La bisabuela de la iPad Mini

No, no les hablaré de la nueva iPad Mini aunque sea lo de hoy. Les hablaré de su bisabuela, la Dynabook. De hecho, la niña Mini debería hablarle de 'usted' en señal de respeto.
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alan kay dynabook

No, no les hablaré de la nueva iPad Mini aunque sea lo de hoy. Les hablaré de su bisabuela, la Dynabook. De hecho, la niña Mini debería hablarle de 'usted' en señal de respeto.

Confieso que cada vez que Apple lanza algo nuevo, mis sentimientos hacen corto circuito. El corazón se me hace como almeja con limón cuando escucho a los fans decir "Wooow, Apple no deja de innovar". No me malentiendan; me parece que Apple innova en diseño e integración, son unos genios para poner la tecnología en un nivel simple, hermoso y encantador. Pero creo que su aportación a las grandes rocas tecnológicas de donde surge la verdadera transformación ha sido más bien cosmética.

Dynabook sí que fue una innovación muy adelantada a su tiempo, tanto, que pasó desapercibida.

Su creador, Alan Kay, la presentó en 1968 como una computadora para niños con las siguientes especificaciones:

-Delgada
-Ligera
-Con un stylus para dibujar
-Conexión inalámbrica
-Pantalla con teclado integrado
-Batería recargable
-Precio: $500 USD.

Las características de la Dynabook hoy suenan simples, pero era el año 1968. En ese tiempo el mundo celebraba el primer transplante de corazón en Francia, condenaban el uso de los anticonceptivos en el Vaticano, lamentaban el asesinato de Robert F. Kennedy en Estados Unidos, se lanzaba del 'Álbum Blanco' de los Beatles y se trataba de esclarecer lo ocurrido en la Plaza de las Tres Culturas de la Ciudad de México. El punto es: el concepto de 'computación personal' era tan lejano como las estrellas... mucho más el de 'computación móvil'.

Alan Kay tuvo que congelar su extraordinario aparato, así como su entusiasmo y creatividad tecnológica para caminar a paso lento. En 1984 trabajó en Apple, después en HP y hoy es catedrático del MIT entre muchas otras cosas.

Su nombre no causa agitación entre los fans de ninguna marca, pero sí que merece estar grabado en letras doradas sobre la historia de las Tecnologías de la Información.

Es post es un brevísmo homenaje a él.

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