¿Por quién votarían los suecos? ¿Por Obama o por Romney?

Hay preguntas que en un inicio nos desconciertan, bien por parecernos extrañas, fuera de lugar o tal vez ilógicas, aunque a la larga pueden tener la virtud de ponernos a meditar. Una pregunta de este tipo podría ser:
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T-shirts bearing the images of Republican presidential candidate Mitt Romney (L) and US President Barack Obama for sale are seen at a retail shop inside Dulles International Airport near Washington, DC, September 17, 2012 in Chantilly, Virginia. AFP Photo/Paul J. Richards (Photo credit should read PAUL J. RICHARDS/AFP/GettyImages)
T-shirts bearing the images of Republican presidential candidate Mitt Romney (L) and US President Barack Obama for sale are seen at a retail shop inside Dulles International Airport near Washington, DC, September 17, 2012 in Chantilly, Virginia. AFP Photo/Paul J. Richards (Photo credit should read PAUL J. RICHARDS/AFP/GettyImages)

romney y obama

Hay preguntas que en un inicio nos desconciertan, bien por parecernos extrañas, fuera de lugar o tal vez ilógicas, aunque a la larga pueden tener la virtud de ponernos a meditar. Una pregunta de este tipo podría ser:

"¿Por quién tú crees que votarían los suecos si les tocara a ellos elegir al presidente de Suecia, suponiendo que ese país fuera una república federal como los EUA y los candidatos fueran los clones perfectos de Obama y Romney, tanto en perfil ideológico como en programa o plataforma política?"

"A Obama, sin duda", respondí sin meditarlo mucho cuando me la hicieron, aunque casi al instante comencé a sospechar que este acertijo "tenia trampa". Por ello puse cara de ajedrecista que pide le perdonen una mala movida y solicité tiempo para pensarlo con mas calma.

El culpable de la precipitada respuesta no puedo ser otro que mi inconsciente (subconsciente, rectificaría un psicólogo). Sin duda debe haber accedido en fracciones de segundo a aquellos archivos donde guardo la información recogida y almacenada sin mucho análisis sobre el perfil, trayectoria, ideologías y proyecciones de cada uno de los aspirantes y consecuentemente de los partidos que representan y que han influido en mi estado de opinión. Su reflexión, debe haber sido más o menos la siguiente:

--La ideología del Partido Demócrata de los EUA es un partido esencialmente progresista y de centro-izquierda. Por otro lado existe un amplio consenso de que Obama, como líder del ala más radical del partido promueve el "Estado del Bienestar" o "Estado Benefactor", así como la redistribución de la riqueza y una fuerte intervención del Estado en todos los ámbitos de la sociedad y la economía nacional. Desde esta perspectiva mi subconsciente (en representación de mi consciente) calificó a Obama como un convencido socialdemócrata.

--Cuando pensamos en Socialdemocracia ¿En quién pensamos? Pues en la mayoría de los países escandinavos, en especial en Suecia, su mayor referente. De ahí que hayamos inferido que los suecos deberían preferir a un presidente identificado con la ideología socialdemócrata y no a alguien como Romney, el aspirante a presidente por el Partido Republicano, partido de derecha, ideológicamente conservador, contrario a la redistribución de la riqueza y a un Estado excesivamente fuerte que minimiza el papel de la empresa privada o sea un defensor del liberalismo económico y el libre mercado, concepción que como sabemos defendía a ultranza el destacado economista Milton Friedman, que entre otras cosas popularizó el llamado "cheque escolar" y el "el cheque sanitario".

Hasta aquí la reflexión que debe haber seguido mi subconsciente para inducir que Obama sería el candidato que escogerían los suecos, sin duda una reflexión muy lógica y analítica.

Si hay algo que trato no olvidar es que las opiniones, opiniones son y no necesariamente verdades o realidades irrefutables y si queremos ser consecuente con esta forma de pensar deberíamos investigar y actualizarnos un poco más antes de optar por la respuesta a escoger.

Por suerte localice un revelador artículo escrito por Diego Sánchez de la Cruz, un excelente periodista. El artículo se titula "El Mito Sueco" y fue publicado en el periódico digital "LibreMercado.com". A continuación un pequeño resumen, con la venia del periodista y del periódico.

El Partido Socialdemócrata ejerció una hegemonía política en Suecia ya que ocupo el poder desde 1932 hasta 1976 y luego desde 1982 hasta 1991 y como consecuencia de esta hegemonía el intervencionismo del Estado creció de forma alarmante. Dado el creciente rol del Estado en la economía el gasto público pasó del 31% al 60% entre 1960 y 1980. La plantilla de funcionario se multiplico por tres y los sindicatos no pararon de ganar influencia y el sector privado fue entrando poco a poco en decadencia.

La carga tributaria de los suecos pasó de 1960 a 1989 del 28% al 56% del PIB. Aparte de experimentar una continuada pérdida de empleos, a finales de los años 80, tres de cada diez suecos trabajaban como funcionarios. Sin un sector privado capaz de generar riqueza y empleo el "modelo sueco" empieza a quebrar en los años 80. Entre 1989 y 1994 el paro pasó del 2% al 14% y la deuda estatal se multiplico por dos. En 1970, según el ranking mundial per cápita, Suecia ocupaba el cuarto lugar y a comienzos de los 90 la decimoséptima posición.

