por verdades a pie juntillas; muchas veces en detrimento de otros medios.

La mar de esas situaciones son tan risibles que es casi increíble que alguien se las tome en serio, pero así es: la necesidad de ser el primero en difundir un dato ha llevado a muchos medios y "blogueros" a inventar los hechos y escribir una nota carente de razón y veracidad; todo con tal de permanecer en la luminaria informativa.

Este pecado periodístico se extiende poco a poco a muchas redacciones y en muchos más compañeros de los medios impresos y electrónicos, al grado de intentar vender algo sacado de un blog o un "tweet" como si fuese un hecho comprobado.

Pero tal vez lo más peligroso no es tanto que un periodista caiga en ello, sino que su acción (o inacción), genera desconfianza en la sociedad hacia los medios de comunicación, dándosela a la red, plagada de inexactitudes y datos facciosos, que para la mayoría de los usuarios no son fáciles de reconocer, y por tal caen en la difusión de información falsa o realidad manipulada.

Ahora, ¿qué podemos proponer? Una sencilla fórmula: dato + hecho + noticia= información. La idea es así:

Dato
Todo comienza con algo que llama la atención del periodista por interés personal o relevancia coyuntural.

Hecho
Una vez establecido el punto de origen, el compañero periodista comienza a buscas las causas que crearon el dato, corroborando con los hechos la realidad intrínseca de la "curiosidad" que lo llevó a investigar. Acá es donde encuentro la parte más peligrosa de la fórmula porque los hechos SIEMPRE existirán y es la ética del investigador la que decidirá qué y cómo encontrar los sucesos que lleven a confirmar los datos.

Noticia
Con los hechos en la mano, el reportero arma la nota, la parte de su labor visible al público, en la cual redacta su historia justificando la importancia del dato y -lo más importante-, los hechos encontrados en su investigación.

Acá también es donde entra la labor del editor: nosotros no estuvimos ahí, no conocemos el dato que llevó al compañero a elegir su historia, pero tenemos el deber de corroborar, analizar y contraponer los hechos que presenta con la realidad, dándole a la nota la realidad necesaria.

Información
El producto de un proceso de constante revisión es la información en sí: la razón por la qué se inició todo, es el comunicar algo de relevancia para la comunidad, sin sesgo y -como se dice en México- "con los pelos de la burra en la mano" para poder defender y difundir responsablemente el hecho, dato y noticia entre la sociedad, digitalizada o no.

La fórmula que presentamos, si bien no es el "hilo negro" del periodismo, sí representa lo que hace falta a la difusión de información en las redes sociales, de cualquier tipo y ante cualquier hecho o acontecimiento del momento; y esto debería representar un serio momento de cavilación para quienes tenemos la oportunidad de expresarnos en internet: ser responsables de lo que escribimos, decimos y difundimos, porque de no hacerlo, la ventana al mundo que representa el acceso a la red perderá la credibilidad que -al menos en México- apenas se está formando.

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