Los avances de la tecnología y el manejo de diabetes

Los avances de la tecnología y el manejo de diabetes
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Cuando vivimos con diabetes dependemos de la información de la glucosa para tomar decisiones y llevar un mejor manejo de la diabetes. La experiencia que obtenemos a través de los años unido a la ayuda que nos brinda la nueva tecnología, hace que cada día tengamos más información disponible que nos sirve de guía en nuestras decisiones diarias.

La tecnología ha ido mejorando a pasos agigantados y los aparatos o "medical devices" cada vez son más confiables y precisos, y nos hacen la vida con diabetes más llevadera. La meta final del uso de la tecnología en el manejo de la diabetes tipo 1 es reemplazar la intervención humana en su totalidad, haciendo el manejo de la diabetes mucho más invisible. Todavía no hemos llegado a ese punto, pero sé que cada día estamos más cerca de lograrlo.

Para mi el manejo de diabetes tipo 1 ha tenido tres grandes avances hasta el momento. Primero que nada, la insulina, descubierta en 1922 por el Dr. Frederick Banting, las micro-infusoras de insulina, que comenzaron a aparecer en el 1976 y el medidor continuo de glucosa, que para el 1996 comenzó a salir al mercado. En este escrito estaremos concentrándonos en las micro-infusoras y el medidor continuo de glucosa.

La persona que vive con diabetes tipo 1 necesita reemplazar la insulina que su páncreas ya no produce, con la insulina exógena, administrada de manera inyectada o con micro-infusoras de insulinas, también conocidas como bomba de insulina.

Durante los primeros cuatro años luego del diagnóstico de diabetes tipo 1 de mi hijo Jaime, utilizamos el tratamiento tradicional de bolo-basal con múltiples inyecciones diarias de insulina. Esto representaba entre 4 a 6 inyecciones diarias, siendo esto una de las cosas más pesadas del manejo de esta condición, tanto para mi hijo como para mi esposo y yo.

Cuando decidimos comenzar a utilizar una micro-infusora, nos orientamos acerca de los distintos modelos disponibles que habían en el mercado en aquel momento. Encontramos una diferencia muy marcada entre todas las micro-infusoras y la que para nosotros inclinó la balanza hacia una sola alternativa; todas las bombas de insulina tenían tubo, excepto una.

En aquel momento Jaime tenía 7 años, era un niño muy activo físicamente, siempre siguiéndole los pasos a sus dos hermanos mayores de 8 y 10 años. La idea de utilizar una micro-infusora con un tubo nos parecía problemático para su edad y estilo de vida.

Pensábamos que íbamos a tener más situaciones de cánulas arrancadas de los que queríamos tener y que la bomba y el tubo iban a ser un impedimento en sus actividades deportivas. Optamos por utilizar la bomba de insulina que no tiene tubo. Esta consta de un pequeño pod que va pegado al cuerpo y tiene una inserción con una cánula por donde pasa la insulina. Es muy simple de utilizar, especialmente para los niños y adolescentes que tengan un estilo de vida más activo. Es algo así como una bomba de insulina controlada por control remoto. No tiene un tubo colgando, por donde pasa la insulina, que a su vez está conectado al reservorio de insulina de la bomba, la cual siempre tienes que tener contigo.

La bomba de insulina no sólo cambió la vida de Jaime sino la de nuestra familia. Es una herramienta que nos permite hacer un tratamiento mucho más personalizado, ya sea antes, durante o después de las prácticas o juegos de beisból, durante la pubertad, o en los días de enfermedad. Pero las bombas de insulina pueden fallar. Los dos problemas más comunes que hemos tenido son alguna oclusión o bloqueo en la cánula y una cánula doblada. Ambos problemas no permiten que la cantidad total de insulina administrada llegue a nuestro cuerpo, causando una posible hiperglucemia, y en caso de no ser detectada a tiempo podría desencadenar una cetoacidosis diabética.

