Después de descubrir Blablameter.com, malévolas ideas cruzaron por mi cabeza. Hay discursos de importantes políticos que sería interesante analizar con este detector de bullshit. Qué tentación hacerlo ya. También podrían servir algunos comunicados de prensa que tengo por ahí, un par de guiones cursis de telenovelas o currículos. Después me vi al espejo y pensé que debería empezar con uno de mis textos. ¿O qué tal una de mis cartas de enamorada? Claro, una nunca está lista para usar una reveladora aplicación en su contra.
Tomé un fragmento del último texto que escribí para este blog y ésta fue mi calificación:
"Tu texto de 1220 caracteres o 205 palabras, tiene un índice de palabrería del 0.09.
Tu texto prácticamente no muestra indicios de palabrería".
Quiero pensar que no me fue tan mal.
Bernd Wurm es el creador del algoritmo que logra identificar textos de calidad. Es algo muy parecido a los sistemas para resumir y leer más rápido como Smmry, Freesummarizer y Textcompactor. Todos utilizan una lógica similar: determinan primero cuáles son las palabras clave del documento por medio de las veces que aparecen repetidas y después analizan en cuáles frases están más presentes. Esto define cuáles son los párrafos relacionados con el concepto general del texto y cuáles no.
Naturalmente, Blablameter tiene limitaciones. Al final es un robot que pasa por alto rudezas y sutilezas del lenguaje, entiende de muletillas, pero no de atajos para jamás decir la verdad, lo importante o lo sustancioso. Pero sueño con que algún día lo logrará. Blablameter evolucionará al grado de interpretar discursos políticos, revelar las secretas intensiones de los estafadores, descubrir las verdades ocultas de los infomerciales y poner en claro los sentimientos que casi no se pueden explicar. Sólo es cuestión de tiempo. Sueño.