El trabajo y las obligaciones familiares aumentan y cada día es un corre corre. Si estamos acostumbrados a hacer ejercicio (como parte de nuestra rutina de actividades diarias) puede ser que por tanta actividad, lo debamos posponer durante uno, dos días o indefinidamente, porque tu calendario está repleto o simplemente no tienes tiempo.
Pero si realmente quieres, puedes sacar el tiempo, por ejemplo, esos períodos que usas para ver tu correo, Facebook o redes sociales, y juegos en tu celular, lo puedes invertir en hacer una rutina rápida y reconectarte contigo misma (o). Eso provocará un "Yo" más tranquilo y relajado.
Te daré 5 formas sencillas para relajarse que no te tomarán más de 15 minutos.
1. Empieza bien el día.
Intenta tener un ritual matutino que te permita celebrar las bendiciones, éxitos de ayer y establecer una intención positiva y llena de esperanza para el día que empieza. Esto marcará una diferencia entre sentirse feliz o agobiado. Independientemente de la Fe que profeses te recomiendo hagas una breve oración de agradecimiento y pidiendo fortaleza para enfrentar el día. Es importante tener un libro que te inspire, y alimente tu alma y espíritu, para que tengas una maravillosa actitud ante la vida. Puedes acompañar este momento con una música especial que te llene el espíritu y enfocarte en respirar profundo el aire fresco de la mañana.
2. La sonrisa, ¡que no falte!
Durante nuestras actividades diarias (trabajo) o bien cuando hacemos ejercicio, (por ejemplo Yoga o Pilates) nos preocupamos por hacer las posiciones o movimientos precisos y perfectos y no le damos importancia a nuestro rostro, allí entra el papel de la sonrisa, que es una expresión maravillosa del ser humano, algo que hace que se rompan muros y barreras con la gente que nos rodea. Prueba sonreírle a la gente o mientras te ejercitas y verás que todo se ve más bonito, se cultiva la amabilidad y obtendrás otra sonrisa como respuesta.
Sonreír es una de las cosas más poderosas que podemos hacer para nuestra transformación personal. Aunque no sientas ganas o ese momento no estés feliz, esta práctica te animará porque el cerebro no conoce la diferencia entre una sonrisa espontánea y otra intencional.
3. Entrega tus preocupaciones.
Hay momentos en los que sentimos que las cosas se hacen insostenibles y debemos calmarnos para no enfermarnos. El cuerpo es así, si no sabes o puedes manejar una situación difícil en ese momento entonces eso se ve reflejado en el ti y en tu salud. Muchas veces no depende de nosotros solucionar una situación difícil así que hay que rendirse y ponerlo en manos de un ser superior a nosotros (Dios) y también pedir ayuda de alguien en quien confiemos.
Te recomiendo escribir en una agenda lo que te preocupa y al lado las posibles soluciones a ese problema, esto te dará tranquilidad y te ayudará a dormir mejor.
4. Disfruta de la música.
La música es como medicina y es un instrumento muy eficaz para aliviar el estrés y alcanzar el bienestar. El cuerpo responde a los ritmos del ambiente que nos rodea, por ejemplo, si vives cerca de la playa, el campo o la montaña, ese ambiente y sonidos de los árboles o el mar harán que te sientas relajado. Pero si vives en la pura ciudad en donde lo que se escucha son sirenas, cláxones, maquinaria, etc., esto hace que el sistema nervioso esté más alterado.
Para que el ritmo de la música oscile bien, te recomiendo que pongas una pieza que suene a unos 60 tiempos por minutos, cierra los ojos y sé muy consciente de lo que oyes, así la música empezar a afectar los ritmos de los procesos corporales.
5. Al irte a dormir date un masaje corporal y facial acompañado de unas posiciones de Yoga.
Una rutina corta y calmante antes de dormir te relajará. Primero te das una ducha con agua tibia o caliente, y aún con un poco de agua en la piel te colocas crema humectante y te das masajes por todo el cuerpo y en el rostro, después de esto, con una pijama cómoda haz algunas posiciones de yoga que pueden hacer que te relajes aún más.
Ejemplos: Posición de niño, Posición de perro hacia abajo, y por último, la Posición del zapatero. Todas las posiciones se realizan por varias respiraciones profundas y puedes hacerlas en tu cama.
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