Un diagnóstico equivocado, un grave error

El diagnóstico de diabetes tipo 1 es devastador para la familia, imagina como será recibir ese diagnóstico en sala de cuidados intensivos y con tu hijo entubado, luchando por su vida.
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Una vez más escuchamos el caso de una pequeña niña cuya vida se encuentra en peligro debido a la falta de un diagnóstico correcto y a tiempo de diabetes tipo 1 por parte del médico.

Nosotros los padres, ponemos la salud de nuestros pequeños en las manos de los médicos, confiando en sus conocimientos. Pero cuando hablamos de diabetes tipo 1, el desconocimiento de los síntomas, entre los médicos, es tan grande, que en ocasiones le ha costado la vida al niño. Esto me causa frustración, mucha tristeza y no debería de suceder.

No es la primera vez que ocurre, y lamentablemente hay muchos otros niños que han perdido la vida por la falta de un diagnóstico correcto. Los síntomas de diabetes tipo 1 son muy claros para las familias que hemos pasado por un diagnóstico, pero en muchas ocasiones debido al desconocimiento son confundidos con algún virus.

Cuando esto ocurre, estos niños son enviados a sus casas. Los padres siguen notando un deterioro en la salud de sus hijos, vuelven al médico y si tienen suerte, el médico ordena una prueba de glucosa (azúcar en sangre), lo cual seguramente demostrará un posible diagnóstico de diabetes tipo 1. Si no hay prueba de glucosa, son enviados a sus casas nuevamente.

Ya cuando esto ocurre las probabilidades de tener una cetoacidosis diabética, causada por un mal diagnóstico, son muy altas. La cetoacidosis diabética ocurre cuando el cuerpo no puede utilizar la glucosa como fuente de energía, debido a la falta de insulina o ésta no es suficiente. En lugar de utilizar la glucosa como fuente de energía, el cuerpo utiliza la grasa para obtener la energía.

Es por esta razón que las personas comienzan a perder peso, sentirse débiles y cansados, con dolor de estómago, náuseas y vómito antes del diagnóstico de diabetes tipo 1. A medida que las grasas se descomponen para obtener energía, los ácidos llamados cetonas se acumulan en la sangre y la orina. En niveles altos, las cetonas son tóxicas, a esto se le llama cetoacidosis, creando un panorama muy peligroso para el niño que puede causar la muerte.

No podemos seguir permitiendo que nuestros niños sufran las consecuencias de una cetoacidosis por causa de un diagnóstico erróneo y tardío.

Pero, ¿qué podemos hacer? ¿cómo prevenimos esta situación?
Es mucho más sencillo de lo que imaginas. Educar a algún familiar o amigo puede ser tan fácil como una plática durante el café, durante el recogido de los niños en la escuela, en el almuerzo de tu trabajo, en la peluquería, en el colmado, etc.

¿Qué le puedes decir? Háblale de tu experiencia, de como supiste que tu hijo necesitaba ver un médico y habla acerca de los síntomas. De igual forma que algunos niños han llegado al hospital con cetoacidosis diabética, hay otros más afortunados cuyos padres notaron que algo andaba mal desde muy temprano y se encontraron con un médico educado en diabetes, que pudo reconocer los síntomas a tiempo.

El diagnóstico de diabetes tipo 1 es devastador para la familia, imagina como será recibir ese diagnóstico en sala de cuidados intensivos y con tu hijo entubado, luchando por su vida.

Si luego de la visita al pediátra o médico de familia tu hijo comienza los medicamentos y la condición de salud va deteriorándose, y piensas que el médico ha hecho un diagnóstico erróneo, puedes expresarle tu preocupación o buscar una segunda opinión. O simplemente pídele que le realicen una prueba de glucosa, es muy sencilla y así salimos de dudas. Es la vida de tu hijo la que está en juego.

Síntomas de diabetes tipo 1 que podemos reconocer los padres o familiares:
•sed fuera de lo habitual
•orinar con frecuencia
•hambre extrema, pero con pérdida de peso
•visión borrosa
•náuseas y vómitos
•dolor abdominal
•debilidad y cansancio extremo
•irritabilidad y cambios del humor

¡POR FAVOR! Ayúdanos a educar, ayúdanos a crear conciencia de los síntomas más reconocibles que puede presentar un niño que será diagnosticado con diabetes tipo 1. Si bien es cierto que no hay nada que podamos hacer para impedir que nuestros niños sean diagnosticados con esta condición, si podemos evitar complicaciones que amenacen con sus vidas al momento del diagnóstico.

Mira el video de Mila Ferrer en el programa matutino "Un Nuevo Día" de la cadena Telemundo:

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