Otro Facebook

Ya estoy hasta la nariz de Facebook. Hasta cierto punto, me colma la propagación fútil de imágenes y contenidos insulsos, que tan poco aportan, y que tanto contribuyen a anestesiar aún más el cerebro de quienes asumen con gríngolas el reto de la interconectividad.
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Este artículo se preparó en colaboración con Eduardo Rubio, periodista y fotógrafo español. Todas las fotos por Eduardo Rubio ©

Ya estoy hasta la nariz de Facebook. Hasta cierto punto, me colma la propagación fútil de imágenes y contenidos insulsos, que tan poco aportan, y que tanto contribuyen a anestesiar aún más el cerebro de quienes asumen con gríngolas el reto de la interconectividad.

La plataforma en sí es muy útil, y es obvio que sus ventajas y posibilidades son múltiples para quienes la utilizan constructivamente. Pero no deja de tener un carácter de camisa de fuerza, porque los comportamientos posibles están preestablecidos por los límites propios del diseño del sistema, y a menudo las "acciones" no rebasan la frontera virtual. Como a toda herramienta de índole social, se le puede buscar la vuelta para que funcione con un propósito altruista más allá del mero "marketing", y es obvio que por eso muchos de nosotros participamos, pero la falta de auténtica universalidad le quita un poco la gracia. Si bien es cierto que Facebook tiene unos 845 millones de usuarios activos - casi una séptima parte de la población mundial- para nadie es un secreto que no es el aglutinador de los menos afortunados.

Por eso me animo a confeccionar el simulacro de otro tipo de "face book", con imágenes y datos del estatus actual de una muestra modesta, pero contundente, de billones de otras caras que subsisten al margen y muy a pesar del primer mundo, ése que insistimos en llamar aldea global.

Cambodia

Otro Facebook

Ninguna de las personas de esta pequeña muestra lo pedirá de amigo de Facebook en el futuro cercano. Pero lo cierto es que no hay que ir muy lejos para encontrar gente en aprietos, porque la hay en todas partes. Considere pues, privadamente y en la medida de sus posibilidades, hacerse amigo de alguien radicalmente distinto a la mayoría de sus amistades, que pueda beneficiarse de alguien que le eche una mano. Puede sonar machacón y trillado, pero sigue siendo cierto que siempre hay algo que se puede hacer para mejorar el mundo que nos tocó. Nada... "just poking".

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