'Mijita, no te achiques'

Como latinos - seamos gay, heterosexual, transgénero, hombre, mujer, o inmigrante - merecemos algo mejor. Y lo vamos a conseguir, porque ni nos achicamos y ni nos hacemos los invisibles.
This post was published on the now-closed HuffPost Contributor platform. Contributors control their own work and posted freely to our site. If you need to flag this entry as abusive, send us an email.

"No te achiques" era el dicho preferido de mi papá durante mi juventud (bueno, lo sigue siendo). Quiere decir, "no te achiques" ante una gran adversidad, sino hazte grande.

Esas palabras rara vez resultaban siendo consejos bienvenidos, pues casi siempre las decía precisamente en el momento cuando te querías desaparecer. Como por ejemplo, cuando te llegaba la mala noticia de que "No quedaste con el empleo," solo te daban ganas de acurrucarte en el sofá o taparte con una cobija para esconderte para siempre. Y en esos momentos mi papá me venía con su "Mijita, no te achiques," y luego con una anécdota de alguna instancia en que no se dejó ante, por ejemplo, burlas por su acento al hablar inglés, por parte de un cliente en el restaurante donde trabajaba.

Al final de cuentas, estas frases como "no te achiques" o "no te dejes," le comunican un mensaje importante para todo el mundo: te toca a ti crear el mundo que quieres, y que es tu deber - y no el del mundo - definir cómo se te debe tratar como ser humano.

A mí, como latina, mujer y lesbiana, el "no te achiques" me acompaña a diario. Se ha convertido en mi tatuaje invisible, mi mantra. Y eso es porque a mujeres, latinos, y personas gays y transgénero todos los días se les dice un millón de veces - tanto de manera sutil como abierta - que deben achicarse, o mejor aún, mantenerse invisibles.

Parte de lo que hago en GLAAD es empoderar a personas a agarrar la valentía y de hacerse grande. En GLAAD creemos que no habrá seguridad, aceptación, e inclusión en el mundo (y en tu mundo a tu alrededor) hasta que no seas tú mismo, que no te escondas, y que no alces la voz por quienes no pueden hacerlo. Y sí, no te achiques: anímate a contar tu historia en todas partes, incluyendo en los medios, los cuales tienen el poder y el alcance para educar a millones de personas para erradicar el prejuicio.

Y precisamente eso es lo que le estamos diciendo a la comunidad con nuestra campaña para impedir que el programa José Luis Sin Censura siga transmitiendo contenido anti-gay, anti-latino, y anti-mujer. En este programa es bastante común ver que una audiencia grite las palabras "puñal" o "maricón," así como "puta" o "piruja" a los invitados. Sin embargo, el problema no es la audiencia, sino que el equipo de producción de este programa flagrantemente explota y anima a nuestra comunidad a usar lenguaje anti-gay, anti-mujer, y anti-latino por motivos de rating.

Por más de un año, GLAAD y la Coalición Hispana ante los Medios (NHMC, por sus siglas en inglés) han estado trabajando para que Liberman Broadcasting, Inc (LBI), la compañía productora y distribuidora del programa, entienda el daño que ha estado causando con este tipo de programación.

Para ver de qué estamos hablando exactamente, por favor ve este video en YouTube:

El 20 de junio, GLAAD y NHMC nos reunimos con Rocky Delgadillo, el exfiscal de la ciudad de Los Ángeles y ahora abogado de LBI. Delgadillo propuso sacar al programa del aire en septiembre. Cuando le cuestionamos la espera hasta septiembre, su respuesta era que los anunciantes apoyaban la programación.

No lo creemos, en absoluto. Y esperamos que los anunciantes estén de acuerdo. Lo que nosotros pensamos es que están equivocados LBI y Estrella TV (la cadena de LBI en la que se transmite el programa), y que anunciantes como McDonald's o Dish Network no desean ser asociados con programación que daña a los latinos.

Estamos tomando acción, pero nos queda la duda: ¿por qué se ha permitido la transmisión de este tipo de contenido en primer lugar? ¿Permitiría la Comisión Federal de Comunicaciones (la FCC) a un programa en inglés a usar las ondas públicas para transmitir la palabra "maricón" con frecuencia, o mostrar a una audiencia gritando dicha palabra a un panelista que es percibido como gay? De ninguna manera.

¿Será que algunas transmisoras como LBI actúan bajo la suposición de que los latinos consumirán cualquier tipo de contenido televisivo? ¿Será que a los organismos reguladores no les importa porque es programación en español, y que para nuestra comunidad es aceptable la calidad inferior?
No hay espacio en las ondas públicas para un programa de día que le dice a sus televidentes que está bien llamarle a las mujeres "putas," o a personas gays "joto," "puñal," o "maricón."

Como latinos - seamos gay, heterosexual, transgénero, hombre, mujer, o inmigrante - merecemos algo mejor. Y lo vamos a conseguir, porque ni nos achicamos y ni nos hacemos los invisibles.

Popular in the Community

Close

What's Hot