Por heroínas que pintan de rosa la esperanza

Las mujeres anónimas, esas que luchan en silencio el cáncer de seno son las heroínas de esta historia. Por todas ellas: por las que están y por las que se fueron.
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breast cancer

Todavía recuerdo aquel día, aquel preciso momento con mi tía. Ella había sido una pieza clave cuando llegué de Cuba, mi país de origen. Mira aquí: Impresionantes fotos de sobrevivientes de cáncer.

En su casa me arropó y me tendió la mano que necesita cualquier inmigrante despojado de su suelo, de su sentimiento de pertenencia, de su vida. Ella me arropó como bebé.

El camino no era fácil y ella hizo de madre, de hermana, de amiga. Un Día de la Madre, de 1999, le pregunté algo, que para mí era tan simple como beberme un vaso de agua. ¿Qué quieres que te regale?

La respuesta vino. La respuesta llegó como bala a mis sentimientos. La respuesta penetró mi corazón, cambió mi vida y determinaría un rumbo que yo no pensé que podría asumir.

Mi tía me respondió: "No quiero nada [...] sólo quiero una peluca porque tengo cáncer".

Era y es la palabra que llega a tu vida y no quieres aceptar.

Te niegas a abrirle la puerta a la palabra y a lo que esta significa, pero viene con tanta fuerza que tienes que ser más fuerte que ella para despojarla de tu suelo, de tu vida.

Aquel día lloré como niño desamparado. No encontraba el consuelo, pero tomé fuerzas y mi tía me daba los motivos para mi lucha. Mi tía me dio la fuerza y me enseñó un camino que yo tenía que recorrer, por alguna razón, para ayudarla a ella y a otras mujeres más que Dios me puse en el camino.

La historia puede ser más larga, pero la peluca de mi tía tenía más que un significado. Cambió mi vida y mis manos aprendieron a hacer más pelucas y poner una esperanza en cientos de mujeres sufriendo y batallando la enfermedad. A partir de allí empecé un sacerdocio de ayuda,que hasta el día de hoy siento que debo cumplir.

En el camino aparecieron celebridades y también las ayudé, pero las mujeres anónimas, esas que luchan en silencio el cáncer de seno son las heroínas de esta historia.

Por todas ellas: por las que están y por las que se fueron.

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