¿Qué significa todo esto? Que la tecnología no es perfecta y puede fallar, lo que nos obliga a mantenernos atentos a los niveles de glucosa para poder detectar a tiempo cualquier oclusión en la cánula o que ésta se salga, provocando que la persona no continue recibiendo la insulina necesaria. Por eso es que el monitoreo de la glucosa es tan importante, nos brinda la información necesaria para tomar mejores decisiones para lograr un mejor manejo de la diabetes.

Algunas de las ventajas de la micro-infusora son los micro bolos, aumento o reducción temporera del basal, diferentes ratios de corrección, carbohidratos a insulina y el bolo dual o extendido para las comidas que se demoran más en ser digeridas. Nada de esto es posible sin nuestro compromiso de educarnos en diabetes y en la bomba de insulina. Es triste que la gran mayoría de las personas que utilizan la bomba de insulina, NO conocen o no utilizan todas estas ventajas, principalmente por la falta de entrenamiento de estas funciones por parte del personal médico, la compañía manufacturera o su distribuidor, o por parte de la aseguradora de salud. Todos están más enfocados en la aprobación de la bomba y luego se olvidan de la educación al paciente para lograr la mayor y mejor utilización de esta grandiosa herramienta.

Las bombas de insulina nos permiten crear programaciones personalizadas para diferentes situaciones y momentos del día, muy parecido a lo que hace el páncreas de las personas que viven sin diabetes. Claro está que jamás lo haremos tan bien como un páncreas, pero ahí entra el monitor continuo de glucosa, otro de los grandes avances para el manejo de la diabetes y otra herramienta que nos provee información actual y continua de los niveles de glucosa. El monitor continuo mide la glucosa en el líquido intersticial cada 5 minutos, para un total de 288 lecturas durante las 24 horas del día, permitiéndole al usuario o a los padres ver las fluctuaciones de la glucosa durante diferentes situaciones diarias. Una manera sencilla de explicarlo sería la siguiente, cuando mides tu glucosa capilar obtienes una medida de glucosa de ese preciso momento, parecido a una foto o una imagen, pero no conoces cual a sido el comportamiento o las fluctuaciones de la glucosa desde la última medida capilar. Realmente estamos manejando la diabetes a ciegas si no sabemos los valores de glucosa entre medidas capilares. Con un monitor continuo de glucosa vemos 288 imágenes y podemos ver la película entera, y mejor aún podemos ver las tendencias (hacia arriba o hacia abajo) y tomar decisiones a tiempo para disminuir la hiperglucemia o hipoglucemia. A esto le añadimos la función de alarmas que nos notifica cuando la glucosa está fuera del rango establecido para nuestro dulce guerrero. Esta función nos ha permitido un poco más de tranquilidad especialmente durante las noches, función que los padres agradecemos muchísimo.

Ya llevamos un año desde que comenzamos a utilizar el monitor continuo de glucosa y en cierto modo ha sido como volver a aprender de la diabetes y entender mucho mejor sus erráticos e impredecibles comportamientos. Este sistema consta de un sensor muy fino que va insertado en la piel, un transmisor y el recibidor que nos permite ver la data. Esta tecnología ha avanzado tanto que hoy día es posible ver la data del monitor en los teléfonos inteligentes y en las tabletas en tiempo real.

Es importante recordar que el monitor continuo no elimina la necesidad del monitoreo capilar cuando vayamos a tomar alguna decisión que envuelva la administración de insulina. Estos monitores de glucosa cada vez son más certeros y continuan trabajando en mejorarlos aún más en versiones futuras. Algunos monitores de glucosa ya se comunican con las bombas de insulina lo que permite al usuario manejar la data desde un sólo aparato. Hay algunas bombas de insulina muy inteligentes que al usarse con el monitor de glucosa pueden hacer suspensiones de insulina para evitar hipoglucemia.

Si bien es cierto que por ahora aún no tenemos la cura para la diabetes, si tenemos muy buenas herramientas que nos brindan más y mejor información para llevar un mejor manejo de la diabetes. No podemos olvidar que estas herramientas y la nueva tecnología de nada nos sirven si no aprendemos a usarlas para sacarle provecho a sus funciones. La educación de diabetes NUNCA termina, siempre podemos aprender algo todos los días.

Diabetes tipo 1

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