Los suecos por fin se dieron cuenta de los estragos que estaban causando la omnipresencia del Estado y la regulación excesiva, por lo que volvieron a la senda de la apertura económica y comenzaron a hacer reformas profundas. El poder fue asumido por una alianza de tres partidos liberales con una formación democristiana y los socialdemócratas solo obtuvieron el 30% de los votos en el 2010.

En las dos últimas dos décadas Suecia enderezó su rumbo gracias a una progresiva transición hacia el liberalismo. Se crearon puestos de trabajo gracias a la liberación de varios sectores, los impuestos siguen bajando, el presupuesto está prácticamente equilibrado, la deuda pública es inferior al 39% y para mejorar la calidad de la enseñanza se ha introducido "el cheque escolar". También se experimenta "el cheque sanitario" y se ha modificado el sistema de pensiones mediante la introducción de una reforma parcial que incorpora aspectos del modelo chileno.

El artículo termina planteando "Ahí están los datos. La próxima vez que alguien diga que Suecia es un ejemplo de éxito socialdemócrata, sonrían y sepan que, sencillamente, el mito no existe".

El artículo me gustó, aunque no puedo dar fe de la veracidad de todos los datos que aporta y de sus conclusiones. Lo que sí puedo confirmar es que el Primer Ministro de Suecia, Fredrik Reinfeldt, es el actual director del Partido Moderado, un partido de centro-derecha y liberal-conservador, partidario de la privatización de los servicios públicos y la reducción del aparato estatal. Igualmente es partidario de reajustar los beneficios sociales.

De haber contado, cuando se me hizo la pregunta, con la información que ahora dispongo sobre Suecia, no me habría precipitado en afirmar que los suecos escogerían a Obama como presidente de su Estado. Me parece que el Romney "sueco" tendría tantas posibilidades como el Obama "sueco" o incluso un poco más, pensaran algunos lectores dada la reciente experiencia de los suecos.

Para despejar la duda la mejor vía sería preguntarle a los suecos a cuál de los dos escogerían por medio de una especie de encuesta, tarea que como supondrán no voy a asumir pues a lo máximo a este "acertijo" solo vale la pena dedicarle el recalentamiento de algunas neuronas. A ello súmenle el hecho de que quizás los suecos se hagan los suecos en una hipotética indagación.

El merito de la pregunta o adivinanza fue que me puso a pensar y a la vez recordarme que no es bueno presagiar cuando no se dispone de información actualizada y filtrada. También me hizo repasar lo que se dice son algunas verdades de la idiosincrasia del pueblo estadounidense, de su praxis política y sus creencias filosóficas.

Como sabemos el pragmatismo es una escuela filosófica que surgió en los EUA la cual ha calado profundamente en la forma de ser y actuar de la mayoría de los estadounidenses. Para el pragmatismo lo verdadero es lo que funciona o sea que se basa en la utilidad. Aquello que no funciona, fuera, no sirve, no es útil. Por ello para el norteamericano medio el estado de la economía es lo fundamental en última instancia y la llamada "última instancia" no es otra cosa que lo principal, lo decisivo. Se puede ser un presidente popular o muy popular y no ser reelegido como consecuencia del estado en que se encuentre la economía en el momento de las elecciones presidenciales tal como le sucedió a George H. W Bush cuando se enfrentó a Bill Clinton.

No hay duda que la economía es el talón de Aquiles del presidente Barack Obama y su mejor defensa seria que se mantuviera la percepción de que el estado actual de la economía se debe a la llamada "herencia maldita" tal como lo cree (según una encuesta) alrededor del 44% de la clase media, los cuales responsabilizan a su antecesor George W. Bush de la actual situación económica, mientras que el 34% piensan que la culpa es de Obama ¿Podrán los republicanos revertir esta percepción? No tengo la más mínima idea de si serán capaces de lograrlo, de lo que si estoy seguro es que los republicanos no quieren que EUA se convierta en un Estado del Bienestar o Estado Benefactor al estilo de muchos países de la vieja Europa pues eso significaría la necesidad de aumentar los impuestos para poder enfrentar el incremento del gasto publico. Hasta ahora, que yo sepa, no han esgrimido la consigna de "Miren lo que pasó en Suecia". Para utilizarla tendrían que argumentarla y por lo tanto abandonar el estilo que ha caracterizado su campaña política en la que predominan más los slogans que una explicación detallada de su estrategia para reanimar la economía.

Como verán no respondí la pregunta o acertijo que me hicieron, ni pienso responder, a lo máximo llamar al amigo que me la hizo para darle las gracias por ponerme a meditar y reconocer que eso de profetizar no es mi fuerte.

Para finalizar quisiera referirme a un criterio muy publicitado, aquel que plantea que los presidentes o más bien que la Casa Blanca ejerce una influencia muy limitada en la solución de los problemas económicos. A los que piensen así les invito a que le den un breve repaso al acontecer histórico de los EUA durante los mandatos presidenciales de Franklin D. Roosevelt, Ronald Reagan y Bill Clinton, por solo mencionar tres de los muchos mandatorios que le dieron un considerable impulso a la economía de los Estados Unidos. Mi opinión es que los presidentes y la Casa Blanca si tienen una gran influencia en la conducción y los posibles resultados de la economía, pero como ya dije, las opiniones, opiniones son.

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